domingo, 8 de septiembre de 2013

Capitulo 12 "Sueños Torturados"






Blay

¿Desesperación? ¿Miedo? ¿Angustia? claro, tú pensabas que sabías lo que eso significaba, pero cuando la persona que amas desaparece de la nada y es completamente imposible encontrarlo esas palabras toman un significado completamente diferente. Las horas del día se vuelven eternas, los minutos son como horas y las horas parecen días. Estaba peor que un animal enjaulado por primera vez recorriendo el cuarto de un extremo a otro sin poder dormir, estaba perdiendo el control y lo sabía, pero era incapaz de detenerme, necesitaba saber donde estaba Qhuinn y cómo o iba a volverme malditamente loco.

Mire el reloj y seguía en los jodidos números en que había estado antes, el tiempo no avanzaba y mi cordura ya estaba seriamente en duda... si no hacía algo, lo que fuera, pronto perdería la maldita calma y dejaría de ser el macho al que todos conocían...

- ¿Blay?... - me detuve en el acto al escuchar la voz de Sophie desde la cama y me voltee para mirarla - ¿no puedes dormir?

- Lo siento, no quise despertarte iré abajo y te dejaré descansar... - me voltee para marcharme pero ella me detuvo.

- Espera... ¿podemos hablar? -  contuve las ganas de maldecir y decirle que no, en su lugar me gire en dirección a la cama, tome asiento junto a ella y trate malditamente bien de esconder mi estado actual - Esto... tu... Blay, quiero preguntarte algo, pero no sé cómo. Yo... ¿El guerrero del que hablaban es Qhuinn? ¿El mismo Qhuinn que siempre estaba contigo cuando éramos pequeños?



La pregunta me pilló por sorpresa, esperaba que me preguntara algo sobre el emparejamiento o sobre mi actitud últimamente, pero ella fue directa al grano, preguntando por la única persona que llenaba mis pensamientos y del único macho del cual no tenía deseos de compartir con nadie y mucho menos con ella.

- No, si... joder... es el, pero ¿cómo lo recuerdas? pensé que no lo reconociste... yo asumí...

- No, tienes razón. No lo conocí, pero tu actitud y el haberlo visto al anochecer me dejo muy claro quien er...

- ¿LO VISTE? ¿CUANDO? ¿DONDE ESTABA? ¿ÉL ESTABA BIEN? ¿LLEVABA ALGO CONSIGO?

- Blay me haces daño... - cuando escucho sus palabras y la bruma se despeja de mi mente me doy cuenta de lo que estoy haciendo...

Mis manos tiemblan y me sorprendo de mi mismo. Soltando poco a poco la presión que yo mismo forme, miro las marcas rojas en la piel lisa de Sophie y los deseos de golpearme se triplican. "Le hice daño" las palabras se repiten una y otra vez en mi mente mientras mis ojos son incapaces de despegarse de las marcas que mis manos dejaron en los antebrazos de ella.

Dejo mis manos en puños a mis costados y miro hacia abajo sin ser capaz de mirarla a los ojos. En el ímpetu por saber más de Qhuinn la había lastimado y no me había dado cuenta... yo jamás la había tocado de ese forma, siempre fui el que la protegía y ahora de un momento a otro me volví en... en... ¡JODER!

- Blay... ¡Blay! por la Virgen Escriba escúchame - las manos de Sophie tomaron mi cara y me obligaron a mirarla directamente - no fue tu culpa, estas preocupado y lo entiendo, no te atormentes por algo sin sentido como unas simples marcas... yo... yo entiendo que estés preocupado por tu... amigo...

"Amigo" la risa irónica en mi mente se burlaba de mi mismo y se escuchaba mucho mas fuerte al percibir la duda de Sophie cuando se refirió a Qhuinn como mi... "amigo"

Ella lo sabe... ya no puedes ocultarle la verdad. Te preguntara que relación tienes con tu "amigo" y le tendrás que mentir. ¡No! no mentiría. No si ella me lo pregunta, no puedo seguir con esta mierda, jamás le había mentido y no estaba bien que comenzara justo ahora. Yo le diría toda la maldita verdad, yo debía decirlo...

- ... una relación especial, pero yo estoy aquí para ti y no te dejare solo - no había escuchado nada. Mierda, tenía que ordenar mi mente ¡y dejar de perderme lo que pasaba a mi alrededor!

- Perdón… ¿qué?

- A eso me refiero, estas tan... perdido sin Qhuinn que no eres tú mismo. Yo... entiendo que lo vuestro es algo especial, pero no debes pasar por toda esta preocupación solo ¿sabes? yo también estoy aquí y debes tener presente que te apoyare en todo lo que necesites. No debes afrontar todo solo... eso no está bien Blay - se veía tan preocupada y yo estaba aquí sentado frente a ella muriendo por dentro porque no sabía dónde estaba Qhuinn, mientras ella no tenía ni una maldita idea que su supuesto Hellren no era más que una pobre imitación de un macho de valía.

- Lo siento - las palabras abandonaron mis labios en un pequeño susurro pero ella aun así fue capaz de escucharlas.

Estaba siendo un cobarde, no era capaz de mirarla a los ojos y antes tampoco había sido capaz cuando tenía a Qhuinn frente a mí. Todo se repetía, mi actitud con la gente que más amaba se repetía una y otra vez... ¿cuándo te volviste en un mentiroso Blay?  

No lo sabía, no había percibido el momento exacto, pero de un tiempo hasta ahora, eso era lo que más hacia... mentir, y si no era una mentira era omitir. Y ¿cómo me consolaba? eso era fácil, siempre que no podía mentir omitía algo con la simple excusa de que luego lo diría o que era para mejor.

Toda la revelación cayó como plomo sobre mí y no pude seguir sentado en ese cuarto con ella o con nadie, necesitaba estar solo y pensar porque estaba malditamente seguro que cuando descubriera todo lo demás el golpe sería peor.

...........................................................................

Estábamos todos reunidos en el despacho del rey, hacia poco que había anochecido y todos debíamos esperar las instrucciones para la noche. Los hermanos estaban con una pose relajada de pie o sentados en el caso del poli y V.

La tensión del cuarto aun así era casi cortada con un cuchillo. Wrath se veía jodidamente cabreado y no dejaba de echar miradas en mi dirección. En teoría era ridículo sentirse intimidado por eso tomando en cuenta que el rey era ciego, pero jodeeer solo su porte y su presencia eran suficientes para que cualquier macho se cagara en sus pantalones y yo definitivamente hubiera pasado por un momento difícil si no estuviera tan ansioso y centrado en una sola cosa, buscar a Qhuinn.

Esto era lo único que me mantenía de pie en el despacho, porque sabía que si decía o hacia algo me dejarían en la mansión, todos notaban mi estado de ansiedad y aun cuando nadie dijo nada estaba claro que tenían un ojo sobre mí.

- ¿Alguien ha encontrado algo? -silencio... de ese que es sepulcral y malditamente incomodo. Nadie decía o hacia nada, creo que después de todo no era el único que notaba la tensión de Wrath - dije ¿alguien ha encontrado algo? y espero malditamente no tener que volver a repetir la jodida pregunta - y... eso era un gruñido en toda ley.

- Mi señor yo...

- Silencio - mis siguientes palabras quedaron en mi garganta cuando el rey me silencio con solo un gruñido - en este momento no quiero escuchar palabra alguna que salga de tu boca Blay... no es personal hijo, pero mantente en silencio.

El shock me golpeo primero seguido inmediatamente por la vergüenza. Todos en el despacho sabían que el principal motivo de la partida de Qhuinn era yo y al parecer ya no lo iban a ocultar más.

Me quede reclinado al final de la sala junto a las puertas y en silencio después de eso. La reunión seguía frente a mí, pero simplemente me mantuve al margen y como dijo el rey "en silencio". Por la virgen fue tan vergonzoso, sabía que todos notaron los cambios entre Qhuinn y yo en las últimas semanas, después de todo en la mansión era imposible guardar secretos con tantas personas juntas y conviviendo.

"Sorpresa sorpresa, si pensabas que la culpa ya no podía aumentar más aquí tienes la demostración de lo contrario"

- ... terminar esta noche y será exiliado después del Rythe.
Levante la mirada al escuchar las últimas palabras y un nudo se formó en mi garganta ¡NO! ellos no podían hacer eso ¡mierda! tenía que pensar en algo y rápido. Quizás si les explicaba a todos lo que había pasado pensarían diferente...

- John dice que él puede quedarse en casa esta noche y no salir hasta que Qhuinn vuelva para no empeorar las cosas. - Dijo Phury traduciendo lo que tan fervientemente JM estaba gesticulando.

Le preste atención a lo que John intentaba decir para poder entender lo que me había perdido de la conversación.

Qhuinn no estaba pensando bien cuando se fue, últimamente ha estado pasando por... cosas difíciles. Yo también me escapaba de el antes y nunca tuve que someterme a un Rythe o nada por el estilo, por favor su majestad podemos tomarlo como unas vacaciones o algo así yo realmente estoy dispuesto a no poner un pie fuera de la mansión hasta que el vuelva. Si no estoy en peligro el no falta a su deber.

Phury volvió a servir como la voz de John y todos los hermanos se giraron expectantes a la reacción del Rey.

Wrath se saco los lentes y se toco el tabique de la nariz con el índice y el pulgar como tratando de detener un dolor de cabeza.

- No puedo John, aun cuando es lo que quiero, el dejo sus responsabilidades de Ahstrux nohtrum olvidadas y eso es una falta a Mi mandato sobre él. La tradición exige una recompensa por su insulto y es lo que debe hacerse. Ya no puedo seguir faltando a las tradiciones y dando más motivos para que todos los bastardos pomposos de la Glymera juzguen como estoy reinando. Qhuinn falto a su juramento y debe pagar por eso.

La sala quedo en silencio y todos se miraban entre sí tratando de buscar una respuesta.

- Esta noche... - todos miramos a Wrath que se volvió a poner las gafas y dio un suspiro cansado - si el chico vuelve antes de que amanezca solo pasara por el Rythe, de lo contrario será exiliado definitivamente por la falta a su juramente. No puedo hacer nada mejor que eso.

El suspiro que se escucho en la sala fue colectivo y todos dieron su aprobación a la idea. Puede que todos se sintieran mas aliviados, pero yo estaba malditamente preocupado, "y tú que pensabas que las cosas no podían ser peor". Las patrullas fueron decididas y John como lo menciono antes se quedo en casa. Todos los demás nos dividimos en tres grupos y nos marchamos.

....................................................................................

La búsqueda nocturna se estaba volviendo un infierno, no era capaz de sentir a Qhuinn por más que lo intentaba. Me había tocado patrullar junto con Zsadist y Phury quienes me tenían malditamente controlado a cada segundo.

El no estaba cerca, yo lo sabía y eso me volvía jodidamente loco. Mi sangre no podía encontrarlo. Estábamos en la zona noreste de Caldwell y no podía encontrar ni un resquicio de Qhuinn. No le había dicho a nadie en la reunión que yo había bebido de su sangre y que era perfectamente capaz de sentir a Qhuinn si lograba estar remotamente cerca de él, no había tenido la oportunidad claramente y también había estado malditamente ocupado sumergiéndome en la culpa, toda la noche y el pasado día, como para compartir la información con alguien. Me estaba desconcentrando y lo sabía así como los demás, por eso Phury y Z me tenían vigilado y por eso no fui capaz de reaccionar a lo que se nos vino de un momento a otro.

Un segundo estábamos caminando por la calle sin inconvenientes y al siguiente un Lesser estaba frente a nosotros, pero este era extraño.  Su pelo conservaba el color y aun así se veía viejo, en sus ojos era fácil ver el reconocimiento de un Lesser que ha tenido años luchando con los hermanos, al principio pensé que era tinte de pelo, algunos lesser lo hacían, pero luego cuando la pelea comenzó todas las piezas cayeron en orden.

No era un simple Lesser, era una de esos que los hermanos habían mencionado en sus conversaciones, de esos que de alguna manera tenían más fuerza y resistencia que los otros, algo así como un súper Lesser, aun no tenía todos los detalles, pero aun así fue fácil identificarlo.

Z fue el primero en atacar y ver como el Lesser lo dejaba en el piso en cuestión de segundos fue como si me presionaran el botón de inicio. Me lance al ataque llegando por la retaguardia mientras Phury lo distraía de frente. Z se estaba incorporando del suelo y tenía sangre en la pierna derecha. No tuve tiempo de ver el corte porque un peso muerto cayó sobre mí como una pared de cemento, fue solo un segundo de distracción pero me costó una caída.

Todo el aire abandono mis pulmones y manchas negras llenaron mi visión por unos segundos, cuando la vista volvió me di cuenta que era Phury el que estaba sobre mí. El Lesser lo había lanzado como si se tratara de una simple hoja de papel y no un cuerpo hecho de puro músculo sólido.

Con un giro su peso desapareció y fui capaz de levantarme solo para volver a sentir un golpe, pero esta vez fue mi brazo derecho el que recibió todo el impacto. Un crujido escabroso resonó en el área y sentí un dolor insoportable en el hombro. El Lesser me había atacado mientras me levantaba y toda la fuerza de una de sus patadas me dejo con el brazo inerte y el cuerpo consumido por el dolor. Apostaba mi cabeza a que tenía el hombro dislocado.

Olvidándome del dolor y de lo estúpido que estaba siendo en esta batalla tome una de las dagas y me prepare a atacar. Me concentre en esquivar los goles lo mejor posible y esperar el momento perfecto para apuñalarlo y terminar de una vez con esto. Uno de sus puños se impacto en mi cara dejando que la oscuridad volviera por un segundo, pero justo cuando golpeó su guardia estaba baja y aproveche la oportunidad de perforarle el corazón con la daga. Espere el destello normal cuando los bastardos iban con su creador, pero en vez de eso recibí una sonrisa burlona y otro golpe en el estomago.

- ¡En el cuello Blay! ¡Justo en la columna, hay una mancha, es en ese lugar! - grito Z que había logrado ponerse en pie y comenzó con su ataque de nuevo.

- Tú lo apuñalas nosotros lo distraemos - dijo Phury al pasar junto a mí y se lanzo a la batalla junto con su hermano.

Era realmente increíble ver la resistencia que tenia este Lesser, jamás nos había costado tanto matar solo a uno. Era como pelear con un hermano súper desarrollado. El cuerpo no era flacucho o simplemente robusto, era un cuerpo lleno de músculos y con una fuerza demoledora y como si eso no bastara no morían al apuñalarlos... algo extraño estaba pasando en la sociedad Lessering y necesitábamos descubrirlo antes de que muchos mas de estos salieran a las calles.

-  ¡BLAY, AHORA! - la voz de Z era casi un gruñido mientras sostenía el brazo izquierdo del lesser y Phury el derecho.

Lo tenían en el suelo y el bastardo se estaba removiendo como una víbora, en cualquier momento se liberaría y las cosas se podrían poner más feas aun. Con pasos rápidos llegue junto a ellos y en un movimiento lo más preciso posible apuñale al bastardo. La explosión que siguió nos cegó a todos por unos segundos y cuando todo volvió en si la adrenalina que había golpeado mi cuerpo comenzó a disminuir y el dolor se volvió a apoderar de mí y los puntos negros en mi vista volvieron. Al parecer no fui el único porque Z cayó al suelo de rodillas y el flujo de sangre que salía desde su pierna era mucho más constante que antes.

- ¡Mierda! los dos necesitan ir a la mansión. Llamare a Butch para que nos recoja.
El viaje a la enfermería de la mansión fue como me lo esperaba. Tenía el hombro dislocado y Doc Jane dijo que debería quedarme en casa por lo menos una noche para que sanara bien. Quería luchar, pero V que estaba parado junto a ella me dio solo una mirada y negó con la cabeza en un claro "ni lo intentes". Yo y Z nos debimos quedar por el resto de la noche en la sala de recuperación mientras todos los demás estaban de patrulla o buscando a Qhuinn y eso me estaba matando.

El amanecer estaba a pocas horas de alzarse cuando la puerta de la sala de recuperación se abrió a apareció Sophie por ella.

- ¿Como estas? - dijo cuando se apodero del asiento justo a mi - ¿duele mucho? - agrego acariciando las vendas de mi hombro.

- Estoy bien, no te preocupes.

- ¡Podrías dejar de decir eso! - dijo en un arrebato tan inesperado que tanto Z, Bella y yo nos quedamos impresionados.

Bella había llegado al cuarto solo minutos después de que nosotros llegáramos y me había extrañado no ver a Sophie, pero no le había dado mayor importancia no quería molestarla más de lo que ya lo hacía  y definitivamente no esperaba esta reacción de ella al aparecer aquí.

- Desde que  todo esto comenzó solo me dices que no me preocupe mientras me tengo que sentar a ver como sufres ¡no es justo para mí y mucho menos para ti pedirme eso! Virgen santísima Blay, soy como tu sombra desde que tengo recuerdos y jamás me habías desplazado de esta forma. No lo aguanto más, no me sentare a ver como sufres sin hacer nada ¿¡me oyes!? Antes era una niña a la que podías cuidar y realmente aprecio que me cuidaras después de la muerte de mi padre pero eso no te da derecho a ser condescendiente conmigo. Así que es mejor que te sientes en esa camilla y me digas realmente como estas ¡o lo averiguare por mi
misma!

El atónito silencio que lleno la sala era como un reflejo exacto de mi estado. Silencio, eso era lo que llenaba mi gran cabeza después de escuchar sus palabras. En realidad fue como si ella me hubiera golpeado pero sin usar los puños y a riesgo de que esto suene completamente descabellado eso me ayudo bastante. Estaba tan sumergido últimamente en mi mundo de desprecio, asco y odio por mi mismo que no me estaba preocupando de lo que realmente debía. Me estaba dejando llevar por la depresión y el pesimismo logrando nublarme la mente y la capacidad de razonar. Si yo realmente quería encontrar a Qhuinn simplemente debía calmarme y dejar que mi cuerpo lo sintiera, después de todo él tenía mi sangre en sus venas y eso me daba algo así como un GPS sobre Qhuinn.

La noche anterior lo había intentado pero había estado tan descontrolado y desesperado que no dudaba ni un segundo que mi angustia y mis pensamientos hayan logrado nublar mi juicio impidiéndome sentirlo como debía. Cuando la próxima noche saliéramos yo lo encontraría, estaba seguro y yo no dejaría que mis miedos se interpusieran entre él y yo.

- ¿Así que no me lo dirás? - mire a una cabreada Sophie que esperaba una respuesta y la primera sonrisa genuina después de un tiempo llego a mi rostro.

- Lo siento Ángel, he estado siendo un bastardo egoísta últimamente, pero de verdad estoy bien, mi brazo solo me molesta un poco y sanara en menos tiempo del que crees.

- ¿Y han encontrado a Qhuinn? - era extraño que ella me preguntara por Qhuinn, se sentía mal de muchas maneras, pero aun así me encontré siendo sincero con mi respuesta.

- No, no lo hemos encontrado y no tengo la menor idea de donde podría estar. Lo peor de todo es que me está matando no saber si él está bien - no sé quien estaba más sorprendido por mi honestidad, si yo o Sophie pero ella fue definitivamente la que se recupero primero y me sonrió de una forma que jamás lo había hecho.

Era extraño como  en sus ojos se reflejaba tanto la pena como la alegría, eso me tenía confundido, pero decidí no preguntar. Cualquier cosa que hubiera pasado por su mente o corazón para causar esa reacción había desaparecido igual de rápido que un flash de cámara.

Sophie se quedo conmigo hasta que amaneció y Doc. Jane nos dejo retirarnos a mí y Z con estrictas ordenes de reposo. Solo se nos fue permitido estar en la reunión que había convocado el rey al final de la última cena por órdenes estrictas de este.

En cuanto entramos nos encontramos con que ya todos estaban en la sala y solo faltábamos nosotros. El sofá que siempre ocupaba Rhage o  Butch o V ahora estaba desocupada para que Z pudiera tomar asiento. Para mí no era necesario yo solo tenía dañado el hombro pero John insistió en que me sentara gesticulando un simple "lo mejor es que no estés de pie justo ahora" esas simples palabras lograron que un escalofrió recorriera toda  mi columna vertebral y un frio glacial se instalara en mis huesos.

- Ya que todos están aquí comencemos con esto de una vez. Es oficial esta mierda de unos "súper  Lesser" o como los quieran llamar. Con lo ocurrido esta noche ya son dos los incidentes en donde hemos podido tener registro de ellos y como mencionamos antes son diferentes. Las cosas se están volviendo preocupantes, todos sabemos que si comenzamos a luchar con muchos más de ellos es más que  probable que obtengamos bajas y eso no podemos permitir que pase. Tengo a V tratando de recopilar la mayor información posible y poder juntar las piezas de este rompecabezas para poder saber cómo estos Lesser y el ataque a las mansiones de nuestra raza están relacionados.

- No he logrado encontrar nada importante hasta el momento, pero creo tener una pista por los últimos informes policiacos. Con Butch estamos interesados en dos en particular donde se registran robos masivos de artefactos y maquinaria médica, nuestro poli tiene una corazonada y en unas cuantas horas espero poder confirmarla. - dijo V con su habitual tono tranquilo.

- Ahora... las noticias en cuanto a nuestro muchacho no son alentadoras. Rhage y T encontraron el Hummer de Qhuinn desbalijado y abandonado en un tiradero de la zona sur. No encontraron nada que nos dijera donde esta Qhuinn pero el auto había sido claramente robado.

Qhuinn jamás dejaría su Hummer, es su bebé. Gesticulo John mientras todos en la sala asumían una nueva pose de preocupación en cuanto a la "huida" de Qhuinn...

- El chaval desapareció… - dijo Vishous en un gruñido que capto la atención de todos en la sala.

- Eso ya lo discutimos hermano - dijo Wrath lanzándole una de sus extrañas miradas ciegas y amenazantes a V - pero creo que tu puedes iluminarnos con tu comentario ¿que no nos estás diciendo? - demando Wrath mas que preguntar.

- Yo sabía que él se marcharía, lo vi. Le deje las llaves de uno de mis lugares en el área Sur de la ciudad. Lo fui a revisar esta noche después de que Rhage y T encontraron el Hummer, pero el chico no estaba.  Las llaves y unas bolsas con alimento y bebidas estaban a poca distancia del lugar y no había rastro de él.

- Tu ¿QUÉ? - el gruñido de Wrath retumbo en las paredes y la temperatura del cuarto bajo unos grados.

- Yo sabía dónde estaba Qhuinn - repitió el hermano.

- ¡¡¡Que jodida mierda estuvieron haciendo los hermanos toda la noche si tu ya sabias donde estaba el crío!!! ¡JODER!  ¿Dónde. Esta. Qhuinn? -  nunca había visto a V ponerse tan tenso, pero no me podía importar menos el "cómo" se sintiera el hermano. Un muy mal presentimiento estaba pesando sobre la habitación y todos estábamos atentos a sus siguientes palabras... 

- Creo que está en manos de los Lesser mi señor - el gruñido que retumbo esta vez no venía del rey.

Una esencia picante comenzó a volar y llenar cada rincón del lugar. Sentí como mis colmillos se expandían y mi labio superior se contraía. Una sed de sangre se apodero de mí y di un paso en dirección a Vishous. Mi mente estaba enfocada en reclamar la sangre del culpable de que Qhuinn no estuviera justo a mi lado en este momento.

- ¡BLAY! detente muchacho - sentí como los brazos de Phury me rodeaban el pecho y las manos de John también aparecieron justo antes de que se interpusiera en mi camino y comenzara a gesticular, pero sin lograr que yo lo mirara. Solo estaba enfocado en el hermano de la perilla que estaba hablando con el rey.

- Registre toda el área y habían manchas de sangre en un callejón un tanto alejado, pero no había rastro del muchacho. Busque algún signo en el cuarto y pude comprobar que había pasado el día en el lugar pero nada más.

- Contrólate Blaylock, o pateare tu culo fuera del maldito cuarto- gruño el rey al tiempo que presionaba sus sienes con sus manos - Vishous hablaremos luego de esta falta, no lo puedo dejar pasar y en cuanto a los demás las ordenes cambiaron, la prioridad ahora es encontrara a nuestro muchacho y traerlo a salvo a casa. Ahora, ¿alguien tiene alguna sorpresa que agregar para terminar la jodida reunión y poder irme con mi Shellan?

- Yo -mi voz era casi ininteligible con los colmillos y el gruñido permanente que retumbaba en mi pecho - Puedo encontrar a Qhuinn. Solo necesito estar en la zona sur de la ciudad.

- Doc. Jane dijo que tú y Z están fuera de ronda Blay  y en tu estado actual no me sirves en las calles. Serás una carga extra para los demás.

- ¡¡Yo tengo todo el jodido derecho de buscarlo!! él es MIO y nadie va impedir que lo haga...

- El ya no es "tuyo" hijo, perdiste ese derecho cuando reclamaste a una hembra como tu Shellan.

La vergüenza que esas palabras trajeron me aplastó como nada lo había hecho hasta ahora. "Esto es mi culpa" ese pensamiento me golpeo consumiendo todo el enojo, y la vergüenza fue el único sentimiento que quedo en su lugar. Un nudo se formo en mi garganta y mis ojos picaron con las ganas reprimidas de descargar mi frustración, pero ya no tenía las fuerzas ni el derecho para derramar esas lagrimas. Mirando al suelo e intentando cubrir mi rostro me pare frente a la mesa del rey y con la voz quebrada le pedí... no, le rogué que me permitiera encontrarlo...

- Por favor, yo puedo encontrarlo... nosotros... nosotros intercambiamos sangre y yo... yo podría sentirlo si estoy cerca de él. Solo... solo déjeme encontrarlo y luego volveré a la mansión por cuenta propia - el sonido que salía de mis labios era irreconocible para mis oídos. No podía creer que ese sonido lastimero fuera mi voz, pero al mismo tiempo no me podía importar menos.

- Esta bien, saldrás con V y Rhage a patrullar la zona en cuanto anochezca y cuando lo encuentres te quiero de inmediato en la mansión. Los demás se encargaran de todo ¿quedo claro?

Hubo asentimientos de cabeza generalizados y luego murmullos de aprobación antes de que la reunión terminara.

Por el resto del día me quede perdido en una bruma de desesperación y arrepentimiento que muchas veces no me dejo respirar. Esto no debería haber pasado, todo había salido mal y en mi fuero interno sabía que el único que había llevado las cosas a este extremo era yo. Las horas despierto y solo me ayudaron para poder revivir cada minuto y cada segundo en que había comenzado a hacer todo mal y  como transforme algo que iba de las mil maravillan en esto.

Todo esto lo abría podido evitar si simplemente hubiera dejado de ser tan cobarde y enfrentado las cosas. Las inseguridades que poco a poco se habían apoderado de mí en el transcurso de los años habían logrado separarme de Qhuinn. Todos esos desplantes, discusiones, escenas y demás que había soportado de Qhuinn lograron crecer como una planta en mi interior y cosechado frutos, transformándose  en la desconfianza, el miedo, la inseguridad, pero sobre todo el rencor... de alguna forma ese sentimiento había crecido en mi de una forma tan sigilosa que jamás fui capaz de notarlo, pero ahí estaba como un elefante rosado en la habitación que por más que trataras de olvidar al final siempre lograba que lo notaras. Tarde o temprano te darías cuenta que "algo" no estaba bien y para mi completa vergüenza yo lo había notado demasiado tarde...

La noche llego tan sigilosa y calmada como siempre. Me dirigí al gran manzano bajo las escaleras donde me esperaban V y Rhage ya preparados. Yo no había hecho más que cambiarme después de no haber logrado dormir en todo el día.

Sabía que me veía como la mierda por lo cual no me sorprendió cuando los hermanos se me quedaron mirando con unos ojos llenos de compasión y algunos otros con preocupación. No dije nada y solo seguí las instrucciones de V como una marioneta porque así es como me sentía, como un títere vacio al cual le habían cortado los hilos...

Me desmaterialice en la zona seguido segundos después por Rhage y V, pero fue superficialmente consciente de ellos. Mi sangre comenzó a tirar en cuanto llegue a la zona y seguí el hormigueo de esta sin detenerme a pensar... me desmaterialice nuevamente llegando a un extraño lugar. Era una construcción en ruinas que se notaba abandonada hace muchos años. Las paredes estaban decoradas con diversos trazados o dibujos de típicas bandas juveniles y se podía percibir el hedor a orina y otros fluidos corporales provenientes de los vagabundos que seguramente se habían apoderado del lugar.

Con paso decidido me dirigí a dentro de las murallas y seguí el zumbido de mi sangre hasta el sótano. Un lugar oscuro y con las mismas caracterizas que toda la construcción en general. Solo que aquí era más notoria la presencia de humanos.
Me puse de pie en el centro del área y pude sentir como claramente el zumbido se transformaba en un tirón casi tangible de mi pecho hacia la superficie bajo mis pies.

Intente desmaterializarme sin importarme que alguno de los humanos lo notara pero me fue imposible. Algo me impedía la entrada al lugar y en mi interior todo mi ser me estaba gritando que Qhuinn me necesitaba desesperadamente...                                   


Qhuinn:

Hijos. De. Puta. Me estaba cabreando de este jueguito, dos Lesser rápidos más un vampiro semi ebrio es igual a un real infierno, apenas me vieron los cabrones se echaron a correr en vez de enfrentarme, lo que me pareció extraño pero ni modo, no los dejaría en paz, al fin mi cuerpo y mente sentían algo que no fuese dolor, o rabia, en vez de eso sentía adrenalina y anticipación por la lucha, y si esto era todo lo que obtendría mientras estuviera aquí, que así fuese.

Continué corriendo tras los cabrones, sabiendo en el fondo que no debía hacerlo, ya había pasado por esto antes y nada bueno había esperado al final, pero no estaba dispuesto a retirarme ahora, ansiaba la lucha, aunque no fuera ventajosa para mí, pero necesitaba esta distracción, así que hice caso omiso a esa vocecita racional susurrando en mi mente que me devolviera, a la mierda, en estos momentos necesitaba acción.

Los Lesser me condujeron por las desiertas calles que al parecer escogieron al azar, y cuando llegaron a una cercana al río se metieron por un callejón, bien, de seguro había un ejército esperando del otro lado, pero era poco lo que me importaba, saque una daga y lleve mi otra mano a la pistolera listo para lo que se avecinaba, reduje la velocidad y doble por el callejón listo para atacar, pero estaba vacío, aturdido di un paso hacia adelante y sentí un fuerte golpe en la cabeza que me dejó inmerso en la más pura negrura.

Un aletargamiento se esparcía por mi cuerpo y mi mente flotó durante la inconsciencia por solo la virgen sabe cuánto tiempo, un olor totalmente desagradable irrumpió en la bruma en la que me encontraba y poco a poco comencé a salir de la negrura, note automáticamente dos cosas, la primera, podía sentir como era arrastrado por un frío y muy húmedo suelo, y la segunda, no podía mover ni brazos ni piernas, cuando lo intentaba solo sentía un gran y ardiente dolor a la altura de los codos y rodillas, recupere poco a poco la consciencia hasta que estuve totalmente alerta, pero no me moví y mantuve la respiración quieta y los ojos cerrados ya que a juzgar por el olor a talco para beber, mis trasladadores eran sin duda Lesser.

Me mantuve quieto durante varios minutos pensando en la mejor manera para actuar, y puesto que no sentía del todo mis extremidades lo mejor sería no hacer nada por el momento, los Lesser que me arrastraban paraban cada pocos minutos quejándose por mi peso, hasta el momento pensaba que solo me llevaban a un lugar más apartado para matarme, pero no tomó mucho tiempo darme cuenta del por qué no me habían matado aun.

-Ya me estoy imaginando la cara del jefe cuando lleguemos con este pedazo de músculos- dijo una voz que sonaba bastante chillona, como la de un adolescente.

-Cállate y camina, este cabrón pesa una tonelada, y como no lleguemos pronto a la central se despertara y tendremos un gran problema entre manos- regaño otra voz que sonaba mucho más dura y muy enojada.

-Por favor, no me tomes por idiota, me preocupe muy bien de rebanar sus tendones, si despierta, no podrá moverse- se jactó el más joven.

Sentí como me dejaron caer y me desplome en el suelo sin moverme aun, el aire se revolvió y abriendo un ojo vi como el que tenía el cabello desprovisto de todo color tenía estampado al otro más joven y con el pelo solo levemente desteñido contra una pared de lo que parecía ser un oscuro túnel, lo tenía agarrado de la camiseta, y sus narices casi se tocaban, lo miraba con una ira que yo solo había visto pocas veces y lo que le dijo me dejó helado.

-Tú no sabes lo que cuesta pelear con estos vampiros chico, no tienes ni la más puta idea de lo que es ver como masacran en un pestañeo a otros Lesser, eres un crío que está jugando a ser héroe, deberías agradecer de rodillas cada noche que no has peleado cuerpo a cuerpo con un desgraciado de estos aún, porque no estarías así de sonriente en estos momentos, querrías tener a este -me dio una fuerte patada en las costillas enfatizando lo que decía- lo más lejos posible

-Ahora- volvió a decir el Lesser que al parecer estaba al mando.- ayúdame a llevar a este cabrón, el médico estará feliz de tener donde escarbar y sacar a gritos las debilidades de su asquerosa raza a este idiota.

Me estremecí al darme cuenta de la situación, me estaban llevando por un túnel subterráneo a la virgen sabe dónde, con un médico para que prácticamente me abra en canal y vea que hay dentro, el miedo me golpeó rápidamente, si, sentía miedo, todo podría acabar aquí y ahora, aunque prácticamente es lo que estaba esperando, pero en el fondo sabía que no estaba listo, y maldita sea no dejaría que me cortaran en trocitos, al menos no sin antes luchar, y si lo miraba en perspectiva en realidad no era tan malo, ciertamente podría ser peor, podrían haber atrapado a algún hermano, o a… Blay, pero no había nadie cubriéndome las espaldas, ningún compañero de lucha, nadie buscándome, estaba solo, yo contra lo que sea que tenía por delante.

Quitando las emociones de mi mente por un momento, me relaje y deje fluir mis sentidos… podía oír… gotas, goteaba a lo largo del túnel que a juzgar por el eco que producían las botas de los Lesser, era angosto y muy largo, el lugar olía a alcantarillado, y probablemente estábamos muy cerca de este, si es que no en él, porque el piso era de tierra, podía sentir piedrecillas raspándome las piernas en los lugares que mi pantalón se había desgastado, abrí los ojos solo un poco para ver que todo estaba oscuro… lo cual era perfecto, ya podía sentir mis extremidades curándose rápidamente, al parecer el chico había alardeado con su trabajo sobre mí, porque de haber cortado realmente los tendones no podría moverme aun, el solo rebanó un poco haciéndome el trabajo mucho más fácil.

Esperé el momento oportuno para atacar, el que se presentó justo cuando el más joven tropezó al parecer con una piedra y cayó al suelo soltando el brazo por el que me arrastraba dejándome libre el lado derecho del cuerpo, maldiciendo los túneles no le di tiempo de ponerse de pie, me solté del agarre del otro lesser y me lancé directo a la cabeza del chico, él chilló de miedo y sonreí como el depredador que era al desgarrarle la garganta con los dientes, de pronto me sentí con sed de sangre y a pesar de tener los brazos aun curándose comencé a golpearle el cráneo una y otra vez con mis puños hasta que su rostro fue irreconocible y tenía las manos cubiertas en aceitosa y apestosa sangre negra, solo en ese momento me di cuenta de que el otro lesser más viejo no había hecho absolutamente nada para atacarme y el muy cabrón me miraba con sorna, lleve mis manos a mi pecho en busca de mis dagas pero no encontré nada, el cabrón rió abiertamente lo que me llevo aún más al límite.

-¿Buscas esto?- sacó las dagas del bolsillo de su chaqueta de cuero- lo lamento, pero por el momento quedan confiscadas-  y se las volvió a guardar como si ignorara el hecho de que yo era un vampiro y que podría arrancarle la garganta en un segundo… que es exactamente lo que haría.

Di dos pasos hacia adelante acechando, me tomaría mi tiempo matando a este arrogante cabrón de mierda, y luego saldría de aquí y volvería…. a llevar lo que tenía de vida. Un ruido casi imperceptible a mis espaldas me alertó demasiado tarde, y cuando me voltee a atacar a quien fuese que estuviera ahí volví a oír la risa triunfal del Lesser que tenía mis dagas, sentí un aplastante dolor en la nuca y la negrura me absorbió una vez más, enviándome flotando a la nada.

Cuando recobre la conciencia lo primero que sentí fue un dolor punzante en la cabeza donde al parecer me habían golpeado y frío, hacia muchísimo frio, despacio recobre todos mis sentidos y me di cuenta que estaba sobre una superficie pequeña plana y fría, aunque muy firme, automáticamente intente moverme y abrí los ojos como platos al notar que no podía, estaba amarrado de pies y manos con bandas de acero reforzado que estaban soldadas a la superficie en la que me tenían recostado, intente mover la cabeza la cual también estaba fijada por unas protuberancias que me mantienen totalmente inmóvil, incluso había algo que me tenía fuertemente fijo a la altura de la cadera, otra banda de acero podía suponer, porque podía sentir mis moléculas atrapadas en el lugar, si tuviera la fuerza necesaria para desmaterializarme doy por sentado que no podría, joder, los cabrones habían pensado absolutamente en todo.

Mire a mi alrededor nuevamente hasta que note que había alguien sentado en la esquina más lejana de la habitación, era el Lesser que me había quitado las dagas, me miraba con una expresión desafiante y no pude menos que maldecir al verme atado e imposibilitado para moverme y arrancarle la garganta al infeliz.

-Devuélveme mis dagas maldito hijo de puta- no tuve ni que terminar de escupirle las palabras para que el cabrón se pusiera de pie y caminara hacia mí.

-Si las quieres de vuelta, tendrás que cooperar con nosotros, y créeme, si sabes lo que es bueno para ti, lo harás- me hablaba como si fuera uno de sus subordinados lo que me cabreo aún más.

-Que te den- gruñí entre dientes.

-Oh bueno, ya que estas con ese humor te presentare a mi jefe y al Doc; de seguro ellos te harán soltar la lengua… literalmente claro- dicho esto se fue a la virgen sabe dónde dejándome solo, pero al cabo de un rato la puerta se abrió de nuevo mostrando al mismo cabrón acompañado de otro Lesser más alto que él y uno con una bata blanca.

Al parecer dicho doctor también era un Lesser, los tres apestaban a talco para bebes, pero también el más alto era imponente y tenía un rostro analítico y frio, podía notar claramente que era el líder en el lugar, él se acercó a mí y quedando a escasos centímetros de mi rostro me inspecciono detalladamente este mismo procurando no tocarme.

-Valla valla, pero que tenemos aquí, un vampiro desamparado y abandonado a merced de sus captores- su voz era fría y desprovista de todo tipo de emociones- envié a mis hombres por unos reclutas y mira lo que me trajeron, no es que me queje, teníamos planeado capturar a algún hermano por lo pronto, pero los planes aun no estaban listos, aunque gracias a ti, has hecho todo mucho más fácil. Ahora, hare esto más fácil para ti y para mí, dime donde se ubica la hermandad y no prometo dejarte salir de aquí, pero si una muerte rápida, porque al final del día, recuerda esto, estarás rogando por ella.

Sus palabras no hicieron más que sorprenderme, así que este era el jueguito que quería jugar, interrogatorio, me preguntaría cosas acerca de la hermandad que yo debería responder para que fuesen felizmente a tender una emboscada al que fue una vez mi hogar y mataran a todas las personas que me han importado, si, que le den por culo, prefería aguantar cualquier tipo de tortura que exponer a la hermandad, se los debía, aunque fuera el último acto que hiciera por ellos, los protegería.

-Vete a la mierda-fueron las únicas palabras que dije, y el sonrió maquiavélicamente casi como si hubiese esperado que yo dijera eso, se dio media vuelta hacia el de bata blanca y asintió.

El supuesto doctor fue con una mesa metálica con rueditas hacia uno de los estantes cerrados en un extremo de la habitación, saco un montón de cosas que no pude ver y luego movió la mesa hacia mi lado, ahí pode ver un montón de herramientas, pinzas, escalpelo, dagas pequeñas, unos recipientes con líquidos extraños y muchas jeringas, el “jefe”  tomo una de las dagas en sus manos y la dio vuelta jugando con ella, se acercó y la hundió en mi costado sacándome  un aullido de dolor que intente suprimir, pero la verdad era que dolía como la mierda la sangre comenzó a manar y con la daga aun enterrada en mi costado la retorció y jugó con ella moviéndola en círculos aun dentro de mi cuerpo, mis colmillos aparecieron dejándose ver en un siseo, pero mordí mi lengua hasta probar sangre y no dije una palabra, solo aguante de la mejor forma posible.

-Entonces… ¿dónde me decías que se encontraban? creo que no te oí bien- el idiota seguía sonriendo mientras jugueteaba nuevamente con la daga ahora ensangrentada.

El dolor se expandía con rapidez por mi cuerpo, si bien no había pasado mucho tiempo sin que me alimentara, en las últimas horas había perdido mucha fuerza con los golpes que me dieron para dejarme inconsciente, por lo cual podía sentir que mi cuerpo tardaba más de lo normal en sanarse, en este estado tardaría unas cuatro a seis horas en recuperarme de la puñalada, siempre y cuando no hubiera atravesado ningún órgano importante, de ser así, podrían ser hasta doce horas, lo cual me dejaba totalmente jodido, ya que a simple vista podía notar que estos Lesser tenían de todo, menos paciencia. Pero hicieran lo que hicieran, no salvaría mi pellejo a costas de los hermanos.

-No sabía que aparte de impotentes todos ustedes eran sordos también, algo que definitivamente anotare en mi libreta de notas- mirándome con total odio, el Lesser al mando se movió rápido y poso su daga justo sobre mi corazón presionando levemente haciendo salir un hilo de sangre.

-Debería matarte ahora maldita escoria suicida, pero eso sería ser misericordioso y me sirves mucho más vivo, me encantaría ver la cara de tus preciados hermanos cuando encuentren lo que quede de ti después de que terminemos contigo- se dio la vuelta hacia el que tenía bata blanca- Señor J, necesito saber exactamente con que velocidad se cura, es todo tuyo para que lo compruebes, volveré en unas horas, espero que lo mantengas consciente y que no pierda demasiada sangre, aun necesito mi entretención con él.

Dicho esto salió de la estancia con pisadas firmes, cerrando la puerta tras él, grito varias cosas que realmente no entendí y se oyeron muchas pisadas por el pasillo, haciendo que me preguntara donde diantres me encontraba y a  cuantos Lesser tenían reunidos aquí, por lo que sabía jamás trabajaban juntos muchos de ellos.
Volviendo mi atención a mi acompañante de bata blanca, observe que a pesar de tener una apariencia más bien apacible en comparación a todos los demás con los que me había encontrado tenía una mirada totalmente desquiciada, la locura asomaba por esos descoloridos ojos.

-Bueno bueno, creo que tenemos una larga cita tú y yo- y eso fue todo lo que dijo antes de retirarse y tomar de una pequeña mesa un implemento muy similar a una navaja, al acercarse pude ver que era un escalpelo, apretando mi mandíbula y preparándome para lo que venía vi como el muy bastardo colocaba la punta del escalpelo en la superficie de mi piel, en el área del antebrazo y sin reparo enterraba la jodida cosa como si examinara a cualquier rata de laboratorio. sentí y vi como la sangre comenzaba a brotar por la herida y me obligue a contener un gruñido de ira preparándome psicológicamente para lo que sabía vendría.

El bastardo volvió a  incrustar el escalpelo en mi antebrazo ahora de una forma muy superficial, la sangre broto solo un poco en la línea de poco más de cuatro centímetros, y observo en silencio los pocos minutos que tardo en sanar,  tras cada corte la profundidad aumentaba y el sudor frio de mi cuerpo también, espasmos de dolor involuntarios lograban que me moviera en los momentos menos acertados haciendo las incisiones más insoportable, hasta que comenzó a profundizar hasta llegar al hueso del antebrazo, a estas alturas la sangre manaba profusamente de este y la herida tardaría muchísimo en cerrar sin contar que dolía como la mierda.

Luego de un tiempo lo vi detenerse y alejarse, por un segundo tuve la esperanza de que todo había terminado pero luego lo vi volver con unas tijeras y corto mi camiseta dejándome el torso descubierto.

Pensé que continuaría lacerando mis brazos hasta que acerco un pequeño soplete, el color abandono mi rostro, las pocas esperanzas que quedaban de poder salir completo de este lugar murieron en el preciso instante en que comenzó a calentar una daga. Con una sonrisa maquiavélica en su rostro puso la daga de forma horizontal sobre mi torso, ésta estaba al rojo vivo y no pude parar el grito en mi garganta, el olor a carne quemada inundo la pequeña estancia y pude sentir perfectamente como mi piel se chamuscaba y me dejaba en carne viva, por suerte las dagas no eran muy grandes, pero si lo suficiente para hacer bastante daño, repitió el proceso varias veces hasta que estuve removiéndome sobre mis amarres rogando por la inconsciencia, el dolor era abrasador y el olor de mi propia carne siendo quemada me estaba volviendo loco… luego de lo que parecieron horas y probablemente fueron minutos, el infeliz dejó de quemarme y puso la jodida cosa a un lado haciéndome casi suspirar de alivio, tomo su libreta y comenzó a observar las heridas.

Luego de un rato y al ver que las jodidas quemaduras no cicatrizaban el “Doc.” volvió a tomar el escalpelo y mi estómago se hundió en respuesta, mantuve mis dientes apretados y mi mente lo más tranquila posible para afrontar lo que venía, y bien que lo hice, al parecer el cabrón se aburrió de esperar y ahí donde estaban las cicatrices de quemaduras comenzó a rebanar capas de piel como si se tratase de laminar un queso, comenzó con una quemadura particularmente fea que estaba justo por sobre mi ombligo, sentí claramente como desprendió la primera capa de piel quemada arrancándome un siseo de dolor al sentir como esta era extraída con ayuda de sus dedos, que se metían en la herida haciendo el proceso mucho más doloroso, continuó sacando capas de piel hasta que llego al músculo y aun así quito otra capa delgada más, yo no podía más que contener el aliento cada vez que el frio cuchillo cortaba parte de mi carne y sus dedos se metían palpando lo que había bajo mi piel, se detuvo un momento para clasificar todo lo que había extraído de la herida y dejarlo en algunos recipientes y pasar una gasa por mi torso ahora ensangrentado para encontrar el resto de las heridas.

Repitió el proceso en todas las quemaduras que había hecho dejando al menos 5 parches de músculo expuesto en distintas profundidades y de distintos tamaños, en el proceso a causa del dolor me había desmayado un par de veces pero el muy hijo de puta me despertaba echándome agua encima solo para continuar con la carnicería que estaba haciendo.

El sudor y sangre se mezclaban por absolutamente todo mi cuerpo y el frio se había apoderado de cada centímetro de mi piel hasta el punto de hacer castañear mis dientes cuando el Lesser que me había apuñalado regreso, mi cuerpo no pudo más que protestar al saber que probablemente venia otra ronda, solo podía agradecerle a la virgen que no me hubiese cortado ninguna extremidad aun, porque se llevaría una gran sorpresa y yo un gran dolor al momento que notara que esta no volvería a crecer, mi cuerpo palpitaba por completo y en la condición que me encontraba hasta la pequeña brisa que se levantaba al abrir o cerrar la puerta aumentaba el palpitante dolor de todas mis heridas

-¿Cómo ha ido la cita Doc.?- pregunto el cabrón acercándose a ver mis más recientes heridas esparcidas por todo mi pecho y brazos, las cuales eran poco visibles por toda la sangre que me cubría.

-La verdad es que si se cura rápido pero no tanto como pensábamos, los cortes que traspasan las capas de piel o superficialmente al musculo se curan en cuestión de minutos, pero cuando hago una herida más abierta que llega al hueso tarda mucho más en sanar, las quemaduras no sanan de la misma forma que los cortes como puede ver, las cicatrices quedan bastante feas y no curan, así que las corte todas para ver la regeneración  músculos la cual es muy lenta, aún hay heridas abiertas que he hecho hace varias horas de manera profunda- el Lesser escuchaba atentamente y asentía observándome como si fuera una rana que estaban abriendo en un laboratorio.

-En cuanto a tejidos la regeneración es como la de cualquier humano, solo que más rápida, no aparece piel nueva como por arte de magia, lo cual me hace estar casi seguro que en caso de cercenar alguna extremidad, esta no volverá a crecer, no quise correr ese riesgo por lo que no corte nada, aquí puede ver- metió su dedo en varias heridas que aun ni comenzaba a sanar sobre pecho y sobre las costillas donde había hecho un profundo corte de al menos 15 cm que no estaba sanando y no había dejado de sangrar, lo que me hizo apretar los dientes del dolor.

-La piel no vuelve a crecer, pero el musculo si se cura, estos de aquí- metió su dedo justo sobre mis costillas-los hice hace una hora más profundos de lo que se ve y no veo señales de que crezca piel nueva, y en cuanto a la herida que le hizo antes de irse ya está curada internamente, no paso a llevar ningún órgano pero la herida aún no se cierra y ocasionalmente sangra, lo que me lleva a pensar que el sujeto en cuestión está más débil de lo que debería, no sé en qué se basa su dieta ni que puedo darle para que recupere fuerzas y verlo curarse en su estado normal, y no he querido tomar decisiones al respecto, espero sus órdenes.

Y diciendo esto retrocedió dejando que el cabrón se acercara a mi ensangrentado cuerpo y hurgara en mis heridas que aún no se curaban abriendo de paso algunas con sus sucias uñas. Yo me mantuve quieto, exactamente igual que durante el tiempo que el otro hijo de puta jugó con mi cuerpo, la verdad era que me sentía muy débil y sip cada trozo de piel que me faltaba había dolido como un infierno, pero no daría señales de debilidad, no lo había hecho nunca y no lo haría ahora con el enemigo como observador.

-Bien hecho señor J, límpielo y trasládelo en esa misma camilla a la zona de entrenamiento, ya vimos cómo se cura de forma interna, ahora veremos sus huesos a ver si se curan de la misma forma.

Diciendo esto nuevamente se fue dejándome solo con el “Doc.”, quien en silencio obedeció la orden y limpio mi sangre sin la menor delicadeza arrancando pequeños trozos de piel en el proceso.

-Si crees que esto fue malo, espera a ver lo que harán contigo ahí, creerás que lo que te hice yo fueron meras cosquillas- y sin más palabras salió de la habitación regresando al cabo de unos segundos con dos Lesser que se veían bastante fuertes, como estaba demasiado débil debió asumir que no podría hacer nada para defenderme en mi estado y estaba casi en lo correcto, ambos me desataron y me tomaron por los dos brazos sin esperar que me pusiera de pie, me arrastraron sin cuidado alguno llevándome hacia mi siguiente destino, haciendo que me preguntara cuanto de mi quedaría en unas cuantas horas más.

El pasillo por el que me llevaban era blanco pero muy sucio, el tipo de iluminación  gritaba a todas luces que me encontraba en un hospital, pero la suciedad y lo estropeado del lugar me hacía dudarlo, no pude más que quedarme quieto mientras me arrastraban ya que no lograba ponerme de pie porque si lo intentaba tiraban de mi aun con más fuerza haciéndome caer, me sentía muy cansado, casi al límite, lo cual ya me hacía preguntarme cuanto más aguantaría mi cuerpo antes de colapsar, pero sea lo que sea que me esperara ahora, lo soportaría en silencio, una cosa era que me sintiera débil, y otra muy distinta era que lo demostrara.

El trayecto no duro mucho, doblamos varias veces hasta que por un par de grandes puertas salimos a un terreno desigual que parecía ser un aparcamiento abandonado o a medio construir, ahí había una buena cantidad de materiales para entrenar esparcidos de forma desordenada por la estancia, varios sacos de boxeo colgados y muchos juegos de pesas, como también varias cuerdas gruesas y grandes neumáticos, me llevaron hacia el lugar más apartado y vacío en una esquina, de inmediato sentí como las miradas de todos los Lesser que estaban en el lugar se posaban en mí, por parte baja habían 20 de ellos, comenzaron lentamente a acercarse hasta que me rodearon en una medialuna.

El maldito Doc. miro a su alrededor y cuando confirmo que en realidad estaba totalmente rodeado y no tenía ningún lugar por donde escapar, hizo señas a los cabrones que me sostenían para que me soltaran y estos de inmediato lo hicieron y se fueron a mezclar con la multitud,  una vez suelto caí de inmediato al sucio piso de tierra, reuniendo toda la fuerza que me quedaba antes siquiera de ponerme de pie intente desmaterializarme, pero no pude, estaba demasiado débil incluso para planteármelo y a juzgar por cómo me habían mantenido anteriormente en el lugar, no me extrañaría que tuvieran toda la puta estancia reforzada con acero para evitar que me fuera, lo cual me hacía pensar en que realmente estos malditos pensaban traer a alguien de la raza pronto a este putrefacto lugar, pero eso ahora no importaba, reuniendo todas mis fuerzas me puse de pie con mis piernas temblorosas a causa de haber estado tantas horas inmóvil en esa jodida camilla, y todo el trayecto que me habían arrastrado, una vez en posición vertical, me estire todo lo que pude y alce la barbilla mirando a todos los cabrones hacia abajo, con la mayor dignidad que pude, esperando a lo que viniera.

De pronto el grupo frente a mí se abrió dando paso al Lesser al mando, el sin duda forelesser, este se situó entre la multitud y yo con una sonrisa cabrona en el rostro, me dio la espalda y se dirijo a sus subordinados.

-Señores, tenemos aquí a nuestro némesis, en nuestros dominios, hemos capturado a uno de los cabrones que son la razón de que nos juguemos el pellejo día a día para exterminarlos, así que aquí está su retribución, cada uno de ustedes tendrá la oportunidad de golpear a este hijo de puta como le plazca, con solo una condición, no lo maten, eso es lo único que no le concederemos, lo conservaremos vivo, la muerte será su único deseo y no estoy dispuesto a cumplirlo. Ahora, tomen su turno, en una hora más vuelvo por él, si alguno lo mata, me bañare en su apestosa sangre y lo cortare en tantos trocitos que ni siquiera será posible contarlos- y diciendo esto se acercó a mí, me dio un fuerte rodillazo en el estómago que me hizo doblar del dolor, luego se alejó y le dijo algo a uno de los Lesser de cabello totalmente blanco que me miraba fijamente, este asintió, y luego de eso, solo fui consciente de la forma en que todos me miraban con absolutas ansias.

Aun seguía doblado por el dolor del rodillazo cuando siento que me toman fuertemente por el pelo y me levantan hasta quedar totalmente erguido solo para poder ver como todos los Lesser a mi alrededor comenzaban a discutir por el derecho de golpearme primero, uno de ellos paso de la discusión que se formaba y me propino un fuerte derechazo que me dio justo en el pómulo y ojo izquierdos, sentí como colapsaban los vasos sanguíneos de este haciéndome ver todo rojo y muy borroso, gruñendo reuní fuerzas de donde no tenia y di un paso hacia adelante para atacar al cabrón pero eso solo causo que dos Lesser mas salidos de un rincón vinieran y me tomaran cada uno por uno de mis brazos.

-No iras a ningún lado hijo de puta, es nuestro turno- espeto el que me sostenía por el brazo derecho.

Y me di cuenta demasiado tarde, ambos Lesser que me sostenían por los brazos no eran Lesser normales, y no lo note por su apariencia porque lucían exactamente como todos los demás, fue su fuerza lo que los delato, y solo fui consciente de ello cuando ambos tiraron de mis brazos en direcciones opuestas con una fuerza que era anormal en ellos, y en el momento en que el dolor me asalto lo supe, estos eran esos “súper lesser”, el crujido que hicieron mis hombros al dislocarse me abrumo y el dolor que se apodero de mi cuerpo luego de eso fue aún peor, ellos al notarlo no me soltaron de inmediato, siguieron tirando como si se tratara de una cuerda, y justo cuando pensé que su intención era arrancarlos, me soltaron haciendo que estos cayeran flojos a mis lados, el dolor consumía cada fibra de mi ser pero no me freno para lanzarme hacia ellos a hacerles el daño que pudiera así fuera solo con mis colmillos. Gran error, en un abrir y cerrar de ojos todos ellos estuvieron sobre mi exigiendo su pequeña parte.

Caí trastabillando al suelo y me llovieron puñetazos en las costillas, en el rostro, patadas en la espalda, y hasta bofetadas, no pude hacer otra cosa que intentar pobremente proteger mis órganos vitales haciéndome un ovillo, lo cual no supe si fue mejor o peor, mi espalda se llevó la peor parte, las patadas llovieron de una forma que el dolor fue todo lo que pude sentir y no supe distinguir un golpe de otro, hasta que sentí como algo muy pesado aplastaba con todo su peso mi pierna derecha quebrando  probablemente la tibia y el peroné, se me escapo un grito de dolor pero la paliza siguió, ahora con la otra pierna.

 No sé cuánto tiempo habrá durado o en qué momento el dolor fue todo lo que pude sentir, pero así como comenzó, la paliza se detuvo abruptamente, intente moverme pero no pude, mis piernas estaban fracturadas y mis brazos dislocados, tenía un ojo reventado y al parecer varias costillas rotas, mi espalda ardía y dolía de una forma insoportable, solo podía imaginarme lo que habían hecho ahí, no pude hacer más que oír como unos pasos apresurados se acercaban a mí y tomaban mi pulso.

-¡Estúpidos!, el jefe dijo que no lo mataran y lo han dejado vivo por los pelos, ¡ustedes par de idiotas debían ver que quedara vivo, no ayudar a matarlo!- grito un poco más fuerte dañando mis ya heridos oídos.

Una sensación de fatiga se apodero de mí y comencé a toser ahogándome en mi propia sangre, no podía respirar y mi corazón se aceleró al pensar que aquí podía acabar todo, en el suelo, rodeado de Lesser como un perro sin honor, pero a pesar de todo, solo el saber que era yo y ningún otro me daba por pagado, seguí tosiendo hasta que mis pulmones no dieron más con el líquido y no pude respirar en absoluto, si tenía suerte, una costilla había perforado uno de mis pulmones y terminaría muriéndome en algunos cuantos minutos, pero no guardaba mucha esperanza, la vida solía ser una mierda para mí en todos los sentidos y no veía razón para que ahora fuera distinto, la negrura comenzó a absorberme y me deje llevar, rápidamente, porque en el fondo sabía que estos cabrones no me dejarían ir tan fácil.

El dolor me volvió a la vida, solo era consciente de él abrasándome y aferrándose a mí  por absolutamente todo mi cuerpo, intente abrir los ojos para ver dónde demonios me encontraba ahora y solo pude abrir uno y a medias por lo hinchado, todo lo que pude ver fue que me encontraba aparentemente en la misma habitación de antes o una muy similar, estaba nuevamente en una camilla en posición horizontal, mi espalda estaba al rojo vivo, como si me la hubieran desgarrado una y otra vez, mis piernas aun fracturadas estiradas derechas y mis brazos colgando  a ambos lados de la camilla porque dado lo ancho de mis hombros y que ahora no estaba amarrado no había espacio para ellos, caían inertes como dos pedazos de carne, que no podía sentir ni mover.

Intente moverme pero todo lo que conseguí fue que el dolor se multiplicara, no había centímetro en el que no estuviera golpeado, magullado o fracturado, frente a mi queja el mismo cabrón de delantal blanco apareció en mi campo de visión con una expresión…. preocupada.

- Que bueno que despertaste, pensé que no te tendríamos de vuelta, y dado que tu muerte acarrearía inmediatamente la mía por incompetente, a ninguno de los dos nos conviene, el jefe te quiere sano, ya ha probado tu resistencia así que en unas semanas cuando te recuperes, intentaremos contigo lo mismo que intentamos con los nuestros, así que alégrate, tienes dos potenciales opciones en tu futuro, o te vuelves más fuerte bajo nuestro control… o te mueres, yo que tú realmente me alegro.

El cabrón se paseó por la estancia y conecto una vía intravenosa en uno de mis inútiles brazos, yo no tenía jodida idea de que estaba haciendo pero el parecía seguro de sus movimientos, abrió uno de sus gabinetes y buscando algo, y cuando lo encontró dio un largo suspiro.

-Bueno, como no tenemos humanos aquí o nadie de tu raza, solo procurare brindarte los nutrientes que cualquier ser vivo necesita, con esto debería ser suficiente hasta que consigan traer a algún otro vampiro o humano para desangrar y poder alimentarte - tranquilamente tomo una bolsa transparente y la colgó cerca de mi conectándola a la vía cuidando de que callera en un constante goteo directo  a mi vena, me congele al instante en el que vi lo que era… SUERO.

A pesar de que no podía pensar bien a causa del dolor, mi futuro quedo claro en el instante en que lo vi, lo que ellos creían que me salvaría seria mi condena a muerte, todos sabían que este conjunto de solución salina nutre a los humanos y cualquier ser vivo, los mantenía a base de un conjunto de nutrientes y sales para evitar la deshidratación y desnutrición, pero lo que ellos no saben es que la sal de cualquier tipo le hace a los de nuestra especie, y esto obviamente incluye a la cantidad de sodio que contiene el suero que tenían inyectado a mi vena, mire como las gotas caían a un ritmo constante y me sentí tranquilo por algún motivo, ellos no tenían absolutamente ninguna forma de saberlo, así que ahora solo era cuestión de tiempo, comenzaría a debilitarme hasta que la sal entrara por completo en mi sistema y me destruyera por dentro, posiblemente sería muy doloroso, pero en estos momentos no podía pensar en más dolor del que ya sentía, así que cerré los ojos y por alguna razón justo en estos momentos vi unos azules mirándome con total  desapruebo,  “lo siento Blay”, pensé, este es mi último sacrificio, moriré para protegerte a ti y a la raza… solo espero… que seas feliz.

 Y así, ignorando el dolor que sabía no me volvería a abandonar, hice lo único que podía dadas mis condiciones… recordar. Recordé todos los momentos felices de mi vida, y lo triste de eso fue… que en absolutamente todos estaba Él.

6 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. ¿¿Alguien sabe si esta historia continuará?? Por favor!! No se puede quedar así!!! Espero que alguien me haga el favor de sacarme de dudas. Gracias!!

    ResponderEliminar
  3. hola, ciertamente sentimos mucho haber dejado toda la historia hasta casi su final, la verdad es que desde hace un año por motivos personajes dejamos de escribir pero poco a poco hemos retomado y esperamos poder tener el capitulo final de esta historia dentro de los meses proximos, realmente sentimos mucho la espera...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por responder! Me das una alegría!! Enhorabuena por la historia, de verdad está muy bien escrita. Espero leer el final pronto.

      Eliminar
    2. Muchas gracias por responder! Me das una alegría!! Enhorabuena por la historia, de verdad está muy bien escrita. Espero leer el final pronto.

      Eliminar
  4. ¡Hola! No pierdo la esperanza de que acabéis la historia....porque la terminareis, ¿no? Gracias.

    ResponderEliminar