miércoles, 24 de julio de 2013

Capitulo 11 "Sueños Separados"


Qhuinn

                            Blay

Blay:


Bajar por las escaleras de la mansión era lo mismo que caminar sobre un río de sangre, sobre MI sangre... el rojo característico de la alfombra asimilaba tan bien el rojo de la sangre, que la imagen de mí mismo desangrándome en estas escaleras sin saberlo, no lograba salir de mi mente... "OK, pensamiento depresivo una vez más" negué para mí mismo e intente dejar de ser tan malditamente llorón por una decisión que nadie más que yo me había obligado a tomar.




Seguí mi camino en dirección al comedor para sentarme con todos en la primera comida y también para encontrar a Sophie. Había despertado solo en la mañana y me había preocupado... "Después de ponerte malditamente feliz al pensar que todo era un mal sueño" y...ahí iba otra vez esa voz en mi mente. Desde ayer la cabrona no me dejaba en paz, marcando y haciendo notar cada estado de ánimo o reacción que tuviera algo que ver con Qhuinn. Era como si una parte de mí mismo se revelara contra mí y estuviera pateando mi mente por dentro y dejando nada más que destrucción a su paso.


Una parte egoísta de mi estaba feliz al saber que después de todo aun cuando me había ganado el deber ante... no, había ganado el deber, dejémoslo así. Estaba feliz de saber que mi mente consciente y la parte racional de mi aun defiende lo que podría haber sido con Qhuinn. Dios me estaba convirtiendo en un maldito loco feliz por escuchar voces en su mente, luego tendría un amigo imaginario con ojos dispares, pelo negro, tatuajes, perforaciones y... ¡STOP! "OK es definitivo mi mente es una puta traidora"
Llegue al final de las escaleras frustrado conmigo mismo y hundido en mis propios pensamientos. 



Cuando entré al comedor, choqué directamente con una pared sólida de músculos tan fuerte que quedó sentado en el suelo. Cuando miro hacia arriba con la disculpa en la punta de la lengua me encuentro con unos ojos color azul hielo mirándome directamente, por algún motivo el hermano me miraba como si buscara dentro de mi alma y eso me puso malditamente incomodo... abrí mi boca para decir algo justo cuando el hablo.

- Ten cuidado con lo que haces chico, lo próximo podría ser peor que una caída.


Eso fue todo, no despedidas no miradas de alma, no nada más. Simplemente eso y luego él se marchó con su paso firme como siempre y yo me quede justo donde estaba con el culo en el suelo y mis ojos fijos en su espalda. El hermano hizo referencia a otra cosa, estaba completamente seguro...Me senté finalmente en la mesa con la mente en otra parte, ahora era definitivo, todo esto era una real mierda. "¿Que hice?" me pregunté por quizás milésima vez a mí mismo. En el fondo de mi mente la respuesta seguía estando clara, lo sabía, así como sabía que se escapaba de mis manos cada vez que intentaba llegar a ella. Aun no lo comprendía, no era común en mí perderme algo, pero simplemente no lograba captar esos pensamientos que estaban en lo más profundo de mi mente...

El comienzo de la noche paso como un borrón de acontecimientos difusos y sin sentido, no estaba bien en absoluto pero cuando una hora después de la primera comida me llega un mensaje de V donde dice las rondas de la noche, mi cuerpo se movió automáticamente al cuarto y posteriormente a mi ropa de combate y las armas.

Había visto por un segundo a Sophie al entrar al cuarto pero luego ella se excusó diciendo que tomaría una ducha y no salió antes de que dejara el cuarto para irme a la patrulla de esa noche. Asumí que ella estaría preparando todo para... bueno, lo que sea. En este momento estaba en guardia, estábamos a minutos de irnos a patrullar y mi deber era estar atento y no poner en peligro la vida de ninguno de los hermanos que salían conmigo esta noche.

Las calles de Caldwell estaban tranquilas, anormalmente pacíficas, y un malestar se sentía en el aire. Phury y Zsadist caminaban en guardia mirando a todos lados como si en cualquier momento alguien iba a saltar a sus espaldas. El sentimiento de inquietud era inconfundible y estaba destrozando mis nervios. Estos días yo no era una buena compañía y en una patrulla donde la tensión se podía sentir tan plenamente, estaba completamente seguro que mi estado actual de ánimo no mejoraba para nada el trabajo.

Pasamos toda la maldita noche dando vueltas sin rumbo por el sector oeste de la ciudad sin rastro de lesser o actividad de ningún tipo, mis terminaciones nerviosas estaban tensas de tanto estar en guardia y por la postura rígida que manteníamos, en mi interior podía sentir que el amanecer estaba a unas pocas horas y no podía estar más malditamente agradecido. Solo quería terminar esta noche llegar a la mansión y poder dormir o por lo menos inténtalo. El día anterior eso había sido completamente un fracaso, sentir el calor del cuerpo de Sophie tan cerca en la cama jamás me había molestado hasta anoche, claro ahora no teníamos 10 años ni nada, pero jamás pensé que sentir su olor, su presencia y su calor al otro extremo de la cama me fuera a perturbar a tal grado. No había logrado dormir hasta bien entrado el día y esperaba que este día no corriera la misma suerte...

- ¿Blay? ¿Me estas escuchando? - doy un respingo y despierto de mis pensamientos para encontrar la cara de Phury a centímetros de la mía - dijo que nos vamos a casa hijo.

- Perdón, yo... sí, claro, casa...


- Deja de pensarlo tanto y mueva el culo crio, la patrulla ya termino por hoy - dijo Zsadist y luego simplemente se desmaterializo.


Phury no se movió de su lugar, se quedó mirándome fijamente hasta el último segundo en que me desmaterialice en dirección a la mansión. El macho llegó pisándome los talones y los dos cruzamos las puertas dobles de la mansión al mismo tiempo.


- Creo que deberías tomar un descanso hijo, ve a tu cuarto relájate o no se... te ves algo... perturbado.- Gracias, creo que eso haré - sin decir nada más subí por las mismas escaleras rojo sangre por las cual había bajado al comienzo del día con esos pensamientos tan malditamente deprimentes... "joder Blay ¡deja de llorar como una maldita nena por todo! tu eres quien tomó la decisión deberías hacerte cargo de tus actos"

Con un dolor de cabeza innegable por las constantes peleas conmigo mismo me dirigí a mi cuarto. Me pare frente a mi puerta con la mano en la manilla y algo me insto a mirar la puerta de al lado... no había visto a Qhuinn en toda la noche, y no es que lo culpara si no tenía deseo de verme y me estaba evitando, pero algo me estaba molestando profundamente y mi cuerpo comenzó a sentirse incómodo de una manera poco común cuando aún a través del vínculo de sangre que compartíamos no lo encontré en ningún lugar de la mansión.

Quizás estaba siendo paranoico y solamente se estaba retrasando más en la patrulla, pero ya estaba por amanecer y no era seguro estar fuera... "¿quizás debería llamarlo?" no, no podía. Él no quería verme, yo lo sabía, y no podía culparlo realmente, estaba en todo su derecho de evitarme como la peste... negándome a mí mismo por no sé cuántas veces esta noche gire la perilla de la puerta y entré a mi cuarto. De inmediato fui golpeado por el característico olor de Sophie que ahora estaba impregnado por todo el lugar y una verdad más se instaló en mi mente "este será el olor que habría en ella de ahora en adelante..."

- ¿Blay, eres tú? - su voz provenía desde el cuarto de baño.

- Si, ángel ¿esperas a alguien más? - Sophie salió del cuarto de baño con una toalla en el pelo y vestida con unos pantalones de chándal y una remera, estaba algo sonrojada por la ducha y sus ojos miraron en dirección a la puerta y luego a mí.

- En realidad... si... yo... -negó y luego sonrió mirándome directamente - estoy conociendo a algunas de las Shellan y hoy tuve una visita de Bella y Nalla, por eso no sabía quién podría ser esta vez.

- Me alegro que estés conociendo a los miembros de la casa.

- Si yo... también... - se notaba algo raro en su forma de hablar, no sabía el qué, pero no era la misma de siempre.

Debería haberle prestado atención a su actitud lo sé, pero la verdad es que mi mente no estaba mejor que la de nadie para estar prestando atención a este tipo de detalles. Debería tomar una ducha, comer algo y luego sentarme a hablar con ella y averiguar qué era lo que estaba pasando por su mente, y pensándolo bien, eso es exactamente lo que haría.

Entre al cuarto de baño, dejando todas las ropas de combate en el piso y las armas seguramente colocadas junto a ellas en el piso. Las descargue cuidadosamente antes en caso de que Sophie entrara al cuarto y luego me relaje bajo el agua. No me preocupe de que ella hubiera ocupado toda el agua caliente con anterioridad, la verdad una ducha fría sonaba realmente bien en este momento...

Me debo haber tomado unos buenos minutos en el baño porque cuando salí Sophie tenía el cabello seco y estaba recostado en "su" lado de la cama "JODEEEEER se sentía tan malditamente mal llamarlo suyo, pero esto era con lo que viviría era mi elección y no podía retractarme..."

Ella levantó la vista del libro que tenía en sus manos y me miro directamente a los ojos, una sensación incómoda de escrutinio se apoderó de mi piel, como si estuviera bajo la intensa observaron de una lupa... no sabría cómo explicarlo pero de alguna manera sentía que ella estaba esperando una reacción de mi parte, que dijera algo o hiciera algo, pero no tenía la más mínima idea de que era "eso" que ella estaba esperando, siquiera sabría decir si era algo bueno o malo. Solo estaba malditamente seguro de que me estaba analizando y eso me hacía sentir muy, muy incómodo.


Un golpe en la puerta me sacó del escrutinio de su mirada y los dos nos giramos a ver la puerta del cuarto, con paso firme me dirigí en su dirección y la abrí para encontrarme con John y Butch tras ella. Los dos machos se veían realmente incómodos y preocupados. John iba a gesticular algo pero se detuvo por un segundo al ver detrás de mí. Sabía perfectamente lo que sus ojos azules estaban viendo, a la hembra acostada en mi cama tan cómoda y segura como si ese fuera su lugar "y así es Blay. Tu lograste que así fuera" removiéndome incómodo por el pensamiento decidí hablar primero para cortar lo que sea que pasaba por la mente del macho.


- ¿Qué pasa, porque están a esta hora aquí? - John finalmente dejó de mirar tras de mí y me miro directamente con esos ojos azules llenos de ¿preocupación?


“¿Has visto a Qhuinn hoy?” gesticulo con el ceño fruncido y los labios firmemente apretados, un escalofrío nada bueno recorrió mi columna completamente y se me secó la boca, no fui capaz de formular palabra por lo cual solo negué con la cabeza.


“No lo podemos encontrar por toda la mansión, le tocaba patrulla con Butch y conmigo y no apareció, no contesta su teléfono y ya está por amanecer, pensé...”dio una mirada más a mi espalda y luego siguió “pensé que siguió tu sabrías donde está.”


- No, yo no lo he visto desde... desde la reunión de ayer...


- Mierda ¿dónde coño está el maldito crío a estas horas? Wrath está bastante cabreado por culpa de él y también preocupado. Cuando llegue, el rey le pateara el culo tan fuerte que no volverá a sentarse en años... - las palabras de Butch fueron abruptamente contadas cuando el sonido de las persianas bajando llenó el cuarto.


- ¡MIERDA! - ¿dónde estaba?, ¿dónde se había ido?, ya estaba amaneciendo ¡y él no estaba en la mansión no era capaz de sentirlo!
Mierda, mierda, mierda, ¡MIERDA! él se había ido, ¡IDO! no había ningún maldito lugar en donde pudiera refugiarse que yo conociera y eso me dejaba con una sensación amarga de culpa y angustia en la boca. ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo esperaría las malditas horas del día sabiendo que él no estaba cerca? ¿Cómo no me di cuenta antes que aún no llegaba? ¿Porque no estaba en la mansión? había dejado malditamente solo a John, joder Qhuinn jamás dejaba de lado su responsabilidad como Ahstrux nohtrum…


- ¿Blay? ¿Blay? ¡¿BLAY?!


- Debemos buscarlo. Le podemos pedir a V que lo rastree por el celular o llamar a las sombras, ellos pueden salir de día, Xhex también podría ir a buscarlo...


- Hijo, ¡hijo! cálmate, sabemos que él no está en la mansión pero tampoco es estúpido y no se quedará bajo la luz del sol. Esperaremos hasta mañana y saldremos a buscarlo ¿está bien?
- Pero...

- Dije ¿está bien? - las manos de Butch estaban en mis hombros ejerciendo una presión controladora. Eso no era una pregunta, era una orden y el esperaba que yo la entendiera.

- Está bien - dije a regañadientes y luego me desconecte de todo.

De la conversación, la despedida, la mirada preocupada de Sophie, el ceño fruncido de John. Todo quedó olvidado en un segundo plano y solo me pude enfocar en una cosa... o mejor dicho en una sola persona... Qhuinn...



Qhuinn: 



Me sentía perdido... aunque claro, literalmente medio lo estaba, llevaba una hora conduciendo lentamente por las afueras de Caldwell, y a cada minuto que pasaba me sentía más y más frustrado, por algún motivo no podía dejar la puta ciudad, por más que me dije a mi mismo que lo mejor sería largarme y mantenerme alejado de todos, del dolor... no podía, sencillamente no podía dejar el lugar en el cual había transcurrido toda mi vida.


Yo sabía que debía alejarme de ahí, lo sabía, pero una y otra vez me acercaba a donde yo creí que podría encontrarme a alguien, y hasta medio lo espere, pero debía asumir las consecuencias de lo que había hecho, mi decisión estaba tomada, y en estos momentos incluso podrían estar buscándome para matarme o algo así, a fin de cuentas yo conocía la ubicación de la hermandad y muchos secretos que podían servirle al enemigo...quizás piensan que me aliare con los Lesser y... ok, definitivamente debo cortar el rollo, ¿qué diablos me está pasando? ¿No basta con el peso del dolor y traición en mí? al parecer no, porque la paranoia se estaba abriendo paso e instalándose en mi cabeza.


Quitando las gilipolleces de mis pensamientos observe donde me encontraba, vi las calles por las que había patrullado cientos de veces, vi el Iron Mask que se encontraba a unos metros de donde iba conduciendo y reduje la velocidad para observar mejor, ese lugar, en donde innumerables veces me había emborrachado, y había follado como si fuese mi meta en la vida... y en mi interior sabía que sería la última vez que lo vería... El peso de todas mis decisiones cayó en picado sobre mi cuerpo y la tristeza que sentía hasta el momento se triplico, ya nunca más podría patrullar estas calles, no era mi derecho. Esta era la última vez que pasaba por aquí, luego tendría que buscar mi lugar en el mundo, aunque podía presentir que jamás lo encontraría.
Bebiéndome la esencia de la cuidad, conduje lentamente durante mucho tiempo por todas las calles principales en las que se había desarrollado mi corta vida, los bares, el barrio residencial, los innumerables parques, hasta la gran iglesia, que a pesar de jamás haber entrado ahí siempre la había creído hermosa por fuera, esta era mi despedida, porque desde ahora dejaría todo atrás, mi vida, mi pasado, la gente que amaba, los lugares importantes, ya nada estaría ahí, comenzaría de cero sin nadie a mi lado, sin un compañero... un amigo... NADA.

Así que tragándome la tristeza, e ignorando el hecho de que todos deberían estar de patrulla y no habia visto a nadie, conecte mi i-pod y puse mi lista de reproducción que yo mismo nombre mole neuronas, en la que combinaba Lam of God y Mastodon. Gire el volante hacia el noreste, en dirección al Hudson, y me aleje lo más posible de las luces de la cuidad que no volvería a ver.

Mientras los minutos pasaban me hice cada vez más consiente de un hecho, el sol saldría pronto. El reloj en el salpicadero marcaba las 5 am, lo que significaba que como mucho tenía una hora y media para encontrar refugio... y yo el muy idiota perdí horas vagando por la cuidad en vez de directamente buscar algo... aunque bueno, si terminaba asado no haría gran diferencia de cómo me encontraba por dentro, mi cuerpo estaba actuando de forma casi mecánica porque mi mente se encuentra tan agonizante como si me estuvieran exponiendo al sol por partes.

De pronto mientras conducía por la oscuridad intentando pensar en lo poco que me importaba morir en estos mismos momentos, un leve destello de luz capto mi vista en el asiento del copiloto, mire hacia el lado y vi que era lo que había brillado, al salir de la mansión V me había lanzado algo, y no le había prestado atención, con mis apuros de salir lo lance y salí pitando de ahí, pero ahora que estaba sin rumbo fijo y con mi mente echa remolinos tome lo que parecía una pequeña caja plateada, aparque el hummer en medio de la nada en la que me encontraba y ahora con algo de curiosidad la abrí.

Dentro de ella había una solitaria llave color plata, la tome y bajo ella había un pequeño papel, confundido tome el papel y vi que solo había un número, y dos nombres escritos, el de un barrio al que había ido solo un par de veces en mi vida que quedaba a las afueras de la ciudad y el otro al parecer pertenecía al nombre de una calle o avenida, voltee el papel y ahí habían tres solitarias palabras las cuales por algún motivo aunque fuera estúpido me dieron esperanzas, ya que al menos había alguien, aunque fuese una persona, que a su manera se preocupaba por mí... en el papel decía “no te ases”.

Repase mentalmente el lugar en el que me encontraba y maldije para mis adentros, estaba muy al norte de la ciudad y para llegar a la dirección indicada tendría que atravesarla completa hasta llegar al límite sur junto al rio... joder, si tomaba el camino de la cuidad jamás llegaría a tiempo, así que en una rápida decisión gire en U y oí chirriar las ruedas del hummer, tome la dirección hacia el rio y conduje muy por encima del límite de velocidad paralelo a este, era la única forma en la que llegaría... siempre y cuando no me encontrara con ningún poli en el camino y claro, que no me callera al rio.

Una hora y 15 minutos más tarde el cielo comenzaba a aclarar y yo me encontraba perdido... sip, al parecer la vaga dirección no era tan fácil de encontrar y ya llevaba 15 minutos dando vueltas por el extraño barrio, en el papel solo indicaba el barrio una calle y un número, la calle la había hallado y recorrido más de 3 veces, habían unos cuantos apartamentos y un par de bares moteros no muy bien cuidados por lo que se veía, pero ni rastro de la numeración.

En mi quinta pasada por el lugar, al fin halle los números en un aparentemente viejo pero remodelado edificio de 4 plantas, aparque el hummer como mejor pude entre la acera y la calle porque no había más espacio, reuní todo lo que llevaba y me dirigí hacia el lugar sintiendo como los primeros rayos de sol cosquilleaban en mi nuca, sintiendo una repentina desesperación me apresure al llegar y vi que en cada planta habían dos apartamentos cada uno con una letra, ¡¡mierda!! En total 8 puertas... y yo solo tenía una llave... y solo unos pocos minutos.

Sin perder tiempo fui hacia la puerta que tenía más cerca en el primer piso, introduje la llave y falló, fui a la puerta contigua y tampoco funciono...¡ joder!, rodee el lugar buscando las escaleras en el costado del edificio y cuando estaba a punto de subirlas divise una pequeña puerta justo bajo estas que era más pequeña que el resto y estaba medio escondida, parecía el típico lugar en donde se guardan las escobas y cosas de aseo, solo por instinto fui hacia la escondida puerta e introduje la llave haciendo girar el mecanismo y la abrí, esta chirrió pero se abrió tras empujarla con fuerza, entre rápidamente agachado y la cerré a mis espaldas suspirando aliviado, tras dar un paso a ciegas choque con algo, estire la mano y solo sentí frio metal, busque más hasta que encontré lo que parecían ser teclas, presione y se ilumino un panel numerado que al parecer abría una segunda puerta de metal, jodido V y su paranoico sentido del hogar.

Sip, yo tenía una llave, una maldita llave y ningún jodido código, suspire mirando el espacio en el que estaba, era con mucha suerte 2 metros por uno, ni siquiera sabía si había aquí suficiente oxigeno como para pasar el día. mire el panel y pensé en que código podría ser, V no me habría enviado aquí si no supiera que podría abrir la jodida puerta… ¡¡eso era!!, pateándome mentalmente introduje el código que más se utilizaba en la mansión de la hermandad, el que conducía a los túneles que iban a las dependencias médicas, un leve pitido sonó y la puerta de metal se abrió despacio revelando una escalera muy iluminada, descendí los peldaños de a dos y me encontré con una estancia muy bien iluminada, sin ninguna ventana ya que estaba bajo el nivel de la calle, el lugar no era acogedor, solo practico, con los espacios necesarios, una sola habitación, un cuarto de baño, una tv de plasma y casi nada de muebles, no era mucho pero era mejor que nada, y por el momento seria mi lugar.

Puse mi mochila sobre una única mesa de tamaño mediano y saque con cuidado todas las botellas que traía, guarde las armas en la habitación en un pequeño aparador, mi reloj marcaba las 7 a.m., me lo quite y lo deje también sobre la mesa, esto sería lo único que me podría indicar la hora así que no podía estropearlo, porque el móvil lo había tirado hacia horas por la ventana del hummer en dirección al rio sabiendo que en algún momento alguien llamaría, y yo no estaba listo para lidiar con eso.

Verifique que ambas puertas estuviesen bien selladas y apague todas las luces, espere a que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad, y camine en dirección a la habitación, tome una botella de herradura en el camino, me deshice de mis botas y mi camiseta y me lance a la fría cama, di un gran sorbo del amargo tequila esperando me adormeciera pronto, pero no lo hacia lo suficientemente rápido y el dolor amenazaba con consumirme, la cama se sentía fría en mi espalda desnuda, el lugar silencioso, solo podía oír mi propia respiración y el sonido del licor bajando por mi garganta, cerré mis ojos por un momento rogando por la inconciencia, pero mis sentidos y recuerdos no estaban de acuerdo, cada vez que intentaba poner la mente en blanco lo veía a él, cada vez que intentaba cantar algo en mi mente era su voz la que oía, llamándome... gimiendo mi nombre... rogándome que no lo dejara.

No podía con esto, realmente no podía, tenía que acallar su voz en mis oídos, borrar su mirada de mis retinas y quitar su esencia de mi corazón. Tome la botella nuevamente y la bebí completa sin dejar una gota, me puse de pie con intención de buscar la otra pero recordé que este era el primero de muchos días aquí y aun no conocía ni el lugar ni donde poder abastecerme con más alcohol... pero no me importo, me bebí una segunda botella y la mitad de una tercera. En mi camino de vuelta a la habitación ya no me podía mi propio cuerpo, el alcohol había echo lo suyo y no podía sentir del todo mis extremidades, de un momento a otro todo el mundo dio vueltas y caí al suelo, y mientras lo hacía dos solitarias palabra salieron de mi garganta... al fin.



Frio, mi cuerpo se sentía totalmente helado y muy pesado, intente abrir mis ojos y tarde un buen rato en hacerlo, mi espalda protesto cuando comencé a moverme y el mundo giro cuando me puse de pie a duras penas, sip, al parecer mi borrachera no pudo tardar un minuto más para atraparme sobre la cama y me hizo caer al suelo haciéndome dormir todo el maldito día ahí, mi reloj marcaba las 11 p.m. joder... había dormido más de lo que debería y mi cabeza dolía como una hija de puta, me estire en toda mi estatura sintiendo mis vertebras acomodarse y sin un real animo de hacer nada más di dos pasos y me deje caer sobre la cama.


No quería moverme, no quería salir de aquí, no quería comer, no quería respirar, y no quería vivir. Mirando el pulcro blanco del techo pensé en alguna razón, la que fuese por la que en estos momentos debería ponerme de pie y salir de este lugar a hacer cualquier cosa, pero no halle nada, todo en lo que pensaba era que hace dos días atrás tenia todos los motivos del mundo para vivir y ser una persona feliz, tenía un hogar, amigos, un amor, una vida... y ahora no tenía absolutamente nada, todo se había desmoronado como una pobre torre de naipes.
Cerré mis ojos y pensé también en la hermandad, no en los hermanos, si no en el propósito que seguían, recordé también que cuando yo era pequeño hace lo que parecía una eternidad, siempre había soñado con pertenecer a ella, soñaba con encontrar personas que vieran más allá de mi defectuoso rostro y que vieran el potencial en mí, vivía esperando que llegara el día en que pudiera ayudar a poner a salvo a nuestra raza de los malvados lesser, para que así todos los que me dieron la espalda alguna vez, supieran lo que yo era capaz de hacer, y ese propósito... también se había desvanecido junto con todo lo demás.

Me puse de pie nuevamente sin pensar en nada, hasta que vi hacia la pequeña mesa las botellas de alcohol que me quedaban, su número se había reducido rápidamente y yo tenía hambre... mucha hambre, sea como sean las cosas no era tan idiota como para dejarme morir de hambre, mire hacia el cuarto de baño y mis pies se negaron en ir hacia ahí, no quería ver mi rostro en el espejo, sabía que lo que ahí vería no me gustaría, así que me limite a refregar mi rostro, desordenar mi cabello, ponerme la misma jodida camiseta que había llevado el día anterior y calzarme las botas, escondí una de las glock que había traído y dos dagas bajo mi chaqueta por precaución, una vez listo sin pensarlo mucho me guarde unos cuantos dólares, la plateada llave, y salí de mi pequeño escondite hacia el mundo.


Luego de unas horas recorriendo el sucio barrio descubrí 3 cosas, 1-el barrio apestaba y las personas no eran muy agradables, 2-habían unos pocos bares en su mayoría moteros que tenían buen alcohol a bajo precio, y 3-los locales de comida no tenían mucho que ofrecer.


esto explicaba bastante bien por qué la hermandad no patrullaba jamás tan al sur, aquí al parecer no habían muchas personas de nuestra raza, no había casi nada de comercio y en las calles abundaban los borrachos estúpidos y los vendedores de drogas solitarios, en resumen, un lugar al que nadie por buen gusto se iría a meter, no podía imaginar porque Vishous poseería un lugar tan al sur del centro, pero bueno, no estaba en posición de cuestionar sus razones, solo debía agradecer por que el cabron fuera un maldito precavido.


En mi camino encontré un pequeño local de comida rápida, me devore dos hamburguesas tamaño extra grande y luego seguí con mi caminata, sip, caminata, porque mi hummer había desaparecido de la acera en donde lo había dejado la noche pasada, no me sorprendía para nada, viendo las personas a mi alrededor era solo cosa de tiempo para que se lo llevaran, y por otro lado yo era un jodido vampiro y podía desmaterializarme, no necesitaba un maldito auto.


Llegue al límite de la ciudad, donde no había un camino más que no fuese la carretera para llevarte a dios sabe dónde, y me sorprendí al ver una monstruosidad que se alzaba apartado de todo a unos 30 metros de la carretera, mire a mi alrededor y no había absolutamente nadie, me desmaterialice más cerca hasta llegar a la entrada del lugar, era un lugar espeluznante, en la vieja y sucia entrada sin terminar había un cartel totalmente rallado pero se podía leer “hospital” en él, este debía ser el hospital que abandonaron a medio construir por falta de recursos para terminarlo, había oído del hace más de 7 años en algún noticiero local, pero jamás imagine que fuera tan grande, la estructura se alzaba como el esqueleto de lo que pudo ser un lugar hermoso, tenía 7 plantas y la última estaba desmoronada, no poseía paredes y todas las vigas y soportes podían verse, de seguro era un lugar estupendo para el intercambio de drogas o matar a alguien.
Me volví a desmaterializar al desierto camino y anduve de vuelta a las luces del barrio, ya eran las 3 a.m. así que me metí a uno de los bares que tenía varias motos aparcadas en la entrada para beber algo y reemplazar las botellas vacías que había dejado en la habitación, el ambiente no era del todo agradable pero no me importo, al entrar varias cabezas se giraron en mi dirección y al parecer algo vieron en mi cara porque casi todos en el lugar se volvieron de inmediato, me senté en la barra y la chica vestida de cuero que atendía se me acercó de inmediato meneando las caderas expuestas, le pedí una botella de herradura para beber ahí mas otras dos y dos Jack para llevar, ella me dijo que solo vendían para servir en el lugar y me dije que arreglaría eso más tarde.


Tardé exactamente 15 minutos en beber la botella completa, poniéndome de pie llame a la chica la cual acudió con una gran sonrisa, le indique con dos dedos para que se acercara más, y pegue mis labios a su oreja “solo necesito 4 botellas nena, y puede que más tarde algo de compañía” le guiñe un ojo y metí dos billetes de 100 dólares en su escote rogando porque ella no fuese inteligente, y en efecto, no lo era.
Por algún extraño motivo cada vez que quería conseguir algo en lugares como este solo necesitaba susurrarle seductoramente en el oído a la chica correcta y lo conseguía, me puse de pie ignorando las miradas de intriga de las mujeres en el lugar, y las de odio de sus acompañantes y fui hacia la puerta, la chica de la barra se acercó despacio a mi entregándome una pesada bolsa negra que tome con cuidado, me guiño el ojo y metió algo en mi bolsillo, su número obviamente.

Al fin con lo que necesitaba, me faltaba solo una cosa por conseguir y podría encerrarme en mi caverna por unos días, entré en una especie de mini Market y compre 4 bolsas de papas fritas, varios paquetes con galletas y muchos snacks, algunos pasteles y todo lo que pareciese comestible y apetitoso. Salí cargado con muchas bolsas, demonios, ahora comenzaba a echar de menos el hummer, jamás había tenido que hacer compras para nada, pero bueno, si ahora quería sobrevivir necesitaba comida, de la que fuera.


Salí del lugar y camine hasta los apartamentos donde estaba mi “sótano”, cuando estaba a solo una manzana de llegar un extraño olor me llamo la atención, y a pesar del alcohol que se extendía lentamente lo pude reconocer como lo había echo mil veces... talco para bebes, seguí caminando lentamente y mire en todas direcciones, no había absolutamente nadie en las calles pero el olor se extendía como un espeso manto, me metí al edificio y deje todas las bolsas en el suelo para buscar la jodida llave, cuando de pronto mi suerte cambio y vi pasar ante mis ojos a dos hijos de puta de cabello blanco, y olvidando las bolsas, la cueva, el sol, y el alcohol, de forma automática salí corriendo detrás de ellos.

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