miércoles, 2 de enero de 2013

Capitulo 6 "Sueños Rotos"





Blay

-¿Blaylock? ¿Por qué no contestas el teléfono? ¡He estado llamando hace más de una hora!

-Lo siento padre estaba… durmiendo

-Tu madre estaba preocupada, no contestas las llamadas y tampoco has venido a casa – podía escuchar claramente el tono de reproche de mi padre a través del teléfono y eso hacía que me sintiera mal. En toda la semana había estado tan distraído que no había prestado atención a mi teléfono o las llamadas perdidas que habían en el.

-Lo siento yo…

-No necesito que me des una explicación hijo, no llamo para eso – todo mi cuerpo se tenso cuando el tono de voz de mi padre paso a uno que conocía desde pequeño, era el que usaba cuando tenía algo serio que decir.

-¿Le paso algo a Mahmen? ¿Está todo bien? 

-Tu madre está bien, no te preocupes. De lo que quiero hablar es de ti y tu futuro – un mal presentimiento recorrió todo mi cuerpo – hoy vendrá alguien importante de visita y necesito que estés aquí – la línea quedo en silencio por un largo periodo de tiempo, escuche como mi padre me llamaba un par de veces pero no le podía contestar, mi mente estaba anegada en imágenes y pensamientos - ¡¿Blaylock?!

-¿Mi… futuro?

-Tu Mahmen está preocupado y yo creo que es hora de que asumas tus responsabilidades con la familia, pero no quiero hablar esto por teléfono. Te espero en una hora en casa – la línea quedo muerta luego de eso.

Me senté en la cama y trate de reprimir los temblores que tenía mi cuerpo. Esto era malo y mi corazón lo sabía. 

No podía controlar el impulso de querer salir corriendo para faltar a la cita con mis padres. “mi futuro” ellos querían hablar sobre un futuro que yo había decidido por mi mismo hace solo unas horas. Las imágenes de Qhuinn durmiendo en mi cama y de nosotros juntos se comenzaron a borrar en mi mente, que estaba llena de pensamientos negativos, encendí un cigarrillo de forma inconsciente sin poder dejar de pensar.

-¿Estás bien? – me sobresalte al escuchar la voz de Qhuinn a centímetros de mi oído. No me había percatado del momento en que llegaba a mi lado.

-Si, no es… - iba a decir que no era nada, solo por costumbre, iba a negar mi estado emocional frente a él y hacer parecer que todo estaba perfectamente bien – no, no estoy bien 

– dije decidido a contarle lo que me pasaba – mi padre llamo y quiere hablar sobre “mi futuro” debo estar en casa en una hora – sentí como el cuerpo de Qhuinn se tensaba junto a mi antes de sentarse en la cama

-¿Quieres… que te acompañe? – su tono de voz fue bajo y la pregunta salió como un susurro de sus labios, pero de alguna forma yo sabía que lo decía desde el corazón y eso logro que me calmara.

-No, Yo… aun no estoy preparado para decirle lo nuestro a mis padres – el cuerpo de Qhuinn se tenso nuevamente – no es por vergüenza –agregue rápidamente, mirándolo a los ojos – yo jamás me avergonzaría de ti Qhuinn, es solo… que necesito tiempo para saber que les diré y como.

-Esta… bien. Solo recuerda que yo estoy aquí y no te dejare solo.

Las palabras de Qhuinn me acompañaron en todo el camino a casa, el miedo que había sentido por la llamada de mi padre no había desaparecido, pero si había menguado. Venia preparado y fuera lo que fuera creía con todo mi corazón que lo afrontaríamos juntos, después de todo no había esperado todo este tiempo para dejar a Qhuinn tan fácilmente.

Cuando llegue a casa fue recibido por un Doggen el cual me dijo que mi padre estaba en el despacho. Me dirigí directamente hacia él, recorriendo los pasillos y recordando mi infancia. 

En estos mismos pasillos solíamos ocultarnos con Qhuinn cuando destrozábamos algo, aquí jugábamos, reíamos y peleábamos por todo. Sonreí al ver una marca en la pared que había a la altura de mi cintura, producida por el golpe de un bate de beisbol, aun recordaba cuando tuvimos la gran idea de jugar beisbol dentro de la casa y quebramos alrededor de cinco floreros de Mahmen y un cuadro que había comprado papá a un pintor famoso

-¡Blay! Hijo, te extrañaba tanto – sentí los brazos de Mahmen rodearme por la cintura y a su menudo cuerpo encajar perfectamente entre mis brazos, que la cubrían completamente. La abrace con fuerza sintiéndome un mal hijo por no visitarlos más a menudo.

-¿Blaylock? Entra – escuche la voz demandante de mi padre resonar por el corredor. Dándole un cálido beso en la frente a mi Mahmen, la deje y me reuní con mi él – Padre – dije en forma de saludo

-¡Hijo! ¿Ahora debo llamarte para que vengas a la casa de tus padres? – baje la cabeza avergonzado por el reproche, me lo merecía y eso hacía que me sintiera mas avergonzado.

-No avergüences así al chico Rocke – me sorprendí al escuchar esa voz tan conocida a unos metros de mi. Gire mi cabeza en su dirección y fui recibido por un rostro que no veía hace mucho tiempo.

El cuerpo firme, el pelo color chocolate, los ojos de un mismo tono, una piel blanca y un poco marcada por la edad. Todos los rasgos que conocía muy bien desde mi infancia.

-Jahk – dije al mismo tiempo que me giraba completamente hacia él y lo saludaba.

Jahk era el mejor amigo de mi padre, era como un segundo padre para mí. Lo conocía desde mi infancia, siempre estaba en las cenas familiares, reuniones importantes y en todos los sucesos relevantes de nuestras vidas. Cuando pequeño no podía comprender como él y mi padre eran amigos “Jahk”, como me obligaba a llamarlo, es una persona que odia los títulos formales, que no se esconde detrás de una fachada y que siempre dirá y actuara como Él crea que es correcto. Mi padre en cambio es estricto y siempre se preocupa de recibir el debido respeto como un miembro de la Glymera.

-Blay has crecido mucho desde la última vez que te vi chico -  me dio un fuerte abrazo y sacudió mi pelo como cuando era pequeño – quien diría que te transformarías en ¡todo un guerrero!

-No soy un guerrero – dije avergonzado por su alabanza – técnicamente aun no soy uno, solo ayudo al rey – lo escuche reír con una fuerte carcajada y su mano desordeno nuevamente mi cabello 

-Sigues siendo igual de tímido que antes ¿he? aun te sonrojas cuando te avergüenzas – había un tono de cariño en su voz el cual me hizo sonrojar y reír al mismo tiempo.

-¿Quién es el que molesta a chico ahora he Jahk? – pregunto mi padre que se había levantado del escritorio y llegado junto a nosotros.

-Lo siento, lo siento. Es que no veía a Blay desde hace mucho tiempo. Haz hecho un buen trabajo Rocke, sé que puedo confiar en él para cuidar a mi pequeña.

-Gracias, pero no merezco todo el crédito. Blay es un hijo ejemplar, siempre ha sido como ahora. Creo que tuve mucha suerte con él. Estoy seguro que jamás me defraudara. –
-Te envidio Rocke. Yo siempre desee tener un hijo, pero como no pude te quitare el tuyo – los escuche reír  a lo lejos, mi mente estaba aún tratando de entender las palabras de Jahk “cuidar a su hija”… ¿qué significaba eso? ¿Por qué debía de cuidar a Sophie? Todas estas preguntas rondaban en mi mente dejando la conversación en segundo lado.

Mi cuerpo estaba tenso, tratando de entender todo lo que significaba esta conversación,  sabía que en el fondo de mi mente el significado era claro, pero yo no quería averiguarlo. Tenía miedo, miedo de lo que podría causar esa respuesta, miedo de lo que debería perder por esto, miedo de…

-Sophie estará encantada con la noticia, aun recuerdo cuando era pequeña y nos dijo que quería emparejarse con Blay ¿lo recuerdas Rocke? – los escuche reír alegremente junto a mi sin darse cuenta de la mirada asustada que debería reflejarse en mis ojos.

-Como no recordarlo, tu pequeña siempre a pedido lo que quiere desde que aprendió a hablar, es igual a su padre.

-Sabemos lo que queremos – los dos machos estaba joviales y yo me estaba quemando por dentro.

-Padre… - me oí decir en un susurro apenas audible. Los dos machos detuvieron su conversación y me miraron.

-Oh, perdón hijo nos sumergimos en recuerdos.

-Muy buenos recuerdos – agrego Jahk – bueno hijo, tu padre y yo te llamamos para hablar contigo. Creo que ya sabes el por qué.

-No… no lo entiendo – no sé si dije las palabras en voz alta, la cabeza me zumbaba por el fuerte latir de mi corazón y no era capaz de escuchar ni mi propia voz

-Creo que es mejor que se lo expliques tú Rocke.

-Hijo – mi padre me guía hasta un sillón, caí en el intentando no hundirme en el proceso – sé que debes estar muy sorprendido por esto, nunca lo habíamos hablado antes, pero yo y tu madre pensamos que ya es hora de que te emparejes.

-Desde que nació mi Sophie, tu padre y yo habíamos hablado sobre esta posibilidad. Siempre he querido dejar a mi hija en manos de alguien en quien confié y no encuentro a un mejor macho que tu, hijo – sentí la mano de Jahk en mi hombro y tuve que ocupar toda mi fuerza para no quitarla bruscamente

-Queríamos esperar un tiempo y dejarlos decidir por ustedes mismos,  darles la posibilidad de encontrar a alguien más, pero tu madre está muy preocupada e inquieta últimamente. Se entero del accidente que tuviste hace una semana, cuando perdiste tus recuerdos y desde ese día no ha dormido bien. Para poder tranquilizarla tuve que llamar a la hermandad y confirmar que te habías puesto bien, ya que tú no contestas tu teléfono.

-Yo… yo no sé… - estaba sin palabras, mi corazón martillaba como nunca, sentía la boca seca y veía el rostro de Qhuinn una y otra vez repitiendo el beso tierno que deposito en mis labios antes de dejarme ir esta mañana.

-El anuncio será hecho formalmente a la Glymera en una semana más – dijo mi padre – sé que aras lo correcto hijo, Sophie es la mejor Shellan que podrías pedir y tu madre está encantada.

-Cuida de mi pequeña Blay. La dejare en tus manos – sentí como la mano de Jahk palmeaba mi espalda y no lo soporte mas, de un salto me puse de pie con todas las articulaciones tensas.

-Debo… debo retirarme – deje el despacho de mi padre a toda prisa, pasando por el lado de Mahmen que estaba junto a la puerta y dejándolos a todos tras de mi confundidos.
¡¡¡NO!!! ESTO NO ES POSIBLE, ¡NO LO ES! No lo podía creer ¿Por qué ahora? ¿Por qué a mí? ¿Cómo afrontaría esto? ¿Cómo se lo diría a Qhuinn? ¿Qué dirá él? ¿Debería decirle a mis padres que soy gay? un millón de preguntas rondaban mi mente y ninguna solución.

Me sentía destrozado, confuso, solo, desesperado y con una necesidad ferviente de gritar y destrozar todo. Odiaba al destino y sus crueles jugarretas, justo cuando me daba lo que mas quería, me enseñaba a estar seguro, cuando empezaba a vivir… me lo quitaba con un balde de agua fría, despertándome de un sueño ridículo y enseñándome que la vida no es más que una sucia y vil fantasía.

Qhuinn:

Sentado en mi habitación en medio del completo desorden no podía evitar estar preocupado… Blay estaba en casa de sus padres, parte de los hermanos patrullando, y yo sentado sobre mi culo por que el rey consideraba que en las patrullas “trabajaba mejor si lo hacia con Blaylock” así que me dio la noche libre, joder, jamás pensé que esas palabras del Rey me harían maldecir en vez de amarlo por ello, pero las circunstancias eran diferentes.

Mi cuerpo estaba en una tensión tal que en cualquier momento saldría detrás de Blay a acompañarlo para lo que fuese que lo quisieran sus padres, pero mi mente (últimamente mas fuerte) sabia que debía quedarme aquí, que si él me dijo que estaría bien solo, lo haría, además no necesitaba añadirle a todo el asunto la presión de temer por que yo metiera las patas como lo hacia de costumbre, así que nuevamente gano la razón y me quede sentado mirándome las botas, pensando a que se referiría el padre de Blay con respecto a su “futuro”.

Luego de varios minutos dándole vueltas al asunto no se me ocurría nada que fuese bueno, todas mis fichas apuntaban a que sus padres querían hacer que renunciara a la hermandad y volviera a casa para llevar la vida de aristócrata de la cual nunca debió desviarse, pero joder si yo permitiría que se lo llevaran de mi lado y justo ahora que  yo había encontrado mi lugar junto a él, nop eso simplemente no sucedería, así que me obligue a no pensar en ello.

Cuando estaba a punto de salir a deambular por la mansión para mantener la mente ocupada se me ocurrió una idea, recordé que hoy también era el día libre de John y ya que Xhex estaba fuera por un asunto con las sombras probablemente el macho esta sintiendo igual de desgraciado e incompleto que yo, además estos últimos días yo había estado tan ensimismado en esta nueva etapa que estaba viviendo con Blay que ni siquiera había tenido tiempo de ir a hablarlo con John, a pesar de siempre luchar juntos como mi calidad de Ahstrux Nohtrum me obligaba, no habíamos podido comentar nada, así que esta era mi oportunidad, y esperando que el macho estuviese en su habitación aun fui hacia allá y golpee suavemente la puerta.

Dos silbidos me invitaron a pasar como ya acostumbrábamos y abrí despacio la puerta, ahí estaba mi amigo, vistiendo solo unos pantalones sin zapatos ni camiseta con el pelo aun goteando y la ropa de ejercicios botada en el suelo, probablemente había estado entrenando.

-Que hay  chico grande?- me acerque a darle un medio abrazo  y me senté en la orilla de la gran cama- hace mucho que no hacemos nada tu y yo Johnny Boy y creo que es nuestro día de suerte, digo, si no tienes nada que hacer- el me miro y rápidamente comenzó a gesticular.

-Hey, estoy desocupado, ¿que tienes en mente?- pregunto rápidamente en el ya común lenguaje a señas.

-No lo se, ¿vamos al Iron por algunas coronas? Ya sabes, al menos coronas para mí, por que aunque estemos libres debo cuidarte el culo por lo tanto no puedo estar muy ebrio- hice una mueca recordando que mi labor era 24/7


-Esta bien, termino de vestirme y vamos, ya que algo me dice que tenemos mucho que contarnos- gesticulo con una sonrisa picara y le enseñe el dedo corazón

-Yup, ambos cabrón, así que te espero abajo, no te tardes- me fui a mi habitación a por mis armas y baje rápidamente al vestíbulo a esperar a John.

Llegamos al Iron sin problemas, una vez sentados en la mesa de siempre pedimos unas coronas y nos miramos mutuamente.

-ok, ok no esperare que lo preguntes, sip, con Blay estamos… juntos- comencé luego de un rato, obviamente John lo sabia, pero aun así debía decírselo.

-Soy mudo, no ciego Qhuinn, aunque me alegro mucho por ustedes, de verdad, ya era hora que te dieras cuenta de lo que tenias al frente, solo espero que sepas usar la cabeza esa vez y no jodas todo- gesticulo con una mirada de alivio.

-Oh vamos, ni que lo digas, no te imaginas lo que he pasado estas ultimas semanas- pase mis manos por mi cabeza- ¿sabes lo que es tener a la persona que…  quieres frente a ti y que no sepa quien puñeteros eres? ¡Creo que fueron las horas mas frustrantes de mi jodida vida!-  John soltó una carcajada y bebió de su cerveza negando con la cabeza.

-No todo en las relaciones es color de rosas bro, a veces debes apañártelas como mejor puedes, si no mírame a mi, si no tuviese la capacidad de adaptarme a las ocurrencias de Xhex estaría acabado y solo- un brillo fugaz paso por sus ojos y supe que las cosas no iban del todo bien, pero conociendo a John, sabia que no debía preguntar.

-Lo se, aunque a quien le costara mas adaptarse será a Blay, ya sabes, por sus padres y todo, digo, ¿como les explicas que eres gay y al mismo tiempo que estas llevando una especie de relación con quien fue tu mejor amigo de la infancia?, se espantaran, al menos yo no tengo nada que perder, ya que no tengo familia mas allá del jodido de mi primo a quien por cierto Blay mando a tomar por culo… bueno, no literalmente –sonreí con orgullo al recordar que él había tenido que elegir entre el y yo, y no dudo ni un instante en ir conmigo, a pesar de ser yo quien menos lo merecía.

-¿Ves? Eso se ira dando de a poco, debes tener paciencia, la vida es larga para nosotros, así que tienen muchos años de disfrute por delante hasta que les toque el asunto de sus padres- alzo las cejas de modo sugerente- y solo para que lo sepas, estoy alegre por ustedes, de echo, creo que estoy mas aliviado que alegre, no sabes lo bueno que es no soportar la jodida tensión sexual entre ustedes todo el tiempo, lo cual no quiere decir que quiera saber que es lo que hacen para aliviarla-negó despacio- eso resérvenlo para ustedes mismos.

Y así pasaron algunas horas, ambos bebiendo unas cuantas coronas, hablando de nuestras relaciones sentimentales, lo cual era de algún modo nuevo, pero se sentía realmente gratificante por fin hablar libremente de mis sentimientos con alguien, hablar de mis anhelos y miedos, y ¿porque no? De un futuro junto a Blay, por que eso era en todo lo que podía pensar desde hace algunos días, nuestro futuro.

Una vez de vuelta en la mansión ya casi había olvidado todo el asunto de los padres de Blay, me sentía en una especie de paz interior que era jodidamente genial, habíamos hablado por mas de 3 horas con John cuando decidimos volver aun faltaba mucho para el amanecer pero el tenia unos asuntos pendientes con Tohr y yo quería estar en la mansión para cuando Blay regresara, así que volvimos prometiéndonos volver nuevamente pero esta vez con Blay y recordar nuestros viejos tiempos de cuando éramos solo unos críos, subimos las escaleras empujándonos y riendo de cosas idiotas como en los viejos tiempos y nos separamos cuando yo entre en mi habitación y el siguió su camino.

Decidí pasar a mi cuarto primero convencido de que Blay aun no había llegado, su madre siempre insistía en que la acompañara a tomar el té o cosas así, asi que aun tenia una o dos horas para mi, por lo que me quite las armas con cuidado y las guarde, me desvestí y fui por una ducha, me tome mi  tiempo bajo la regadera, cerré mis ojos por unos instantes y las imágenes de todo lo que había pasado con Blay se apoderaron de mi cabeza en un instante, mis manos recorriendo s cuerpo, su lengua jugueteando con mi ombligo… un escalofrío me recorrió la espalda y medio me sorprendí al notar que mi polla estaba dura como roca, sonreí pensando que es lo que sucedería esta noche, toque mi cuello y recorrí el punto exacto en donde Blay había encajado sus colmillos, lo que me recordó que yo no había podido probar su sangre… así que esta noche seria mi turno, saborearía el exquisito liquido vital, y el me lo daría gustoso, apostaba a por ello.

Salí de la ducha y anude una toalla en mis caderas, camine de vuelta a la habitación para poder vestirme y de pronto me golpeo un mareo que me dejo aturdido, camine despacio hacia la cama y me senté un momento pensando en que mierda me pasaba, no me había sentido mal y…. oh santa mierda, sangre, eso era, ni siquiera podía recordar cuando había sido la ultima vez que me alimente… y últimamente había perdido mucha sangre… joder, con todo el ajetreo de estas últimas semanas ni cuenta me di de lo débil que he estado, y con lo que bebió Blay mas aun, tengo que remediar eso cuanto antes, pero ahora al hacerme la idea e imaginarme traspasando con mis colmillos el cuello de una hembra…. –sacudí mi cabeza- bien, luego pensaría en ello, hablaría con Layla, ya que siempre ha sido ella quien me alimenta, y por suerte para mi jamás he bebido de su cuello, siempre de la muñeca, eso ha hecho siempre las cosas mas fáciles entre nosotros…

El sonido de vidrio quebrándose estrepitosamente me saco de mis pensamientos, provenía de la habitación contigua a la mía… la habitación de Blay.

Rápidamente me puse unos pantalones  a toda prisa y fui corriendo  hacia su habitación pensando en que puto momento había llegado, sin molestarme en golpear abrí la puerta y me dio la bienvenida una nube de humo de cigarrillos, sip, probablemente Blay había estado fumando, y mucho, reprimiendo la cara de asco me apresure a buscarlo, la habitación estaba desordenada, habían cosas rotas en el suelo, fui hacia el cuarto de baño y ahí estaba el…. Frente al espejo que estaba echo trizas, con las manos ensangrentadas y la camisa salpicada en sangre, agarraba con ambas manos el lavabo y tenia la cabeza agachada, su cabello no me permitía mirarle el rostro, solo alcanzaba a ver el hilillo de humo que le salía por el cigarrillo sostenido por la comisura de sus labios.

-B… Blay- su nombre salió en un susurro de mis labios, no lograba entender nada, todo lo que había en mi mente es que algo realmente malo había pasado.

El no respondió pero su cuerpo se tenso al sonido de mi voz, sus manos aferraron mas al lavabo y comenzó a temblar, sin decir nada comencé a acercarme despacio, y una vez a su lado acerque mis manos a su rostro, quite el cigarrillo de sus labios apagándolo en el lavabo y le levante el rostro para poder mirarlo a los ojos, el despacio fue cediendo y cuando su mirada hizo contacto con la mía me quede helado, tenia los ojos hinchados y el color azul de sus iris estaba opaco, y su mirada solo trasmitía pánico, justo cuando yo iba a abrir la boca para decir algo, repentinamente y dejándome completamente atónito se lanzo hacia mi en un abrazo que me dejo sin aliento, me abrazo aferrándose a mi de una forma en que jamás había echo, buscando apoyo, yo sin saber que pasaba lo rodee con mis brazos y acaricie su cabello mientras los minutos pasaban, y el no dejaba de temblar, quería decirle que todo estaría bien, que sea lo que sea que había pasado con sus padres podía solucionarse, pero todas mis palabras quedaron atascadas en mi garganta sin poder salir cuando un imperceptible sollozo salió de sus labios, y yo pude sentir como mi corazón se rompía y mi alma se partía en dos.

Continuamos así, en silencio abrazados por lo que me parecieron horas, luego no lo soporte mas, separe unos centímetros de mi cuerpo a Blay odiando cortar el contacto, y lo dirigí hacia la habitación.

-Blay, dime que pasa, sea lo que sea puedes contármelo, sabes que no te dejare solo- susurre mirándolo a los ojos pero por algún motivo el desvió la mirada y se sentó en la cama tirándose los cabellos.

-No lo entiendes Qhuinn, esto va mas allá de nosotros, esto no puede ser, yo… yo… jamás lo pensé, no estaba dentro de mis posibilidades es… es… ridículo- y así siguió balbuceando hablando mas consigo mismo que conmigo, pero por todo lo que dijo no pude deducir nada, y ya me tenia nervioso, él estaba en una especie de shock y yo ya perdía la paciencia.

-¡¡Detente!!-tome su rostro en mis manos fuertemente obligándolo  a mantenerme la mirada, cosa que él había estado evitando- dime de una jodida vez que mierda sucedió en casa de tus padres que te tiene así, dime de una maldita vez que paso para que creas que no tiene solución o no lo entiendes o lo que coño creas, ¡¡pero dímelo ahora antes que pierda los nervios!!.

-Me voy a emparejar.
Cuatro palabras, cuatro jodidas palabras que hicieron que el mundo me diera vueltas y el corazón me corriera desbocado.

-¿Que coño has dicho?- tenia que estar bromeando, no podía ser cierto, simplemente necesitaba que me dijera que no era una broma,

-Eso Qhuinn, Me. Voy. A. Emparejar.  justo lo que oíste-se puso de pie- mi padre y uno de sus jodidos mejores amigos planearon desde siempre esta unión con la hija de el- se acercó a la mesita de noche- ¡y ahora que somos mayores creen que llego la hora de concretarlo!-barrio con su brazo la mesita botando todo al suelo quebrando las botellas y cosas que habían ahí- ahora solo queda informarle a mama y la linda familia podrá crearse- se puso de pie y me miro a los ojos-¿que dices a eso Qhuinn?.

A medida que Blay hablaba mi corazón se aceleraba a un ritmo casi enloquecedor, sus palabras eran como puñaladas que me atravesaban el pecho una y otra vez, pero lo que mas me dolió no fue lo que dijo, fue su mirada, y su actitud, actuaba como si estuviese condenado al destino impuesto por sus padres, como si no hubiese otra salida o alternativa, sus ojos mostraban ira, resignación y pena.

-¡¡¡Detente joder!!!-fui y lo tome por la cintura antes de que siguiera destruyendo la habitación, el forcejeo cegado por su ira, pero yo lo tire hacia la cama y me abalance sobre el encerrándolo con mi cuerpo, sujetando sus muñecas a los costados y dejando mi rostro a centímetros del suyo.

-Blay, escúchame cabrón, no puedo creerme que pienses que el emparejamiento realmente va a llegar a suceder, no seas gilipollas, encontraremos la forma de revertir esto, hablaremos con tus padres, joder, si quieres hasta yo mismo voy y les doy mil y una razones por las que el emparejamiento no puede llevarse a cabo, podemos decir que te enamoraste de una elegida, que te iras a una misión lejos, que no estas listo para el compromiso,¡¡ joder!! Hasta puedes decir que perdiste la jodida memoria y ¡tu estas aquí destruyendo todo por que crees que no hay salida!- el me miraba con los ojos como platos mientras le escupía la verdad a la cara- no se en que momento dejaste de ser un luchador para convertirte en un cobarde Blay, por que si de algo estoy seguro, es de que me enamore de un jodido luchador.

Blay

-¡Tengo miedo! – sentí como un sollozo ahogado escapaba de mi garganta y escondí mi rostro en el cuello de Qhuinn – no quiero… no quiero perderte ¡JODER! – mi voz salió quebrada en la última palabra y los estúpidos sollozos no paraban.

Sabía que estaba siendo irracional y que actuaba como un crio, pero no podía soportarlo. Mi mente estaba en un caos total y no encontraba formula de solucionar las cosas con simplicidad. La desesperación y pena le estaban ganando a mi razón y el único confort que encontraba era abrigarme en el cuerpo y calor de mi macho.

Escuchaba como Qhuinn intentaba calmarme, diciendo que todo estaría bien, que lo solucionaríamos.  Acariciaba  mi cabello y su otro brazo me retenía firmemente contra él. 

Permití que me consolara y apaciguara el huracán que tenia dentro. Dejándome cuidar, por 
primera vez, por el macho que amaba.

No supe exactamente en qué momento me quede dormido, pero desperté al sentir una mano caliente recorriendo mi estomago, subiendo todo el camino hasta mi garganta, delinear mi mandíbula, trazar mis labios, perfil, ojos, mejillas y finalmente obligarme, con un leve tirón a girar el rostro para ser tomado por un beso lleno de deseo y decisión. 

-Despierta Blay – dijo Qhuinn entre mis labios, dejando que nuestras respiraciones se conectaran y que su pecho se apoyara parcialmente sobre el mío – has dormido mucho, ya casi anochece y  aun debemos hablar y solucionar lo del…. “eso”

-Preferiría ocupar mi tiempo en otra cosa – no quería hablar de nada relacionada con “eso” como dijo Q. por lo cual tome su rostro y le devolví el beso, pero esta vez me encargue de seducirlo y excitarlo para ocupar su mente con otras ideas – tu cuerpo quiere lo mismo que yo Q – digo tomando su erección entre mis manos y masajeándola por sobre el pantalón.
Lo escuche gemir en mi boca y sentía como sus caderas se mecían contra mi mano, sonreí por el poder que tenia sobre su cuerpo, pero más por el amor que creí jamás podría compartir con él.

Nunca pensé que lo tendría así, entre mis brazos, gimiendo y meciéndose sin ningún pudor contra mi mano. Contestando a mis caricias y besos como si fuera el llamado más básico y antiguo en su naturaleza. Lo tenía entre mis brazos, al macho que me había hecho sufrir, reír y llorar por partes iguales, al macho al que renuncie mil veces y por el cual volví a caer al igual que un infante que aun no aprende a caminar.

Yo Blaylock, hijo de Rocke. Un macho de la Glymera, que debería cuidar su estatus e imagen y regirse por las normas de la cuna en la cual nació, un macho de valía que debía cumplir con el antiguo deber de mantener el linaje de sangre de su familia. El hijo único y sobre el cual caían todas las responsabilidades de su titulo. Ese Blaylock… era el que desaparecía cuando veía la mirada de unos ojos dispares que lo traspasaban hasta transformarlo en lo más básico de un macho. Hasta convertirme en un ser que solo pensaba en deseo, pasión, necesidad, pero sobre todo, en amor. Un amor tan antiguo y duradero que yo no sabía donde comenzaba o donde terminaría.

Ese era yo en estos momentos, un Blaylock que no podía y no quería dejar a su Macho. Porque después de tantas batallas, y tantas negaciones no se creía capaz de resistir un día más sin disfrutar del sabor de Qhuinn, de sus gemidos, sus caricias, su mirada y sobre todo, la rendición que mostraba su cuerpo en mis brazos, dejando que lo recorriera y explorara como yo deseaba. Siempre soportando mí tiempo y gruñendo cuando estaba a punto de perder la calma, ese era el Qhuinn que tenia ahora entre mis brazos y perderlo, sería igual de cruel que mostrarme el paraíso y luego enviarme al infierno.

En esto y mucho más nos habíamos transformado en poco más de una semana, y tanto Qhuinn como yo sabíamos que si nos perdíamos ya nada sería igual, porque una cosa era sentirte desolado por no tener algo que deseas, pero ¿tenerlo y luego perderlo? Eso… era mucho más cruel y doloroso.

-Blay… -el llamado de Qhuinn me saca de mis pensamientos, lo mire directamente a los ojos, los cuales estaban inundados de deseo, pero sus labios cerrados en una fuerte línea decían todo lo contrario – no lo hagas – el tono que le dio a sus palabras me sorprendió y logro detener el movimiento de mi mano sobre su polla.

-A… ¿a qué te refieres?

-No  nos rebajes a esto – ahora sus ojos también estaban inundados por una seriedad que jamás había visto y que logro que mi corazón se oprimiera.

-No… ¿no quieres estar conmigo?

-No - Su negativa quedo suspendida entre los dos como el filo de una navaja – no – negó y juntó su frente con la mía – no pienses mal, yo solo… JODER Blay tu deberías saberlo… - él suspiro y me miro directamente – no quiero que lo nuestro sea así – hizo un gesto con la mano entre los dos – quiero que cuando estemos juntos sea porque lo deseamos de verdad, no quiero que una follada se transforme en una escapatoria para no pensar, yo… yo no quiero rebajarte a ser uno más de los “sin nombres” en mi lista ¡TU ERES ESPECIAL JODER!

-Yo… - niego y digo lo que realmente está pasando por mi mente – te amo Qhuinn. Te amo desde tanto tiempo que no recuerdo cuando comencé a sentirlo – tome su rostro entre mis manos y lo mire directamente a los ojos – yo jamás estaría contigo solo por “follar”… por mas desesperado o hundido que esté, cada vez que tú me tocas no es solo mi cuerpo el que reacciona. Mi corazón siempre contesta… no, déjame terminar – lo corte al ver que quería hablar – nunca creí que lo nuestro fuera a pasar, pero si tu estas dispuesto a luchar no voy a ser yo el que se rinda, estamos juntos en esto.

Todo estaba decidido y dicho. Íbamos a luchar, fuera cual fuera el resultado lo afrontaríamos juntos. La angustia que sentía hace menos de unas horas fue deja atrás tan fácilmente que ahora pensaba en cómo pude ser tan idiota. La respuesta estaba ante mis ojos pero yo me los había tapado y comenzado a buscar en la oscuridad causada por mí mismo.

Estaba tan sumergido en mis pensamientos y en regañarme a mí mismo que cuando escuche hablar a Qhuinn tuve que pedirle que me repitiera lo que había dicho

-Te estaba preguntando, ¿conoces a la hembra? Eso nos podría ayudar en caso de que ella no desee el emparejamiento al igual que tu.

-Si, la conozco – no puede evitar la sonrisa en mi rostro cuando recordé a la pequeña Sophie 

– y tú también – la sorpresa se reflejo en el rostro de Qhuinn que estaba a centímetros del mío, recostado en la almohada.

-¿La conozco?

-Yep, pero no creo la recuerdes. La única vez que la viste éramos pequeños y Sophie solo estuvo en casa por un día, en esa ocasión…

-¿Sophie?...

-Si Sophie, cuando la veas no la reconocerás, está completamente diferente, yo me sorprendí mucho cuando la vi después de su transición.

-¿La viste… esta noche? – el cuerpo de Qhuinn se puso tenso de la nada.

-No… claro que no, solo hablaron conmigo hoy. Creo que ella aun no lo sabe, Sophie es… única. Definitivamente hubiera estado presente y dando su opinión si ella supiera lo que nuestros padres decidieron.

-Como… ¿cómo es ella? – la pregunta de Qhuinn salió en un susurro y yo me daba cuenta que esto era un poco difícil para él, por lo cual le contaba todo sin reservas. Esperando el notara que yo solo apreciaba a Sophie como una hermana.

-Única, como te mencione antes -sonreí recordando nuestro último encuentro- la última vez que la vi estábamos en un baile, todos los machos jóvenes deseaban bailar con ella. Con ese cuerpo pequeño, las facciones de duende, sumándole los ojos color esmeralda y su sedoso cabello color chocolate que contrastaba  perfectamente con su piel nívea. Era como ver una pequeña hada y todos los machos creían que ella era exactamente eso, un hada “pequeña e inocente” – deje escapar una risa al recordar la escena- pero todos se llevaron una sorpresa cuando la pequeña “hada” dejo a un macho, que bailaba con ella, noqueado en el piso. El resto del baile lo paso conmigo y nos reímos de las miradas de miedo e incredulidad que le daban todos los machos presentes

-Suena como una hembra muy diferente a las de la Glymera.

-Y lo es, Sophie fue criada solo por su padre. Su madre murió en un ataque Lesser, cuando ella solo tenía cuatro años. Desde ese momento su padre se encargo de enseñarle todas las artes en defensa personal y cómo manejar un arma. Todos se confían de su cuerpo pequeño  sus facciones angelicales, pero es una hembra que sabe defenderse muy bien.

-Hablas… -lo oí aclararse la garganta y sentí como obligaba su tono para que sonara despreocupado – hablas con cariño de ella, casi con reverencia.

No lo podía creer, Qhuinn estaba celoso. Su tono lo delataba por más que el intentara que no fuera así, su cuerpo rígido no lo ayudaba a pasar desapercibido y el pequeño detalle de que mirara a otra dirección no fue pasado por alto. Sonreí para mis adentros sin poder creer que él estuviera celoso. Qhuinn el macho más seguro y el que conseguía un polvo de todo el mundo, estaba celoso de una hembra que no conocía y todo porque yo hablaba con cariño de ella.

-Qhuinn… de casualidad estas celo… -no logre terminar la frase cuando se escucharon unos fuertes golpes en la puerta

-Críos Muevan sus culos de la maldita cama, el Rey nos llama a reunión en su despacho – la voz de Tohr retumbo a través de la puerta

-Adiós a nuestra tarde de follar como conejos – dijo Q con un suspiro dramático que causo que soltara una carcajada y me olvidara de lo que estaba a punto de preguntar minutos antes.

-El deber llama…

Nos levantamos de la cama y Q se fue a su cuarto por sus ropas de combate mientras yo me daba una ducha rápida y me alistaba en mi dormitorio. Habían pasado aproximadamente 10 minutos cuando bajamos a las puertas dobles de la mansión, en donde estaban Tohr, Z y John.

-Por ahora nosotros nos adelantaremos, mas tarde se nos unirá Rhage, que está atendiendo unos asuntos. V con Butch se quedaran en la mansión porque es su día libre – T hablaba con todo su poder y fuerza anterior, esa que tiempo atrás había perdido y que ahora recuperaba a pasos agigantados con la ayuda de su hembra – Wratth me encargo designar las patrullas. Z, JM y Qhuinn serán una. Blaylock, Rhage y yo estaremos en la otra. Ustedes tomen la zona sur, nosotros nos dirigiremos al norte. Eso es todos – los guerreros comenzaron a despedirse de sus Shellan y afinar los últimos detalles en cuanto a sus armas, todos estaban en sus respectivas parejas. Cuando mire a Qhuinn desee acercarme y besarlo, decirle que se cuidara, pero cuando me había decidido a dar un paso escucho como la voz retumbante de T dice “andando” y todos comienzan a salir de la mansión. Le di una mirada a Q solo para transmitirle con los ojos mi preocupación por el y pedirle que se cuidara y luego seguí a T.

Ya habían pasado un par de horas desde que salimos y no lográbamos encontrar nada malditamente interesante, no había rastros de Lesser en las calles, solo humanos vagando por todos lados, unos rumbo a casa, otros en esquinas estratégicas vendiendo sabe dios que, putas con sus faldas que dejaban poco a la imaginación, desfilando por la acera en busca de un “pez gordo”.

Solo humanos, uno tras otro, pero nada de lesser. Por una parte estaba agradecido, porque no podía evitar preocuparme por Qhuinn cuando nuestras patrullas eran separadas, pero por otro, la absoluta calma me hacía pensar en el dicho “la tranquilidad antes de la tormenta” algo me hacía pensar que tanta calma por parte de la sociedad restrictora por tanto tiempo no tenia buena pinta…

Mis pensamientos fueron cortados por el sonido de un teléfono, a mi espalda oí a T contestar y sentí como la tención llenaba su cuerpo, gruño respuestas cortas y finalizo la llamada con un “vamos en camino”

-Hay un ataque simultaneo a das casas de la Glymera, debemos dirigirnos hacia el sur, ahí se encuentra la primera vivienda. Los otros ya van en camino a la siguiente que está más cerca de su posición – asentí con la cabeza, íbamos a comenzar nuestro camino cuando nos llega un mensaje de V con las coordenadas, lo que nos facilito mucho mas el trayecto. Nos introducimos en un callejón y nos desmaterializamos para llegar más rápido a nuestro destino.

Cuando llegamos y vimos lo que nos encontramos, nos quedamos de piedra. La gran mansión que debería estar en medio de un campo lleno de arboles estaba parcialmente destruida, con la mitad de la construcción esparcida en pequeños escombros por todos lados y la otra mitad estaba sostenida en un Angulo extraño que denotaba debilidad e inestabilidad.

Nos apresuramos a introducirnos en el interior de lo que quedaba de la casa, pero en nuestros interiores sabíamos con lo que nos encontraríamos… muerte y desolación. Realmente no teníamos esperanzas de encontrar algún macho o hembra de la raza vivo, pero que nos condenaran si no iba a buscar hasta encontrar a los cabrones culpables de esto… todo estaba peor de lo que esperábamos. La casa o lo que quedaba de ella estaba manchada de sangre, la sangre de gente inocente. Mirar charco tras charco, cuerpo tras cuerpo me daba repulsión. No podía creer que hubiera tanta maldad en el mundo, pero así era la sociedad restrictora y por eso los hermanos y nosotros estábamos intentando con todas nuestras fuerzas ganar esta batalla que había comenzado desde el principio de nuestra raza.

Junto con Rhage y T hicimos lo único que podíamos por los cadáveres de los machos y hembras. Los tomamos con cuidado y respeto. Llevándolos a todos al exterior, fuera de las paredes que vieron su vida y su último halito de la misma. Los dejamos a todos juntos, bajo un hermoso manzano, apoyados en la base de este y en una pose de descanso, para que los rayos del sol se encargaran de darles un funeral digno y purificador para sus almas, le rece una plegaria a la VE pidiéndole por toda la familia y luego seguí a los hermanos para terminar con la limpieza.

No nos habíamos demorado casi nada en el allanamiento a la casa, como habíamos pensado ya que todos los Doggen y Vampiros que la habitaban estaban muertos. Había robado una cantidad  considerable de bienes y dinero en efectivo. Todo era algo confuso, si lo mirabas a simple vista podría parecer un robo normal, pero la magnitud destructora del ataque dictaba todo lo contrario.

Todo seguía dando vueltas en mi cabeza, cuando me duche y vestí nuevamente, esperando la llegada de Qhuinn, que según tenía entendido. Venia en camino con un sobreviviente al ataque.

Tome mi móvil y le envié un mensaje rápido, a los segundos sonó la respuesta y sonreí por la rapidez. “vmos n camino va 1 herido, ns vmos n nfermería” leí y me dirigí de inmediato a la enfermería, quería verlo y asegurarme que no tenía un rasguño.

Cuando llegue a las puertas de la enfermería, inspire hondo y pude captar el olor espeso de hollín, sangre y sudor. Un impulso de protección me obligo a abrir la puerta de golpe y me quede perplejo con lo que encontré.


Qhuinn

Barriendo la zona norte de Caldwell inútilmente ya me estaba aburriendo, el silencio se me hacia insoportable y no me podía sacar de la cabeza la ultima mirada de preocupación de Blay antes de salir, ¡joder! Nunca nadie se había preocupado por mi, nadie me esperaba en casa sano y salvo, y que ahora él lo hiciera me hacia sonreír como un imbécil…  de pronto el silencio fue interrumpido por el móvil de Z sonando, con una maldición contesto y su cara adquirió una expresión asesina y luego de unos momentos dijo un simple ok colgó la llamada.

-han atacado dos casas, nos dirigimos a la zona residencial a unas calles de aquí- informo Z
Inmediatamente después de darnos la noticia, Z John y yo compartimos una breve mirada y nos desmaterializamos en las cercanías del barrio residencial de Caldwell, en el sector norte de uno de los barrios ricos en donde predominaban las casas-mansiones de los civiles de la raza, al momento de reaparecer en un callejón no muy lejos de donde nos encontrábamos notamos de inmediato el leve olor a humo en el aire, joder, pudimos ver claramente como el fuego consumía la casa a la cual debíamos ir, sin perder tiempo nos desmaterializamos directamente frente a la casa notando que esta había comenzado a arder no hace mucho, las llamas salían del ala derecha de la casa dejando la otra algo despejada, John y yo miramos a Z por indicaciones y el solo gruño en nuestra dirección “no hagan nada estúpido” y se lanzo hacia la casa, típico de él.

Con un intercambio de miradas con John desenfundamos las dagas y corrimos juntos a la parte trasera de la casa, ya que Z había entrado por la principal, al abrir la puerta nos encontramos de cara con 3 Lesser que salían a toda prisa cubiertos de hollín cargando un  
saco con ellos.

-Creo que no irán a ningún lado con eso- gruñí al momento en que nos lanzamos a la lucha simultáneamente, los Lesser se mostraron sorprendidos, probablemente no creyeron que llegaríamos tan rápido, pero nos encargaríamos de que los cabrones lo lamentaran.

Noqueando rápidamente a uno de un puñetazo, para así encargarnos de uno cada uno sin riesgos, luchamos con los dos restantes, los que presentaron una lucha desenfrenada defendiendo el jodido saco, despertando mi curiosidad, un puñetazo conecto con mi ojo con poca fuerza ya que lo alcance a detener  y con un fuerte derechazo rompí la mandíbula del Lesser, una vez tirado en el suelo le patee fuertemente el torso sintiendo con satisfacción como se quebraban al menos tres de sus costillas, eche una mirada a John que ya había acabado con el otro cabrón y lo estaba apuñalando, hice lo mismo con los dos restantes,  simplemente no podíamos darnos el lujo de dejarlos vivos para interrogarlos, la casa ardía y podía venírsenos abajo, en un impulso tome el saco que arrastraban quedando sorprendido cuando eche una mirada al interior.

Habían muchas joyas, demasiadas de ellas, mucho oro y dinero en efectivo, estos cabrones se quedaron sin recursos y por eso decidieron atacar casas de civiles –gruñí reprimiendo mi rabia- malnacidos, ya sabia yo lo que eran estas ratas, pero esto solo podía significar que los cabrones estaban desesperados.

Saliendo de mi estupor rápidamente tome el saco y lo lance hacia fuera cayendo entre unos arbustos, John me miro incrédulo ante esto

-Luego te explico bro, ahora debemos investigar.- dije rápidamente adentrándome más en la casa con John a mis espaldas.

Ambos íbamos a la defensiva ya que no sabíamos cuantos Lesser mas podía haber dentro de la casa, llegamos a lo que parecía ser la sala de estar, las llamas crecían cada vez mas a nuestro alrededor y Z venia bajando las escaleras rápidamente cubierto de hollín, con lo que parecía ser una persona sobre su hombro.

-No queda nadie arriba, los Lesser que habían son historia y el resto alcanzo a escapar antes de nuestra llegada, ahora salgan cagando leches que esto en cualquier momento se derrumba.- antes de que terminara de hablar ya estábamos en camino hacia la salida tosiendo por el aire cada vez mas denso.

Al salir apenas estuvimos en la acera relativamente segura Z dejo al tipo en el suelo, era una persona de edad mediana, pero no podía identificar ningún rasgo de su rostro, tenia la mitad de su cabeza chamuscada, si te fijabas podías ver parte de su cráneo e incluso un trozo de cerebro expuesto, y todo su cuerpo  estaba aplastado y retorcido en ángulos extraños, probablemente el hombre había sido torturado y no viviría mucho, un hermano en esas condiciones tendría pocas opciones de sobrevivir, ¿pero un civil? Casi imposible.

-m… mi hi…ja  sa-salvenla- increíblemente a pesar de su estado el hombre logro balbucear a duras penas antes de caer en la inconciencia, mire a Z y el asintió, me puse de pie rápidamente para ir de vuelta a la casa en busca de la hija del hombre que probablemente estaba en algún lugar de la primera planta por que Z había barrido la segunda, John se puso de pie junto a mi pero negué de inmediato.

-Ni de coña, tu te quedas con Z, deben llamar a Butch para que traiga el escalade, si queda alguien vivo ahí dentro probablemente esta herido y necesitaremos traslado- Zsadist ya tenía el móvil pegado en la oreja y John comenzaba a protestar- John… -baje mi voz unos tonos- solo será mas peligroso para mi que vallas conmigo, quédate aquí y reza por que quede alguien con vida-

Sin esperar respuesta corrí rápidamente a la casa que ya estaba casi en su totalidad envuelta en llamas, gracias a la virgen John no me siguió, ya que no podía estar tranquilo si él estaba aquí en peligro conmigo, corrí rápidamente por la primera planta, la sala de estar  ya estaba consumida por las llamas, fui hacia la parte trasera corriendo rápido para que las llamas no me envolvieran a mi también y entre en la cocina, la barrí rápidamente, ahí no había nada.

Recorrí cada rincón de la primera planta sin encontrar absolutamente nada, el humo entraba por mis pulmones haciéndome cada vez mas difícil respirar, las llamas amenazaban a mi cuerpo cada vez que me quedaba quieto y las vigas de la casa chirriaban dando a entender que en cualquier momento esta se vendría abajo, corrí rápidamente para salir de la casa por la puerta trasera dándome por vencido cuando al pasar por el ultimo corredor note que el fuego había consumido el papel tapiz y había revelado lo que probablemente era una puerta escondida, sin perder el tiempo patee fuertemente haciendo volar la puerta por lo que parecían ser unas escaleras que conducían a un sótano.

Rápidamente baje las escaleras, abajo todo estaba oscuro, no habían ventanas ni fuego y el poco oxigeno que había era casi irrespirable, trabajando contra el tiempo ya que en cualquier momento todo se venia abajo dejándome atrapado aquí escanee el lugar, habían muchas cajas apiladas limpiamente, revise todo el lugar que probablemente era de la mitad de la superficie de la casa sin encontrar mas que cajas y viejos muebles, cuando me iba a dar por vencido note un pequeño bulto en la esquina mas alejada a las escaleras, estaba cubierto por una manta negra y temblaba, probablemente era la hija del dueño de casa que había alcanzado a esconderse aquí abajo.

Rápidamente me dirigí hacia allá y quite la manta ver las condiciones en que se encontraba, pero al quitarla rápidamente sentí un pequeño puño impactar en mi barbilla.

-¿Pero que coño…?- salte hacia atrás sin entender, ¿era acaso un Lesser el que estaba escondido aquí? ¿Con que fin?

-Déjame en paz monstruo,  ¡¡luchare hasta que el último aliento abandone mi cuerpo!!- una voz de mujer amenazo y sorprendido me acerque a ella, seguramente pensaba que era el enemigo ya que aun no me había visto la cara.

-Tranquila, no te haré daño, vengo de parte de la Hermandad de la Daga Negra, así que por favor ven conmigo, te mantendré a salvo- susurre mientras ella seguía enviando golpes y con cuidado tome sus muñecas  y la obligue a mirarme a los ojos- no tengas miedo.

Ella no dejo de luchar hasta que me miro a los ojos, su cara mostro asombro y un poco de alivio, pero su cuerpo no dejo de estar tenso, sus grandes ojos verdes me miraban como pidiendo ayuda, ella era pequeña y lucia indefensa, pero la decisión con la que me dio el puñetazo era digna de alabar, al convencerse de que no le  haría daño aflojo su agarre, un breve suspiro abandono sus labios y susurrando un breve “gracias a la virgen” y callo desmayada en mis brazos.

Un fuerte crujido me recordó que no tenia tiempo y con cuidado envolví a la chica en la misma manta que le había quitado antes, note que su vestido estropeado y manchado de hollín dejaba a la vista sus blancas extremidades cubiertas de heridas recientes unas mas profundas que otras, mierda, debía apresurarme. La envolví lo mejor que pude y acunando su cuerpo con cuidado eche a correr rápidamente a la salida, las llamas ya habían comenzado a bajar por las escaleras  que crujieron amenazando con ceder bajo mis pies, salte en el momento justo en que estas caían estrepitosamente, y corrí como alma que lleva el diablo hacia fuera.

Justo a tiempo, un minuto mas y hubiésemos tenido que dar explicaciones innecesarias, y borrar mentes como condenados, momentos después que nos subimos al escalade paso un gran camión de bomberos  por nuestro lado,  probablemente alguien vio el fuego de lejos y los había llamado, pero nosotros alcanzamos a limpiar de Lesser y sacar a las dos personas que al parecer habitaban la casa, la chica iba desmayada en mis brazos, por algún motivo se aferro a mi camiseta tan fuerte que no pude abrir sus puños para acomodarla en uno de los asientos, así que la acune e inconscientemente acaricie sus cabellos intentando consolarla aunque fuese en el sueño, ella me recordaba a las inocentes elegidas, con su cara angelical y su piel delicada, joder, no quería estar cerca cuando le dijeran que su padre había muerto momentos después de rogar por que la salvaran, y por la mirada que llevaba John, tampoco era algo que le agradara, el cuerpo sin vida del macho iba en la parte de atrás del jeep para darle una sepultura como era costumbre entre miembros de la Glymera, ya que sin duda él era parte de ella, la casa aunque estaba envuelta en llamas derrochaba lujos, era inmensa  y todo carísimo, también lo pude deducir por el contenido del saco que John llevaba en su regazo, alcance a recogerlo rápido y lanzárselo antes de meternos al escalade, el solo miro en su interior y aparto el saco mirando incrédulo.

El viaje se hizo eterno, y cuando ya estábamos fuera del barrio mi mente comenzó a vagar pensando en Blay… con todo el ajetreo ni siquiera tuve tiempo de llamarlo ni nada, y ahora comenzaba a preocuparme, él iba solo con Tohr a la otra casa, quizás habían mas Lesser ahí, tal vez  la verdadera trampa estaba ahí y la casa a la que fuimos era un mero señuelo…  comencé a sudar frio y mi preocupación aumentó, saque con cuidado mi móvil dispuesto a llamarlo para verificar si estaba bien y rogando por que pudiese contestarme, cuando note que tenia un mensaje de hace menos de dos minutos, con el corazón en la mano lo leí, era de Blay.

“Estamos bien, la casa estaba desocupada y  ya estamos en la mansión, te veo en nuestra cama”

Típico de Blay, sus mensajes jamás estaban abreviados, siempre escritos a la perfección,  perfectos como lo era él, sonreí pensando en lo ultimo “nuestra cama” sentía que mi corazón se hinchaba cada vez que él hablaba de nosotros como una unidad, como la pareja que éramos.

Le respondí el mensaje diciéndole que me esperara en la enfermería, yo quería asegurarme que la chica estuviera bien, y quedarme con ella hasta que se despertara para poder decirle que estaba a salvo y no atacara a nadie, y con ese pensamiento la acurruque mas cerca hasta que llegamos a la mansión.

Una vez en la enfermería Doc Jane se apresuró a atender a su única paciente curando sus heridas con agilidad mientras yo me quedaba a su lado esperando, hasta que por fin sus ojos verdes se abrieron desconcertados.

-¿do… donde estoy?, ¡¡mi padre!! ¡¿Dónde esta mi padre?!- se sentó exaltada y la Doc toco su brazo suavemente.

-Tranquila chica, estas en el complejo de la Hermandad, primero necesitas alimentarte para curarte, luego responderemos todas tus preguntas- me lanzo una mirada acusadora- y tu también Qhuinn, ya llame a Layla para ti, estará aquí dentro de poco.- hice una mueca.

-¡No me alimentare ni hare nada hasta que me digan donde esta mi padre!, yo… lo deje solo, el me empujo al sótano enfrentándose el solo a esos… ¡¡esos monstruos!!!- se cruzo de brazos mirando de Doc Jane hacia mi exigiendo su explicación, yo negué con la cabeza rogando por que la doctora se hiciera cargo de la situación, seguramente ella había pasado por esto antes.

-ok, lo que pides es justo, lo lamento mucho, de veras, pero tu padre no sobrevivió a sus heridas, fue muy valiente ya que el advirtió a los hermanos de tu situación para que te rescataran- negó con la cabeza- realmente lo siento.
La chica abrió los ojos como platos y se quedo quieta por unos momentos interminables, yo no sabia como reaccionaria, si se echaría a llorar, gritaría o destruiría todo.

-mi padre….- susurro la chica sin reaccionar aun cuando la puerta de la habitación se abrió rápidamente y Blay entro con cara de preocupación, el miro a la chica y luego a mi totalmente sorprendido.

Sin previo aviso la chica se puso de pie rápidamente y se lanzo a los brazos de Blay aferrándose a él comenzando a sollozar, yo no comprendí nada, hasta que el la abrazo y acaricio su cabello…  “Sophie” susurró, y mi mundo se vino abajo.



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