martes, 25 de diciembre de 2012

Capitulo 3 "Sueños Olvidados"






Blay:

Un pitido se escuchaba a lo lejos, era un sonido constante como el latido de un corazón.

La bruma me tenía sumergido en un estado de letargo, no tenía claro si había despertado o no. Comencé a removerme lentamente y sentí un tiro de dolor en la pierna, no alcance a registrarlo cuando soy asaltado por otro en el hombro y un latir constante y molesto en mi cabeza.

Muevo mi mano izquierda para llevarla a mi cabeza, pero es atrapada entre las de alguien. Eran unas manos grandes, callosas y… cálidas. Abro los ojos para poder ver quién era esa persona y donde estaba.

-¿Cómo te sientes Blay? – escucho que dice alguien junto a mí. Era una voz de mujer con un sonido muy calmado, pero que en el fondo escondía una orden.

Esperen… ¿Blay? ¿Quién es ese Blay? Me giro para ver a la mujer, pero mis ojos son segados por una luz y unas manos que me obligaban a abrirlos. Asumí que la pregunta era para mí por la forma en que me examinaba, por lo cual me apresure a contestar.


-hmm bien, pero… ¿Dónde estoy y quienes son ustedes? – siento como las manos que sostenían la mía se tensaban y me volteo para ver quién era esa persona.

Al principio pensé que mi mente me estaba jugando una broma, pero luego me di cuenta que no, ese macho realmente tenía unos ojos… dispares. Uno era de un verde intenso y profundo como el musgo o quizás un poco más claro, no estaba seguro y el otro de un azul intenso e igual de profundo, pero este se asemejaba al mar…

Me sentí incomodo por el camino que estaban tomando mis pensamientos y al notar mi mano aun en las suyas la quite rápidamente.

La expresión del macho era de sufrimiento y sorpresa. Me miraba como si quisiera que dijera algo, como esperando una respuesta de mi, pero yo no lo conocía. Estoy completamente seguro que jamás olvidaría unos ojos así, una cara tan atrayente o el cuerpo del macho. Era un cuerpo trabajado, hecho para la lucha y su apariencia y los cortes que tenía me confirmaban ese hecho.

-Blay, dime que sabes quién soy. Por favor dime que me reconoces-  dijo el macho con un tono desesperado en la voz. El tono de voz que uso para hablarme me hizo nuevamente sentir incomodo. Como si algo estuviera mal, algo no parecía correcto… mire entre la hembra y el sin estar seguro de que contestar pero luego simplemente dije

-No, no tengo idea quien eres

-¿Blay? – me llamo la mujer nuevamente. Me voltee a verla para apartar mi mirada del macho que estaba junto a mí y quede aun más impresionado. Ella era ¿transparente? - ¿recuerdas quien eres? ¿Donde estas? ¿Quién soy yo? – me pregunto mientras examinaba nuevamente mis ojos.

-Lo siento, yo… - intente recordar si la conocía o si sabia donde estaba o cualquier cosa, pero a mi mente no llegaba nada – yo no recuerdo – dije dándome por vencido.

Ella siguió con su chequeo, me izo otras preguntas más y luego me dijo que esperara un momento. Al cabo de un rato me había hecho unos exámenes y según lo que entendí, había recibido un golpe en la cabeza, en batalla, que había afectado mi lóbulo temporal medial, logrando que tuviera una pérdida de memoria temporal.

-Realmente no entiendo porque paso esto. Los vampiros tienen una rapidez única para mejorarse y tú no eres la excepción. Mi única teoría es que tu propia mente lo allá provocado como una forma de defenderte hasta que estuvieras totalmente recuperado – dijo la hembra aun con el seño fruncido y mirándome.

– Bien, por lo menos es algo temporal. A lo máximo en 24 horas deberías estar con todos tus recuerdos donde antes. Voy a fuera a decirle a los demás que pasa ¿te quedas con él? – le pregunto al macho que había estado en silencio a todo momento.

-Si –fue su única respuesta mientras la hembra salía por la puerta y escuchaba como le explicaba lo mismo a otras personas – no…  ¡joder! ¿Tú no me recuerdas?  - volvió a preguntarme.

No sabía que responder. El macho no me era familiar, pero cuando lo miraba sentía algo extraño que no sabía cómo describir y eso me hacia desconfiar un poco de él. Como no le conteste por un tiempo, el levanto la cara que antes tenía entre sus manos y me miro fijamente a los ojos.

Quede petrificado por los remolinos de dolor, culpa y sufrimiento que inundaban sus ojos, quería responderle algo, cualquier cosa, para evitar esa mirada pero justo cuando iba a hablar la puerta se abre de un portazo y entra un macho… hermoso. No había otra palabra para describirlo, era perfecto desde su pelo rubio hasta la punta de sus botas de combate.

-¡Pastelito azucarado! ¿Qué te paso? Oh, mi dulce niño. ¡¡No lo puedo creer!! – dice con una voz chillona y se coloca junto a mi empujando al macho de ojos dispares y tomándome en un abrazo de oso. Suelto un quejido por la herida de mi hombro y él me suelta inmediatamente tomando mi cara entre sus manos – no te preocupes cariño ¡mami esta aquí! – dice mientras yo quedo totalmente en shock, y no logro entender nada.
-Joder Rhage cállate y deja al crio en paz – gruñe otro de los machos que estaba parado cerca de la puerta, de bazos cruzados, tenía unos ojos de hielo que miraban astutos, usaba una perilla que le daba un aire de peligroso y  un guante en una de sus manos.

-Que tú no te preocupes de nuestro hijo no quiere decir que yo no lo haga ¡mal macho! – dice el rubio que aun sostenía mi cara y miraba al otro macho con una expresión de sufrimiento fingida.

-Cállate o te callo Hollywood – gruño el macho. Yo estaba confundido, no entendía nada. Mi madre era… ¿un macho? Unas imágenes que no deberían estar en mi mente se me pasaron de ese macho rubio y el de ojos blancos… sentí como un sonrojo inundaba mi cara y un gruñido retumbo por todo el lugar.

-No vallas por ahí crio – gruño el macho en la puerta enojado y mi sonrojo empeoro

-¡No le hables así a nuestro bebé! – dice el macho rubio con una mano en el pecho y una expresión angustiada- Tu puedes pensar lo que quieras cariño, después de todo si queremos a tu hermano – mira al macho de ojos dispares – que es un acosador sexual y estuvo a punto de violarte cuando pasaste por tu transición – miro sorprendido al macho de ojos dispares que esta con la boca abierta y una expresión de sorpresa – bueno que si lo pienso bien, no es violación cuando tú estabas tan predispuesto – los miro a todos en estado de shock.

-Cállate Rhage y deja de confundir al crio o te largas con una daga en el culo – gruño otro macho. Este venia entrando por la puerta vestido entero de negro, y era asombroso, el cabello largo y negro hasta la cintura, con unas gafas de sol y acompañado de un perro – ¿cómo te encuentras hijo? – me pregunta parándose frente a mí.

-Un poco confundido – le digo mientras veo como todos están callados y sin decir nada.

Después del abrazo del rubio me había quedado sentado y podía ver claramente mis vendas, hice una mueca al notar una mancha de sangre en la del hombro.

-Ignora a Rhage es un gilipollas – el rubio que según entendí se llamaba Rhage izo un sonido de bufido – te callas o te largas Hollywood – volvió a repetir el macho y esta vez hasta yo sentí una oleada de miedo, pero sobre todo respeto por sus palabras

-Si mi señor – contesto el otro.

-Estarás descansando por lo que queda del día y mañana hijo o hasta que estés bien. Ya llamamos a Layla para que viniera a alimentarte, en un rato mas estará aquí.

-Hmm gracias señor – dije aun mas confundido, ¿Quién era esa hembra Layla? Y este macho al cual todos le llamaban señor ¿Por qué todos lo respetaban?

-¡YA! FUERA TODOS, dejen de confundir a mi paciente. Blay necesita descansar – dijo la doctora y todos los machos salieron del cuarto. No había notado en qué momento había entrado, pero con tanto ajetreo no me parecía extraño.

Todos se habían ido, todos menos el macho de ojos dispares que seguía en silencio y con una pose rígida. 
 
-¿Quieres que te lleve a tu cuarto? – pregunto finalmente después de un tiempo en silencio

-¿Yo vivo aquí?- intente recordar pero nuevamente estaba en blanco. 

-Si, tu cuarto está arriba en la mansión-

-¿Pero esto no es un hospital o algo así?

-No, estas en la mansión del rey. Aquí vive la hermandad – sus palabras hicieron que un destello de un macho en un gran salón, sentado tras un escritorio y contándome de la hermandad de la daga negra apareciera.

-Mi padre… mi padre es Rocke – le digo al macho de ojos dispares que me mira sorprendido.

-¿Recuerdas todo? – luce esperanzado y me molesta un poco cuando su expresión cae al ver mi negativa.

-Lo siento – no comprendo porque me disculpo, pero las palabras salieron antes de pensarlo.

Después de eso se produce un silencio incomodo y eso me hace dudar un poco antes de preguntar, pero finalmente asumí que era una pregunta muy normal ¿o no?

-Cual… ¿Cuál es tu nombre? – ¡joder! ¿Por qué me estoy sonrojando?

El parecía sorprendido por unos segundos, luego una sonrisa leve apareció en la comisura de sus labios y por más extraño que parezca no pude dejar de mirarlo.

-Qhuinn

-¿Uh? – parpadee sorprendido

-Mi nombre es Qhuinn


Qhuinn:

El corazón me dio un vuelco cuando él me pregunto mi nombre. Jodida virgen realmente no me recordaba. Hasta el momento yo estaba en una especie de shock, esperando que Blay y Doc Jane en cualquier momento se rieran y me dijeran que todo era una jodida broma de mal gusto, pero al parecer no, el me miraba con curiosidad, note su sorpresa al ver mis ojos y que estaba algo incomodo cuando llego el jodido de Rhage, y ahora aquí estábamos, él aun confundido preguntándome mi nombre y yo… yo sin encontrar las palabras para responderle.

Cuando le dije mi nombre tuve que repetírselo dos veces lo cual me decepciono un poco, había creído que al decírselo recordaría aunque fuese un poco, pero no. El me miro con un repentino sonrojo en la cara lo que me dejo sin palabras, hacia mucho que no se sonrojaba en mi presencia, ni mucho menos si el sonrojo se lo causaba yo, eso me hizo sentir algo… extraño.

 Luego de que Blay se puso una bata que le entrego Doc. Jane caminamos en silencio hacia la mansión por el túnel subterráneo, el iba con un constante sonrojo siguiéndome de cerca y observando todo a su alrededor, el silencio a pesar de  ser algo confortable se me hizo incomodo, pero no quise romperlo, el iba observando todo, aprendiendo las cosas nuevamente y no lo interrumpiría, ingresamos a la mansión y pasamos por el gran salón del manzano hacia las escaleras, Blay se quedo parado en medio del salón totalmente sorprendido mirando al cielo de la mansión observando las pinturas.

-Esto es… realmente hermoso- le oigo decir maravillado mirando todo a su alrededor y lo veo como hipnotizado, tenia inocencia pura en su rostro, nada de ira ni enojo ni rabia, solo curiosidad, supongo que es como cuando llevas a un niño a Disneylandia y ve todo por primera vez.

-Yep, este es nuestro hogar. Hmm, bueno de todos nosotros, pero creo que debes ir arriba a descansar, luego si quieres puedo mostrarte toda la mansión- dije viendo como con esfuerzo quitaba la vista del techo y asentía hacia mí con un sonrojo en el rostro.

De pronto y sin siquiera hacer ruido entra Lassiter caminando a grandes zancadas por el salón y se queda mirándonos fijamente con una gran y jodida sonrisa en el rostro.

-Oh no, esto no es nada bueno- dije tratando de que Blay caminara pero él no le quitaba la vista al reluciente ángel.

-Tu… ¿tu quien eres?- pregunto mirándolo con admiración al tiempo que yo negaba con la cabeza. Yep, esa es una jodida mala pregunta.

-Pregunta correcta chico, soy tu jodido ángel guardián, dueño de todo lo que ves y conoces, incluso dueño de tu voluntad, y soy el encargado de que el cabrón que esta a tus espaldas no te secuestre y te utilice con fines sexuales, si sabes a lo que me refiero –dijo el ángel con un movimiento de cejas  sugerente, lo que me hizo sentir cansado, ¿Cuántos más le dirían que yo era un violador?

-Oh joder, Blay, no lo escuches, aquí están todos locos, tu sígueme por aquí- le dije guiándolo hacia las escaleras tratando de subir lo más rápido posible antes de encontrarnos con alguien más y que él se creyera el cuento de que yo quería violarlo. Llegamos arriba me detuve junto a su puerta y titubee, no sabía si entrar con él o dejarlo aquí, pero Blay no sabía nada de nada, así que quizá sería bueno mostrarle su habitación

-Entra, esta es tu habitación- le dije abriendo y dejándolo pasar, el entró y yo lo seguí juntando la puerta sin cerrarla para que no se sintiera incomodo…

Una vez dentro, el se giro y me miro fijamente, había algo de vergüenza en sus ojos y no pude entender por qué… hasta que me hablo.

-Tu… umh… ¿no eres mi hermano verdad? Recuerdo a mi padre y vagamente a mi madre pero no a un hermano – me miró sonrojado y aparto la mirada – y tu… bueno, tú no quieres… - se aclaro la garganta -  ya sabes, lo que dijeron el tipo de abajo y Rhage. Tu… ¿tú no quieres violarme ni nada por el estilo cierto? – preguntó aun sin mirarme.

En ese momento no supe si echarme a reír o sentirme ofendido, los muy jodidos de Rhage y Lass se tienen que haber dado un festín planeando que decirle a Blay, y ahora el me creía un ¡¡¡psicópata!!! Que les den a los dos, yo lo convencería de lo contrario.

-hmm, no Blay, no soy ni tu hermano ni un jodido psicópata como el par de gilipollas de allá abajo dijeron.- hable muy despacio y mirándolo a los ojos, para que no viera duda en los míos

-¿Entonces quien eres?- pregunto despacio, y me tarde varios momentos en responderle. Amigos no era la palabra dada las circunstancias de las últimas semanas ¿verdad?

- Bueno, esto, somos amigos de hace varios años. De pequeños jugábamos juntos y pasamos la transición juntos…- me miro con cara de no comprender- bueno, el proceso de pasar de casi simples humanos a vampiros súper desarrollados como somos ahora, la cosa es que fuimos mejores amigos desde siempre, los cabrones allá abajo solo querían confundirte a ti y joderme la vida a mí.

-Espera ¿fuimos los mejores amigos? Eso quiere decir que ya no lo somos… o éramos antes de… ¿todo esto?- su mirada se torno curiosa y yo me sentía incomodo ¿cómo explicarle a alguien sin memoria que yo en realidad si era su mejor amigo del cual siempre estuvo enamorado pero luego de que lo rechazara el ahora estaba follando con mi jodido primo?

-Es algo… complicado veras yo…-comencé diciendo cuando unas delicadas manos tocan la puerta indicando que Layla venía a alimentarlo -joder…- menuda suerte

Blay se tenso al sentir el golpe, pero la puerta estaba entreabierta así que fui a abrirla para que ella pasara.

-Entra Layla, Blay esta por acá.- le dije haciéndola entrar y ella me miro sorprendida.

-Qhuinn, no sabía que estarías aquí.- me miro con sus grandes ojos verdes y yo desvié la mirada hacia los de Blay, que iban de mi a ella con curiosidad.

-Hmm, si, lo estoy ayudando a adaptarse un poco, ya sabes, no recuerda nada y está desorientado- tome su mano y la guie hacia la cama para que se sentara.

-¿Quién es ella?- pregunto Blay –y ¿porque está en mi habitación?- dijo en un tono un poco más serio, ya no se le oía confundido, sino más serio, incluso me atrevería a pensar que molesto.

-tranquilo, ella es la elegida Layla, vino a alimentarte, necesitas de su sangre para que te recuperes más rápido y así puedas recordar pronto- le dije tratando de tranquilizarlo, se mostró algo incomodo, pero tomo asiento al lado de ella y me miro esperando.

-Sire Blay, se que probablemente no me recuerdes, pero por favor bebe de mi vena y recupera tus energías, todos en la mansión se preocupan por usted, y yo también, por favor bebe y recupérate  –Layla doblo hacia arriba las mangas de su blusa y extendió la muñeca hacia Blay, él la miro y luego  a mi no sabiendo que hacer, pero cuando ella acerco un poco mas su muñeca el olio su sangre y sus colmillos se alargaron haciéndolo dar un leve salto de asombro y llevándose una mano a ellos para examinarlos.

-Tranquilo, eso pasa, somos vampiros Blay necesitas beber de ella- le dije intentando sonar alentador, pero él se quedo paralizado mirando un punto a mi espalda, me gire para ver que no había nada y luego comprendí… ¡joder! El estaba recordando.

Blay:

Mi mente debía estar en otro recuerdo, porque las heridas que tenia no eran capaces de explicar el sentimiento de quiebre y dolor que percibía en los huesos. Sentía como mi cuerpo cambiaba, se quebraba y el dolor era insoportable… a lo lejos alguien me llamaba por mi nombre y mis fosas nasales captan un olor que me hace agua la boca. Soy consiente de un dolor en mis incisivos y de un cálido liquido que corre por mi garganta…

-¿Blay? Joder Blay ¿estás bien? ¿Qué recordaste? – parpadeo y me encuentro con la cara de Qhuinn a centímetros de la mía. Por la sorpresa me voy hacia atrás y caigo acostado en la cama. La vergüenza hace que mis mejillas se sonrojen y me siento rápidamente.

-Era mi transición y el recuerdo de la primera vez que bebí sangre

-¿Solo eso?

-Si… – la cara del macho al igual que la vez anterior decae notablemente ¿Por qué tenía esa expresión? No entendía porque le importaba tanto que recordara. La doctora había dicho que era algo temporal, entonces ¿Por qué a él le molestaba tanto?  Tenía ganas de preguntarle y saber la respuesta a mi pregunta anterior, pero no quería saberlo en frente de la hembra llamada Layla.

-Sire, por favor – la hembra me extiende su muñeca.

Le tomo el brazo con delicadeza y entierro mis colmillos en su fina muñeca. La hembra era delgada, de cabello rubio y unas facciones hermosas, pero de todas formas no me sentía cómodo con ella y la forma en que miraba al macho de ojos dispares.

La hembra estuvo tranquila mientras yo tomaba de su vena, no tuvo ninguna muestra de dolor o malestar y eso me calmaba, pero sentía que algo estaba mal en el fondo de mi pecho. Aun cuando su sangre me alimentaba y sentía como mi cuerpo recuperaba las fuerzas, algo se sentía molesto y no lograba comprender el que o eso pensé…

 Una que otra vez la había pillado mirando a Qhuinn con una expresión de… ¿cariño? En los ojos, eso me molestaba, no sabía porque o el motivo del rechazo que sentía hacia ella, pero eso no evito que me alejara de la hembra y su vena rápidamente.

-Layla, ven aquí – le dice Qhuinn y extiende su mano. Frunzo el seño al ver como toma su muñeca, la que yo había mordido y se la lleva a la boca.

Ciento un picor extraño en la garganta y un sonido leve sale de entre mis labios, como un siseo. No logro sorprenderme aun, cuando veo como el macho le pasa la lengua por la herida y esta se cierra. Me molesto ver el cuidado con el que la trataba, la delicadeza del toque que le estaba dando y el ver como su lengua recorría su carne… un gruñido nace nuevamente en mi garganta pero lo retengo apretando mis manos en puños.

-Qhuinn ¿tú no te alimentaras? – mi cuerpo se tensa al oír su pregunta y miro a otro lado al sentir los ojos del macho fijos en mi.

-No Layla, yo estoy bien. No te preocupes

-Entonces me retiro. Nos vemos Sire Blaylock, espero se recupere luego – la hembra hace una reverencia y se retira, pero no sin antes sonreírle a él.

-Hmm necesitas alg…

-Quiero ducharme y estar solo por favor – mi tono de voz sale algo cortante sin que fuera mi intención. Qhuinn me mira sorprendido y luego asiente con la cabeza, dice algo más, pero no lo escucho bien y se va dejando la puerta cerrada.

Cuando estoy finalmente solo en el cuarto me levanto al baño, me miro en el espejo y hago una mueca. Todo esto es muy extraño, no conozco a las personas que viven en esta casa, pero todos ellos parecen muy familiarizados conmigo.

Doy la llave de la ducha con un millón de pensamientos recorriendo mi mente y me sumerjo en el agua. En cuanto mi cuerpo hace contacto con el agua un recuerdo golpea mi mente con imágenes aleatorias. Estoy en algún tipo de sala con otros niños, hay un guerrero con cicatrices en su cara, rapado y vestido de cuero. Nos explica algo sobre un arma de fuego.

No logro registrar muy bien el recuerdo cuando otro me llega, en esta estaba con ¿John? ¿Lash? Y había alguien más, pero no lograba identificar al macho. Se producía una pelea entre los dos primeros y las cosas no iban nada bien, John estaba en un estado de shock y Lash iba a hacer algo realmente desagradable, pero el otro macho aparece y con un gruñido salvaje le corta la garganta…

De golpe vuelvo a la realidad y estoy aun en la ducha, con la respiración desigual y el cuerpo frio.

Lo que quedaba del día lo pase vagando entre el sueño y los recuerdos de todo tipo. En algunos estaba en casa con mi familia, en otros entrenando cuando aun no pasaba la transición, pero lo que más recordé fue mi infancia y unos que tuve al final y me dejaron confuso e impaciente.

Recuerdo estar en este mismo cuarto y discutir con un macho, estaba enojado y al mismo tiempo resignado hasta cuando percibí  un aroma y eso lo cambiaba todo. Sentí  mi sorpresa, la esperanza y la lujuria del momento. El beso era una guerra entre nuestras lenguas y en un momento  mi mente pensó que por fin tendría lo que quería, pero no fue así… 

-.¡Joder! – despierto de la bruma del sueño, y sorprendido encuentro al macho de ojos dispares… Qhuinn en mi cuarto, oh mejor dicho justo junto a mi cama con una mano apoyada en ella y la otra tocándose el tobillo – lo siento, no quiera despertarte. Solo venia por mis botas – dijo rápidamente mientras se ponía de pie y me miraba algo inquieto.

No fui capaz de registrar su disculpa, estaba más ocupado notando que estaba sin remera, sin zapatos y con unos pantalones de cuero que tenían el botón desabrochado.  

No sé si estaba más sorprendido por él o por mi reacción. Me senté rápidamente en la cama, levantando las rodillas para esconder una… ¡una erección joder! No sabía que mierda me pasaba, pero estaba sonrojado y con una tienda de campaña entre las piernas como un adolecente hormonal. Recorro el cuarto tratando de buscar algo para distraerme y me di cuenta que había pasado unas 6 horas durmiendo…

Qhuinn se veía algo incomodo y divertido en partes iguales *¡joder que no lo note!* era lo único que podía pensar. El me recorrió con la mirada y algo llameo en sus ojos, esa llama fue como un latigazo en mi polla que salto y se endureció aun más ¡JODER! Apreté los dientes para esconder un siseo.

Qhuinn:

Cuando deje a Blay en su habitación tuve que recurrir a cada gota de voluntad en mi cuerpo para no dar media vuelta y quedarme con el hasta que me recordara, el ya había comenzado el proceso de volver con sus recuerdos, sabia quien era su padre, y algo sobre la hermandad, se había alimentado así que en unas cuantas horas mas estaría mucho mejor, pero yo continuaba inquieto, antes Blay siempre fue cortes con Layla, jamás la miro de una mala forma, pero ahora, ahora era distinto, en sus ojos había rabia, la miraba como una intrusa y yo no podía entender el por que, quizás no podía recordarla y se sintió intimidado por una hembra… o quizás no, no podía saberlo, pero yo había creído que al momento en que ella se retirara el se relajaría y hablaría conmigo, finalmente el debía tener muchas preguntas acerca de todo y todos, y yo estaría ahí para respondérselas todas, pero el con una mirada fría me mando a tomar por culo y me dijo que me fuera… y aquí estaba yo, fuera de su habitación parado como un idiota apunto de entrar y preguntarle que coño le pasaba… pero me forcé a caminar hacia la mía, entre y fui directamente a la ducha desnudándome en el camino, era pasado del medio día y yo no había dormido una mierda por todo lo que había pasado, así que ahora sabiendo que Blay estaba seguro, y a solo una puerta de distancia, me di una corta ducha y me dormí rápidamente pero inquieto, aun me pesaba el echo de que Blay no me recordaba…

Salí de mi habitación y baje las escaleras despacio mirando a mi alrededor, lazos blancos adornaban todo el espacio y los hermanos se paseaban vestidos con impecables túnicas blancas y sus Shellans con hermosos vestidos de colores, algo se estaba celebrando, pero yo no podía recordar que coño era, llegue al gran comedor y ya estaban todos ahí sentados, la comida estaba servida y yo automáticamente mire hacia todos lados buscando a Blay, mierda, debí pasarlo a buscar a su habitación, ahora recuerdo, lo había dejado ahí durante el día, estaba solo y no conocía a nadie…

De pronto todos se pusieron de pie abruptamente y el rey se acercó a alguien que no alcance  a ver, “te felicito por tu hembra” le dice, yo intento acercarme para ver de quien se trataba pero solo veía un gran macho vestido con una túnica y una delgada hembra con un vestido negro muy ceñido, pero sus rostros estaban brumosos, no podía distinguirlos, de un momento a otro Rhage se pone de pie con una copa en la mano y brinda “que vivan los recién casados” y todos estallan en aplausos y risas, yo comienzo  a acercarme con el corazón latiéndome desbocado, y cuando estoy a un metro de la pareja la bruma se disipa de golpe y veo claramente los ojos azules de Blay… y a su lado abrazaba firmemente a una hembra de cabello negro como la noche y ojos verde jade, era la chica del iron, con quien el casi había follado, su pareja… su Shellan.

Desperté de golpe, una capa de sudor cubría mi cuerpo y mi corazón latía rápido, me senté en la cama e intente tranquilizarme –vamos Qhuinn fue solo un sueño, no fue real, el esta ahí, solo y sin memoria, no te preocupes- pero era mas fácil decirlo que hacerlo, por suerte el rey nos había dado la noche libre  a mi y a Blay para que el se recuperara y yo lo acompañara, pero aun así me puse de pie y fui a por una rápida ducha para quitarme el mal sabor del sueño.

Salí y fui a por mi ropa, estaba en proceso de ponerme los vaqueros cuando note que me faltaban mis botas favoritas, y de inmediato recordé la noche pasada, el incidente en el iron, Blay había entrado a mi habitación y tomado mis botas sin permiso, joder, seria mejor ir a por ellas ahora ya que esas botas eran una de las pocas cosas preciadas que tenia, y así tenia una excusa para comprobar como se encontraba Blay.

 Me precipite a la puerta a medio vestir y golpee suavemente la de Blay, nadie contesto, quizá estaba durmiendo o en la ducha, seria mejor venir después, pero cuando estaba a punto de dar media vuelta hacia mi habitación note que alguien venia por el pasillo, mierda, yo con solo unos vaqueros en la puerta de Blay, yep, no era una jodida buena idea, no quería darles mas trabajo a la chismosa de Rhage o Lass así que rápidamente antes de que quien fuese que venia me viera abrí la puerta de la habitación de Blay y me metí dentro cerrándola suavemente sin hacer ruido.

Una vez dentro note todo tranquilo, vi un bulto en la cama y oí una respiración acompasada, era Blay, que dormía plácidamente en medio de la cama con las sabanas arremolinándose a su alrededor, camine un poco y vi mis botas ordenadas a los pies de la cama, las tome, y en vez de darme la vuelta e ir hacia mi habitación, camine un poco mas rodeando la cama para quedar mas cerca cuando el se removió inquieto, mierda, quizá estaba teniendo un mal sueño, giró su cara y quedo frente a mi dejándome sin aliento…

Joder, tenia el ceño fruncido y los ojos cerrados fuertemente, la mandíbula apretada, y la cara perlada en sudor, me quede mirándolo mucho rato, no quería despertarlo, el debía descansar, pero me mataba el echo de que el probablemente estaba soñando con cosas que le hacían estremecer y yo no podía hacer absolutamente nada… me sentí atado de manos.

 En un momento el aflojo un poco la mandíbula y su expresión se volvió mas tensa… “Jhon”… gimió entre sueños “cuidado” y yo me quede paralizado… joder, estaba recordando en sueños, mierda, probablemente si ya recordaba a John algo recordaría de mi, tenia que ser así, luego continuo removiéndose y un nombre quería salir de sus labios pero no podía -mierda por favor que sea el mío- dije en un aliento, el dejo de removerse y el nombre que salió me dejo frió  “Lash” bien, quizá estaba soñando con lo sucedido con el cabrón de mi primo, pero, por que no me había nombrado a mi aun? Yo había estado ahí y había salvado el culo de John, Blay estuvo, debía recordarlo, tenía que recordarlo.

De pronto su posición cambio, su cuerpo se relajo y un extraño gemido salió de su garganta… y no era de dolor, ni de frustración, este era de placer, ¡¡¡Santa mierda!!!, no sabia si debía salir de ahí o quedarme, pero las facciones de su rostro con sus ojos cerrados y labios entreabiertos me dejaron embobado, yep, definitivamente su sueño, o recuerdos habían cambiado, quizá estaba soñando con Sax… -apreté los dientes- o con la morena del iron, pero fuese quien fuese que lo acompañaba en sus sueños o recuerdos estaba haciendo un buen trabajo, Blay no dejaba de removerse dormido y pequeños gemidos se escapaban de sus labios haciendo repentinamente que mi polla saltara a la vida con tan solo esos pequeños sonidos… mierda!! Esto no debía estar pasando, ¡¡no con el!!

Me incline hacia abajo para tomar mis botas y salir pitando de ahí, antes de que Blay despertara y me viera semi desnudo y semi erecto dentro de su habitación… pero repentinamente dejo de removerse y abrió sus ojos mirándome directamente, y me paralizo, se estiro y sorpresa!!! Su erección sobresalía por sobre las sabanas y al notarlo se sentó y un severo sonrojo cubrió su rostro,  mierda, esto no era nada bueno, casi hipnotizado lo mire completamente, su rostro estaba algo tranquilo, su cuerpo perlado en sudor, estaba cubierto solo por la jodida sabana que cubría de su cintura hacia abajo dejando media pierna afuera y sin cubrir del todo su erección, ¡¡¡joder!!! Di un paso hacia el involuntariamente y el mordió su labio, mi polla salto y di otro paso.

-Lo siento, no quería despertarte, solo vine por mis botas- trate de sonar casual- pero tu… tu estabas recordando- afirme mientras me acercaba cada vez mas  -dime lo que recordaste.- exigí mientras sin quitarle la vista lentamente me senté en el borde de su cama esperando su respuesta mientras el se removía algo inquieto

-Recordé… una pelea… estaba John, mi amigo que… ¿es mudo correcto?- asentí para que continuara- y también estaba Lash, que quería hacerle algo, y luego otro chico vino y le rajo la garanta y…

-¡Espera!- me quede helado- ¿otro chico? ¿Estas seguro? ¿No reconociste quien era?- le pregunte con los ojos como platos, sencillamente no me creía que recordara todo eso y a mi no, era prácticamente imposible.

-Escucha, realmente lo siento- me dijo con tristeza en sus ojos- pero no recuerdo, no se por que, de todas las memorias que he recuperado en ninguna has estado tu, pero… tengo la sensación de que fuiste alguien importante, lo puedo sentir, pero cuando trato de recordar no pasa nada… de verdad lo siento-
 El me miro con ojos tristes y mi corazón se paro, ya no quería que me recordara, sencillamente lo necesitaba, pero quizá el necesitaba algo… un impulso, un toque, cualquier cosa yo la haría, con tal que solo recordara algo de mi.

-Blay, piensa…. En tu cuarto, ¿puedes recordarlo?- el asintió despacio y yo continúe     - bien, ahora intenta imaginarte ahí conmigo, jugando con la Xbox, bebiendo coronas, pasando el rato, tan solo inténtalo- el asintió y cerro los ojos brevemente.

-Lo siento Qhuinn, de verdad no lo recuerdo na…- no lo deje terminar, mi cuerpo actuó antes que mi cerebro como de costumbre y me incline hacia adelante posando mis labios sobre los de el.

Lo bese despacio…. Muy despacio, no quería asustarlo, solo quería… estimularlo, quería que me recordara, era una necesidad que quemaba en el fondo de mi alma, y lo conseguiría por los medios que fuese… no era por que quería probar el sabor de sus labios, o sentir la textura de su cabello, o saber si su cara era rasposa o suave al rosar con la mía, no, no era por eso –o al menos eso me dije a mi mismo.- yo solo quería provocar un recuerdo en su mente, ¡cualquiera!

Al ver que el no me rechazo, si no que abrió levemente los labios para mi, el pensamiento racional me abandono y me deje ir, pero despacio, me conteneria, por el si lo haría, masajee sus labios con los míos despacio, lo bese concienzudamente, solo avanzaría hasta donde el me dejara, el rápidamente saco una de sus manos y la subió por mi pecho, conociendo la piel, y los músculos que había allí, hasta que la poso en mi nuca y ¡sorpresa!, soltó un gemido y me atrajo hacia el, necesite toda la fuerza de voluntad para controlarme y no quitar de en medio la sabana que lo cubría, pero sus gemidos aumentaron y nuestras lenguas comenzaron a entrelazarse cada vez mas frenéticamente, pero cuando ya me estaba decidiendo a mandar a tomar por culo mi autocontrol el cerro los ojos y cuando nos separamos para tomar aire susurro “yo… creo que recuerdo”

Blay:

Sus labios estaban sobre los míos, de una forma tranquila casi tierna y mi cuerpo reacciono en segundos. Fue una sensación extraña, como si mis ojos y mi mente no lo reconocieran, pero mi cuerpo contestaba a sus labios, gemidos y caricias con reconocimiento.

Una de mis manos hizo el recorrido desde su estomago, definido por abdominales, hasta la parte inferior de su cuello. Cada centímetro de su piel expuesta a mi contacto quemaba como una hoguera y eso producía que mi sangre se calentara aun más. Ya no me importaba que notara lo excitado que estaba o lo extraño que reaccionaba a todo lo relacionado con él.

Enrosco mis dedos en su pelo acercándolo más a mí para sentir su cuerpo junto al mío. No sabía porque, pero mi cuerpo lo necesitaba, mi mente era solo bruma y no podía suprimir el anhelo de sus manos en mi cuerpo. Lo necesitaba, era así de simple, pero complejo a la vez porque mi lado racional no lograba comprender el por qué…

De la nada unas imágenes comienzan a surgir en mi mente. Esta vez el recuerdo era borroso y mucho más confuso que veces anteriores.

Yo estaba con alguien en un cuarto, era… un macho y estábamos cuerpo contra cuerpo. La situación era muy similar a la actual. Yo jadeaba por oxigeno y una de sus manos masajeaba mi polla en un ritmo frenético, pero al mismo tiempo tierno - muérdeme Blaylock – dice el macho, exponiendo su cuello y aumentando la velocidad de sus movimientos…

-¿Qué recuerdas? - me pregunta Qhuinn, trayéndome de vuelta a la realidad y dejando por unos momento el recuerdo en segundo plano.

No supe en qué momento paso, pero él estaba con la mitad de su toso recostado sobre el mío, sus labios a centímetros de mi garganta y podía notar como sus colmillos rozaban por sobre mi vena. Mis caderas se mueven en un impulso involuntario y siento la excitación de su polla a un costado, un gruñido escapa de su garganta, se acomoda en la cama y sus caderas quedan entre las mías con nuestras pollas rozándose produciendo una excitación mucho mayor.

-Joder… yo, en un cuarto con… con alguien – escucho su risa y me sonrojo por la forma entrecortada en que salen mis palabras.

-Estás conmigo - suena más a una afirmación que una pregunta. Iba a contestar pero el recuerdo me absorbe otra vez.

Un gruñido escapa de mis labios al notar el avance del recuerdo. Una de las manos del macho seguía masajeando mi polla mientras la otra exploraba mi ano con sus dedos bañados en lubricante. Mis manos hacían el mismo trabajo, pero con su polla…

Mi mente estaba alternada entre la realidad y los recuerdos. La excitación aumentaba como el agua a punto de hervir y no tenía forma de detenerlo aunque lo hubiera querido, cosa que no era así. O eso pensé momentos antes de notar que algo no estaba bien.

Cuando Qhuinn decía mi nombre, de sus labios salía “Blay” pero en mis recuerdos el macho me llamaba por mi nombre completo “Blaylock”… y eso no eran las únicas diferencias. El peso de sus cuerpo era diferente, el calor de ellos también. Las reacciones de mi cuerpo eran mucho más controladas en mi recuerdo, mi corazón no latía desbocadamente y sin control, la bruma no se apoderaba de mi mente y sentía un deje de amargura y pesar en el pecho que no sabía cómo no note antes…

Una de las manos de Qhuinn estaba en un camino descendiente y todo mi cuerpo se tensa, mis labios dejan de besarlo y mis ojos se abren con sorpresa mirando directamente a unos ojos dispares llenos de preguntas.

-No… no eras tú. Es Saxton.


No hay comentarios:

Publicar un comentario