Qhuinn:
Ira, rabia, frustración, enojo, pena…
no supe cual de todas las emociones apareció primero, o si aparecieron todas a
la vez, mi cabeza era un torbellino, mi vista se nublo, mi boca se seco, mi
corazón se detuvo por un momento, y mis manos quisieron golpear cualquier cosa
que tuviesen cerca, estábamos en su cama, ambos prácticamente desnudos, besándonos como si no hubiese mañana,
disfrutando sin remordimientos el uno del otro… y él me dice que recuerda a
Saxton? –la ira le gano al resto de las emociones y exploto dentro de mi- a él
con quien se ve ¿desde hace qué? Un mes
o un poco más, en cambio a mí, que somos mejores amigos hace muchos años, que
hemos pasado más de lo que se puede contar juntos… -cierro mis manos en puños-
¡¡aun no me recuerda!! Mierda, yo creía, tenía la esperanza que con esto, con
el beso, quizás con estar juntos recordaría, ni siquiera era esperanza, estaba
totalmente seguro que algo recordaría de mi, pero no, todo esto desencadeno
otra clase de recuerdos, unos de los que yo no quería ni siquiera saber que
existían, los del jodido chupapollas de mi primo… -apreté la mandíbula con
impotencia- mire a Blay, aun aprisionado bajo mi cuerpo, con la respiración
entrecortada, y sus ojos, sus ojos mirándome con una disculpa en ellos, me
quite de encima rápidamente y me puse de pie evitando mirarlo, la situación me
daba asco, sentí náuseas y la habitación se me hizo pequeña, necesitaba salir
de ahí cuanto antes, eche una ojeada a Blay que seguía en la cama medio tapado
y desordenado y mi mente rápidamente me recordó que no estaba así por mí, y que
nunca lo había estado, todo el tiempo era a Saxton a quien tenía en su mente,
su cuerpo… sus caricias… sus besos, no los míos…
-Qhuinn…. Yo…- un gruñido se escapo de mis
labios cortando lo que Blay me iba a decir haciendo que este abriera los ojos
con asombro, no soportaba esta situación, realmente no podía, mi pecho dolía y
podía sentir el latido de mi corazón como si fuese un fuerte retumbar en todo
mi cuerpo haciéndome estremecer.
-Tú te callas, no quiero volver a escucharte…
¡¡¡Nunca Más!!! –Sin darme cuenta alcé la voz hasta gritar- sé que he hecho
cosas malas en mi vida, por la virgen que lo sé, pero no merezco esto, ¡no lo
aguantare! –el dolor en mi pecho se hizo aun más agudo- no quiero estar un
minuto más cerca de ti, no lo soporto, -cerré los ojos con fuerza- no vuelvas a
hablarme ni a acercarte a mí a menos que sea para decirme que te vas lejos con
mi primo a hacer una linda vida de pareja ¡¡¡y no volverás a verme ni la punta
de las suelas!!!! –grite dándome media vuelta para salir.
-Espera Qhuinn, yo… yo de verdad siento que no
fueras tu…- me doy la vuelta y lo miro fijamente, cambio de planes, aun tenía
algo que decirle.
-¿Lo sientes? ¿Que lo sientes? Escúchame Blay,
me importa una jodida mierda que no me recuerdes, ya no me importa, puedes
llamar a tu bonito macho, decirle que te acordaste de él y pueden irse a la
mierda los dos, ya no me preocupare por ti, ¿para que sigas recordando lo que
haces con mi primo en la cama? ¡¡No gracias!! Si en tu vida he sido tan poco
importante para ti no necesitabas decírmelo… o peor, ¡¡demostrármelo!! , pero
ahora que lo sé, no te molestare mas, de verdad que no lo hare, así que puedes
seguir recordando todo el sexo que quieras sin mí, de nada por cierto por
hacerlo posible.
El se quedo mirándome boquiabierto pero no
esperaría una réplica, no lo soportaría. Salí de su cuarto cerrando su puerta
con un golpe, me fui al mío y me quite los pantalones de una patada, me calce
unas deportivas y me puse pantalones cortos, no sabía si me tocaba patrulla
esta noche, así que el hacer desaparecer unos cuantos herraduras en mi estomago
estaba fuera de cuestión, pero necesitaba distraerme, por mi vida que lo
necesitaba, así que iría al gimnasio, y sacaría toda la mierda ahí.
Una vez listo salí con la cabeza palpitando y
un gran dolor en el pecho del recuerdo fresco… pero evite pensar en ello hasta
que llegue al gimnasio… primero fui directamente hacia una trotadora, la
encendí y la puse a todo lo que daba, comencé a correr como si el diablo
viniese detrás, cerré mis ojos y automáticamente aparecieron unos azules frente
a los míos… “No eras tú, era Saxton…” sus palabras fueron mucho peor que si me
hubiesen arrancado las entrañas a sangre fría, una emoción desconocida para mí
se abría paso en mi pecho, una que aun no sabía lo que era, pero que no era
nada agradable. Continué corriendo cada vez mas fuerte tratando de borrarme de
las retinas la imagen de Blay durmiendo totalmente excitado recordando…. A mi primo. Corrí más rápido y de pronto, un
sonido, un fuerte olor y caí de culo al suelo… -¡¡¡jodeeeer!!!!- y ahí se fue
una trotadora, había quemado a la muy cabrona, el olor a plástico quemado se
esparció por el gimnasio y me levante maldiciendo, tome lo que quedo de
trotadora y con frustración la lancé a un lado estrellándola contra la pared,
ya me importaba una real mierda que escuchara alguien, pero ya no lo aguantaba,
necesitaba sacar toda la mierda fuera y quitarme el jodido dolor que se había
arraigado en mi pecho… camine hacia la pared que seguía intacta y mi
frustración aumento, volví a tomar la jodida cosa y la lancé hacia el mismo
punto con más fuerza dejando ahora una abolladura pequeña que levanto algo de
polvo, repetí la acción un par de veces haciendo la abolladura cada vez más
grande hasta que sentí unos fuertes brazos aprisionándome y tirando hacia atrás
hasta mandarme de culo nuevamente, luche y me retorcí intentando ponerme de pie
para continuar, pero nuevamente unos pesados brazos me tomaron y ahora me
guiaron a una pared cercana aprisionándome ahí intentando inmovilizarme, me
retorcí fuertemente gruñendo pero quien quiera que fuese era más fuerte que yo
y logro mantenerme quieto con los brazos atrás besando la pared.
-Hey crío, no tengo todo el jodido día así que
o te calmas o te disloco la jeta- lanzo una voz en mi oído seguida de un
gruñido, su voz la reconocí de inmediato, ronca y baja, sin gritar, solo una
advertencia que sin duda seria cumplida…. Zsadist.
-Ahora te voy a soltar, pero si sigues
destruyendo el gimnasio no habrá segunda oportunidad- dijo mientras seguía
manteniéndome de cara a la pared con los brazos sujetos, yo intente respirar
hondo y asentí despacio.
El lentamente me soltó y yo sentí que mis
fuerzas me abandonaron por completo, mis piernas no pudieron sostenerme y toda
la ira que sentía al principio se transformo en un intenso pesar y una extraña
opresión en el pecho reemplazo al dolor haciéndome sentir débil, caí al suelo y
tape mi rostro con mis manos, tome aire y sin importarme una mierda que Z o
cualquiera estuviese ahí grite con todas mis fuerzas hasta que no quedo rastro
de aire en mis pulmones…
Me quede así sentado en el suelo del gimnasio
y quieto por lo que me parecieron horas, lentamente baje mis manos para
acomodarme y note que Z aun estaba ahí, de pie a mi lado con la vista perdida
en un lugar muy lejos de aquí, al ver que me moví, salió de su especie de
trance y me miro con sus ojos totalmente negros, desprovistos de humanidad…
-Escúchame, no voy a preguntar qué te pasa por
que me importa una mierda, pero intenta no destruir la jodida mansión con tus
ataques de ira- me dijo mirándome a los ojos, bien, al menos no fue V quien me
encontró porque ya tendría el 90% de mi cuerpo frito… Z se agacho hasta quedar
a mi altura y me quemo con la mirada.
-Mira, solo te diré esto una vez- dijo con su
voz fría, haciendo que un escalofrió subiera por mi espalda- por muy jodido que
estés, a veces la solución está más cerca de lo que parece, tienes que estar con la mierda hasta el
cuello para ver tus errores… - dirigió su mano a su chaqueta y saco algo del
bolsillo, acercó su mano en un puño hacia mí y la abrió dándome un pequeño
ponny color rosa probablemente de Nalla, yo sin entender lo mire y él me hizo
un movimiento de cabeza para que lo tomara, con manos torpes tome el ponny
entre mis dedos y lo mire despacio.
-No es el fin del mundo, yo pase por peores y
no destruí la mansión, utiliza lo que te está pasando y aprende de ello,
créeme, a veces la recompensa es más grande que el sacrificio- sus ojos se
volvieron del más puro ámbar cuando dijo esto último, se puso de pie y salió
del gimnasio dejándome solo con el pequeño ponny de Nalla en las manos.
Mire el ponny y por algún extraño motivo las
palabras de Z me quedaron dando vueltas en la cabeza… me puse de pie despacio
sin soltar en ningún momento el pequeño juguete de Nalla y pase mi mano libre por mi cabello… joder,
necesitaba un trago, y esta vez no me importaba si tenía patrulla o no, iría a
por él.
Blay:
-Lo… lo siento… - odie el sonido de mi voz,
odie el retumbar de la puerta, odie mis recuerdos y odie mis sentimientos.
Estaba en un cuarto desconocido, en
una cama que no reconocía y sintiéndome mal por herir a una persona que no
conocía
-Saxton… - el nombre era familiar en mis
labios y su recuerdo era vivido, pero… no estaba bien. Me miro las manos, las
sabanas y el cuarto ¿Qué hago aquí?
Contraigo las piernas y apoyo la cabeza en mis
rodillas, mis manos recorren mi pelo e intento con todas mis fuerzas contener
el torrente de lágrimas que hay en mis ojos. Joder… ¿Qué mierda es esto? Me
llevo una mano al pecho y presiono justo sobre mi corazón.
Dolía… dolía mucho hacerle daño a ese macho.
Sus palabras fueron como dagas y me dolía mucho mas el no saber el ¿Por qué?
-¿Quién eres Qhuinn? – la pregunta salió como
un susurro y mi voz se quebró al pronunciar su nombre.
Joder, siquiera sabía en qué momento de mi vida había descubierto que
era gay ¿Por qué soy gay verdad? Oh
mierda… ¿qué pasa con mi mente? No soporto más est…
-Blaylock, cariño ¿estás bien?
-Si Mahmen, no te preocupes
-Si deseas puedes salir un momento, solo
recuerda llegar antes de la comida – miro a mi Mahmen y sonrío, ella siempre se
daba cuenta cuando yo no quería seguir en algún lugar y la fiesta de papá me
estaba aburriendo bastante.
-¡Gracias Mahmen! –le di un beso en la mejilla
y Salí entre el gentío con rumbo a la piscina del patio trasero.
Hoy mi padre estaba celebrando una reunión con
otras familias de la Glymera y yo odiaba este tipo de eventos, por lo cual
siempre me escapaba al patio trasero de la casa para poder evitar al gentío.
-¡¿Cuántas veces te tengo que decir que no
salgas sin el permiso mío o de tu madre?! – estaba llegando a los arbustos que
rodeaban la piscina cuando escuche la voz de un hombre mayor. Su tono daba
mucho miedo, así que me escondí tras un arbusto y observe la escena – vuelve a
la casa inmediatamente y no salgas de tu cuarto ¿oíste?
-Pero… - era la voz del niño al que tenía
tomado fuertemente del bazo y al que le estaba gritando. No lograba ver su
rostro por la oscuridad y también porque el tenia la mirada baja.
-¡NO ME CONTRADIGAS Y VETE A CASA!
-Papá, te juro que no haré nada, solo quiero
estar con ustedes. Yo… - el estruendo da la bofetada fue horrible, me tape la
boca para esconder mi reacción y que no me encontraran. Los hombros del niño
comenzaron a temblar y una de sus manos tocaba su mejilla golpeada
-Vete, no quiero repetirlo – fue lo último que
dijo el hombre antes de retirarse a la fiesta nuevamente.
El niño no hablo, solo se quedo de pie mirando
al suelo y con sus hombros temblando. El debería tener la misma edad que yo y
no podía creer que su padre lo golpeara. Yo siempre hacia travesuras y papa
jamás me había golpeado, si me regañaba, pero Mahmen siempre estaba para
calmarlo.
Me acerque a la piscina a pasos de donde
estaba él y creo que no se dio cuenta porque no se movió ni un centímetro en
todo momento.
-¿Estás bien? – él se sobresalto al
escucharme. Sin levantar la cabeza se giro y comenzó a caminar para marcharse –
NO, espera – estire mi mano para detenerlo, pero él se encogió como si tuviera
miedo y eso me detuvo – yo… yo soy Blaylock hijo de Rocke – espere por su
nombre o alguna respuesta, pero él no dijo nada.
Me quede parado y esperando por un largo
tiempo, pero aun así no hablo. No sabía qué hacer, él aun miraba el suelo y su
cara debía de dolerle… junto con ese pensamiento recordé algo que mi Mahmen
siempre hacia cuando me lastimaba. Sin pensarlo dos veces tome la mano del niño
y lo guíe a una de las sillas que había cerca de la Piscina, le indique que se
sentara y tome mi pañuelo del bolsillo del esmoquin. Lo moje con el agua de la
piscina y volví junto a él. Me
arrodille, quite su mano de la cara y coloque el pañuelo húmedo en su mejilla
roja.
Él levanto su vista sorprendido y yo quede
impresionado. Tenía… tenía un ojo verde y el otro azul, su cabello era negro y
tapaba un poco sus ojos de lo largo que estaba, su mejilla estaba marcada por
el golpe y la sorpresa se reflejaba en todo su rostro.
-Tus ojos… - se puso tenso en cuanto nombre
sus ojos y una máscara sin expresión se apodero de su cara, pero jamás bajo la
mirada. Era como si esperara una reacción en específico y al mismo tiempo
estaba decidido a no mostrar debilidad – ¡tus ojos son geniales!
La sorpresa volvió a llenar su rostro y una
emoción extraña de removió en mi cuando lo vi sonreír. No pude evitar el
devolverle la sonrisa, la cual se hizo más grande cuando lo escuche hablar
-Qhuinn, mi nombre es Qhuinn
Cuando volví a enfocar mi mirada
estaba aun sobre la cama, desnudo y con el cuerpo helado. Caí como peso muerto,
mirando el techo y sin poder creer todo lo que mi mente estaba recordando…
-¡Qhuinn! No es justo ¿por qué siempre eres tu
el que va de los primeros? – estábamos todos sucios, a gatas en el suelo y
nuevamente en el patio trasero de mi casa. Nos veíamos casi de la misma edad
que en el recuerdo anterior, pero Qhuinn era completamente diferente.
En este recuerdo lo veía gritar de sorpresa,
regañarme por no seguirlo, reír de alegría y enojarse por mis quejas. Ya no era
ese niño silencioso y que miraba al suelo, el siempre me miraba directamente
cuando abalaba y jamás bajaba la mirada cuando estaba conmigo, pero aun no
podía ocultar la forma instantánea de protegerse ocultando sus reacciones
faciales, aun habían momentos en que me miraba esperando un rechazo de mi
parte. El cual nunca llegaría, yo jamás lo rechazaría por sus ojos, no lo
dejaría solo y siempre estaría con él. Esos eran mis votos hacia mi amigo y
como un macho jure cumplirlos…
-Yo soy el primero, porque si nos atacan al
que tendrán será a mí y así tu puedes escapar -
sus respuestas siempre eran similares, aun cuando era un juego él
siempre era el primero y el blanco fácil.
Cuando era pequeño no entendía su afán de
protección y ninguno de los dos sabía lo que eso produciría.
Los recuerdos de nuestra infancia
juntos, del entrenamiento como novatos, nuestra amistad con John y todo lo que
habíamos pasado después de la transición llenaron mi mente. Llego todo de
golpe, como si mi cabeza hubiera sido golpeada por un bate de béisbol y como si
fuera poco junto con los recuerdos, el dolor en mi pecho se intensifico.
Recordar nuestra discusión, noches atrás en el
Iron me molesto, pero la rabia ya se había disipado y en su lugar solo quedaba
resignación y vació Yo estaba listo, decidido y convencido… ok, quizás no tan
convencido, pero no intentaría. Esta vez quería mantener mi promesa y olvidarme
de Qhuinn pero…
Me toque los labios que aun permanecían
hinchados por el beso de Qhuinn. Todo lo que había pasado desde que me desperté
en la enfermería hasta ahora me confundía y no podía permitir que eso pasara…
-Ya tomaste una decisión, no puedes cambiarlo
– me dije a mi mismo en voz alta, necesitaba oírlo para infundirme valor – esta
es la última vez.
Sin cuestionamientos ni arrepentimiento, debía
hacer lo correcto aun cuando dolía.
Me levante y tome una ducha rápida,
tome lo primero que estuvo a mi alcance y Salí del cuarto para buscar a Qhuinn…
cuando por fin lo encontré ya había recorrido casi toda la mansión buscándolo,
había llegado a pensar que se había ido fuera, pero gracias a la Virgen Escriba
no había salido. Estaba en el bar de espaldas a mí, con la cabeza apoyada en
una de sus manos y la otra sosteniendo un vaso. No se debe haber dado cuenta en
el que llegue, porque cuando apoye mi mano en su hombro y le hable se
sobresalto.
-¿Qhuinn?
-¿Qué? Vienes a refregarme tus recuerdos con
el chupapollas de mi primo - su tono era
hostil y ronco.
-Qhuinn – esta vez cuando dije su
nombre le di un leve apretón en el hombro y le di un tono de seguridad que
espera reconociera.
-Vete, no quiero verte ahora – sus palabras
dolieron, haciendo que el frio que sentía en el pecho se intensificara.
“esta es mi disculpa y mi despedida… amigo” lo
tome por la nuca e hice que girara su cara. Solo me detuve una fracción de
segundos al ver sus ojos hinchados y rojos, pero no era el momento, aun no.
Lo bese. Lo hice con dolor, pena y rabia.
Lentamente primero y luego más intenso, espere que él no respondiera, o mejor
dicho, no esperaba nada, pero Qhuinn me respondió solo que su beso transmitía
puramente desesperación… “te amo Qhuinn, ¡joder! te amo desde el maldito primer
momento en que te vi sonreírme, te amo por tu estúpido afán de protección con
los demás y que me condenen si no te amo por tus ojos dispares… te amo… y por
lo mismo te dejo” las palabras que jamás diría en voz alta, pero esperaba el
entendiera.
- Es malditamente irónico que te recuerdo en
el preciso momento en que me mandas por un tubo – sonreí sin humor y lo mire
directamente a los ojos – Cuídate Qhuinn… - este es mi adiós al “enamoramiento
estúpido”
Qhuinn:
Parado junto al bar de la mansión aun las
palabras que Z me había dicho aun rondaban en mi mente, no sabía qué hacer,
estaba totalmente perdido y me sentía solo… y quizá nuevamente, vulnerable,
pero pensé en las palabras de Z de nuevo intentando ahora encontrarle
significado dentro de mi propia mierda… pensé y pensé mientras miraba el vaso
que me había servido, no era tequila, era una botella de un vodka que estaba
junto a los goose de V, era algo extraña pero me basto verle la graduación
alcohólica para decidirme a beberlo, unas copas de esto y quedaría
completamente borrado, que era lo que buscaba… bebí el vaso completo sintiendo
como quemaba mi garganta pero no me importo, lo volví a llenar y continúe
dándole vueltas a las palabras de Z, pero todo lo que había en mi mente era
Blay….
Cerré mis ojos momentáneamente dejando que las
cosas llegaran a mi mente solas, el alcohol ya hacia efecto en mí y me sentía
un poco mareado, pero aun así me deje llevar por mis propios pensamientos,
esperando que el reproche y las imágenes de lo que había sucedido hace unas
horas me inundaran de nuevo, pero para mi sorpresa, fueron otras las imágenes
que se proyectaron en mi cabeza… nos encontrábamos en el Zero, teníamos libre y
habíamos ido por unas coronas, yo para variar me había ido a follar a los baños
con una de las chicas de Rhev, y al volver, con el pelo desordenado y oliendo a
sexo, Blay me esperaba de espaldas… me acerque a él y este volteo a mirarme…
solo una cosa quedo en mis retinas… su mirada, ojos azules mostrando un anhelo
que no había visto antes, un deseo oculto de ser él y no la chica, con quien yo
había follado, y la profunda resignación de que jamás seria así… luego lo mire
fijamente y le dije fingiendo una sonrisa… “un buen polvo siempre me alegra la
noche”… volviendo al presente pase mis
manos por mi pelo y cerré fuertemente los ojos disipando el fuerte ardor en
ellos… fui un idiota… un real idiota, todo esto era por mi jodida culpa y la
virgen sabia que lo tenía bien merecido, al final… solo recibo lo que yo mismo
di.
-¿Qhuinn? – siento la voz demasiado familiar a
mi espalda y aprieto mis puños con fuerza… fuese como fuese con o sin memoria
no quería que me viera en este estado… no él.
-¿Qué? Vienes a refregarme tus recuerdos con
el chupapollas de mi primo - nuevamente
las palabras salieron antes de pensarlas… pero no pude evitar decírselo ya que
aun dolía…
-Qhuinn – su voz cambio y ahora dijo mi nombre
con total seguridad, como siempre lo había hecho… o estaba fingiendo muy bien…
o ya recordaba todo, mierda, yo estaba confundido, pero no era un buen momento,
no quería verlo.
-Vete, no quiero verte ahora – las
explicaciones se las daría luego, ahora solo necesitaba estar solo un rato mas,
ya no sentía ira, porque sabía que en el fondo de todo, la culpa la tenía yo
por ser un HDP todo este tiempo, pero la herida estaba fresca, y el rechazo aun
era como una patada en las pelotas…
Yo esperaba que se fuera, realmente lo esperaba,
pero a cambio de eso con brazos firmes me giro dejándome frente a él, y por un
breve momento me miro a los ojos, sus ojos mostraban determinación algo que
pocas veces había visto en ellos, lo cual me intrigo e hizo que un escalofrió
subiera por mi espalda pero luego se apodero rápidamente de mi boca dejándome
atónito.
El beso que me dio me dejo sin sentido, por
unos segundos no supe que hacer pero luego la realidad me golpeo como un mazo
en la cabeza, este beso… tenía un significado… al fin me había perdonado por
mis actos, por mi comportamiento y por como lo trate todo este tiempo,
rápidamente abrí mi boca devolviéndole el beso que era cada vez más intenso, se
lo devolví con fervor, con desesperación, y cosa que no espere el tomo el
control de la situación batiendo su lengua con la mía apoderándose de mi boca,
no me lo esperaba de él, pero solo me deje llevar… hasta que abruptamente el
beso ceso, me miro con dolor en su rostro y yo no entendía su expresión, me
dijo algo que no alcance a escuchar seguido de un “Cuídate Qhuinn” se dio la
vuelta y se fue dejándome más confundido que en toda mi vida.
Parado como un idiota vi como Blay se fue y mi
mente se hizo un torbellino, él no venía con intención de arreglar las cosas “cuidate
Qhuinn”…. Santa mierda… abrí los ojos como platos, el no venia aquí para
perdonarme ni nada, el venia a despedirse… la determinación en su mirada no era
para los propósitos que yo pensaba, de pronto mi corazón comenzó a latir
rápidamente y comencé a sudar frio… despedida, esto no podía ser, justo cuando
me recordaba, cuando finalmente me recordaba y podríamos haber comenzado de
cero el decidía marcharse y dejarme así, sintiéndome como la peor escoria que
ha pisado la tierra, desesperado comencé a tirarme del cabello y pensar, no sabía
qué hacer, me sentía perdido, el único amigo que tuve, la única persona que me
ha importado en mi vida, y uno de los pocos que he llegado a querer venia aquí
a decirme lo que yo dije miles de veces a personas que no importaron más que un
centavo… “cuidate” sinónimo de: “adiós, fue un gusto follar contigo pero no te
veré mas por qué no me importas en lo más mínimo” fue como un puñal frio
clavado en el pecho, en este momento era
cuando me daba cuenta que nada en la vida estaba asegurado… lo único bueno que
me ha pasado en la vida se va caminando, alejándose de mí para siempre… por MI
culpa.
De pronto las palabras de Z hicieron eco en mi
mente “tienes que estar con la mierda hasta el cuello para ver tus errores”,
yep, tenía la mierda hasta el cuello, y la certeza de que tenía que hacer algo…
no lo perdería, esta vez haría las cosas bien y no me quedaría parado como
idiota viendo como se iba una de las personas más importantes para mí.
No me di cuenta como sucedió ni en qué momento
pero mis pies se movieron solos corriendo a través de la mansión, pasando a
algunos hermanos reunidos en la sala listos para salir de patrulla, subiendo
las escaleras a la habitación de Blay, estaba tan cansado que solo la
determinación me mantenía en movimiento para poder recuperar lo que era
mío…. MIO, la palabra retumbo en mi
mente al tiempo que con el brazo abría estrepitosamente la puerta del cuarto de
Blay y entraba con la respiración agitada y el corazón en la mano, el estaba
con una mano cerrando una maleta y con la otra sosteniendo el teléfono.
-Si mama, todo está bien, solo los extraño y
quiero pasar unos días con ustedes porque…-se detuvo cuando me vio abrió sus
ojos y yo cerré la puerta atrás de mí, acercándome a él rápidamente.
-No iras a ningún lado-le quite el teléfono de
la mano, finalice la llamada y lo lancé lejos- tu lugar está aquí, conmigo –sin
dejarlo responder esta vez fui yo quien lo tomo de la nuca y empujándolo hacia
la cama me apodere de su boca mientras caíamos y rebotábamos en el colchón.
Lo bese desesperadamente, tomándolo del rostro
apoderándome de su boca como si ahí estuviese la solución a todos mis
problemas, el tardo unos segundos sin hacer nada, pero luego respondió con un
largo suspiro aferrándose a mis hombros lo que me provoco una punzada en el
pecho pero esta vez no de dolor sino de tranquilidad… por primera vez en meses
me sentía tranquilo, continúe besándolo concienzudamente, transmitiéndole sin
palabras que esta vez estaba dispuesto a todo con tal que me perdonara, que no
se fuera y se quedara conmigo aquí, simplemente disfrutando el uno del otro.
-Qhuinn- Blay gimió entre mis labios
separándose unos centímetros de mi boca, lo que me hizo sentir un repentino vació – ¿por qué ahora Qhuinn?, ¿por qué esperaste a las últimas instancias
para venir por mi…?- pregunto en susurros apenas audibles y un dolor
completamente nuevo se apodero de mi… la culpa.
-yo… no se…
lo siento.- no sabía cómo explicarle toda la mierda que tuvo que caerme
encima para darme cuenta que estaba asumiendo al fin que… lo quería más que
a un amigo- solo espero me puedas
perdonar por todo, fui un jodido estúpido y un HDP lo sé, pero juro cortarme la
polla antes de hacerte daño otra vez, esta vez hare las cosas bien, por la
virgen que lo haré.
Blay:
Un sueño, esto era un sueño. Qhuinn no estaba
aquí, disculpándose, besándome o jurando lo que mis oídos escuchaban. Esto
debía ser una maldita broma de mi mente…
No lo creería, no me ilusionaría y no
esperaría nada, pero que me condenen si no tomaba esta broma de mi mente y la
disfrutaba por última vez.
"es la despedida Blay" fuera
realidad o ficción, esta sería mi despedida, mi regalo final y podría
marcharme… no, debía marcharme. Por el bien de Qhuinn y por el mío, después de
todo, esto jamás llegaría a buen puerto, en algún momento algo lo impediría
"disfruta y luego márchate" eso era lo que tenía en mente y lo que
pensaba hacer. Mañana estaría en casa de mis padres y volvería a mi antigua
vida, seguiré en contacto con la hermandad, si el rey me lo permite, y ayudare
en lo que me pidan, pero ya no volvería a este lugar…
Un gemido me saco de mis pensamientos y me
sorprendí más al notar que provenía de mí. Qhuinn tenía una batalla entre su
lengua y la mía, una de sus manos estaba sosteniendo con fuerza mi pelo por la
nuca y la otra estaba justo sobre mi corazón. Sabía que él podía escuchar
perfectamente el ritmo acelerado de mis latidos, porque cada vez su beso se
volvía más exigente tratando de conseguir el mismo ritmo.
Mis labios hablaron por sí mismos y
preguntaron lo que mi mente tanto quería saber, pero oír la respuesta… ESA RESPUESTA QUE TANTO ESPERE de sus labios
casi me llevo al abismo, quería rendirme, desesperada y absolutamente…
rendirme. Tenerlo así por fin era un sueño, el mejor de los sueños y la tortura
más grande al mismo tiempo.
Sabía que esto sería temporal, que solo
duraría el tiempo en que Qhuinn volviera a la realidad y se diera cuenta que
“esto” no es lo que busca. Tomaría sus cosas, se marcharía y me dejaría a mi
recogiendo lo poco que queda de mi estúpido corazón enamorado.
-"soy un completo estúpido" aun
cuando esto no duraría, no podía evitar desearlo. El primero en rendirse fue mi
cuerpo, luego mi mente y finalmente mi corazón. El dolor no pararía, pero no
empeoraría… eso esperaba.
- JODER… Qhuinn… - no recordaba cómo había
pasado, pero estaba completamente desnudo en la cama. Qhuinn estaba recostado
en mi estomago, su lengua jugaba con uno de mis pezones, su torso estaba
desnudo, sus piernas se enredaban con las mías y lo único que llevaba eran sus
pantalones deportivos. Una de sus manos sostenía firmemente mi cadera, logrando
que mi erección quedara exactamente en la parte baja de su vientre. La fricción
que provocaban sus movimientos me tenía al límite y más que erecto.
Necesitaba más, lo quería más cerca,
esto no era suficiente. Enrede mis dedos en su nuca y tire de él, necesitaba
consumirlo, tenerlo, probar su sabor en mi boca. Tome posesión de su lengua
mordiéndola y tomando cada hilo de sangre que emanaba. Le mordí el labio y
explore cada rincón impregnándome con su sabor, como jamás lo había hecho…
Como si esto no fuera suficiente para
hacerme creer que era un sueño, de pronto un aroma impregno la habitación
completamente... era... el aroma a especias de Qhuinn.
No hay comentarios:
Publicar un comentario