martes, 25 de diciembre de 2012

Capitulo 4 "Sueños Encontrados"






Qhuinn:

Ira, rabia, frustración, enojo, pena… no supe cual de todas las emociones apareció primero, o si aparecieron todas a la vez, mi cabeza era un torbellino, mi vista se nublo, mi boca se seco, mi corazón se detuvo por un momento, y mis manos quisieron golpear cualquier cosa que tuviesen cerca, estábamos en su cama, ambos prácticamente desnudos,  besándonos como si no hubiese mañana, disfrutando sin remordimientos el uno del otro… y él me dice que recuerda a Saxton? –la ira le gano al resto de las emociones y exploto dentro de mi- a él con quien se ve ¿desde hace qué?  Un mes o un poco más, en cambio a mí, que somos mejores amigos hace muchos años, que hemos pasado más de lo que se puede contar juntos… -cierro mis manos en puños- ¡¡aun no me recuerda!! Mierda, yo creía, tenía la esperanza que con esto, con el beso, quizás con estar juntos recordaría, ni siquiera era esperanza, estaba totalmente seguro que algo recordaría de mi, pero no, todo esto desencadeno otra clase de recuerdos, unos de los que yo no quería ni siquiera saber que existían, los del jodido chupapollas de mi primo… -apreté la mandíbula con impotencia- mire a Blay, aun aprisionado bajo mi cuerpo, con la respiración entrecortada, y sus ojos, sus ojos mirándome con una disculpa en ellos, me quite de encima rápidamente y me puse de pie evitando mirarlo, la situación me daba asco, sentí náuseas y la habitación se me hizo pequeña, necesitaba salir de ahí cuanto antes, eche una ojeada a Blay que seguía en la cama medio tapado y desordenado y mi mente rápidamente me recordó que no estaba así por mí, y que nunca lo había estado, todo el tiempo era a Saxton a quien tenía en su mente, su cuerpo… sus caricias… sus besos, no los míos…


 -Qhuinn…. Yo…- un gruñido se escapo de mis labios cortando lo que Blay me iba a decir haciendo que este abriera los ojos con asombro, no soportaba esta situación, realmente no podía, mi pecho dolía y podía sentir el latido de mi corazón como si fuese un fuerte retumbar en todo mi cuerpo haciéndome estremecer.

 -Tú te callas, no quiero volver a escucharte… ¡¡¡Nunca Más!!! –Sin darme cuenta alcé la voz hasta gritar- sé que he hecho cosas malas en mi vida, por la virgen que lo sé, pero no merezco esto, ¡no lo aguantare! –el dolor en mi pecho se hizo aun más agudo- no quiero estar un minuto más cerca de ti, no lo soporto, -cerré los ojos con fuerza- no vuelvas a hablarme ni a acercarte a mí a menos que sea para decirme que te vas lejos con mi primo a hacer una linda vida de pareja ¡¡¡y no volverás a verme ni la punta de las suelas!!!! –grite dándome media vuelta para salir.

 -Espera Qhuinn, yo… yo de verdad siento que no fueras tu…- me doy la vuelta y lo miro fijamente, cambio de planes, aun tenía algo que decirle.

 -¿Lo sientes? ¿Que lo sientes? Escúchame Blay, me importa una jodida mierda que no me recuerdes, ya no me importa, puedes llamar a tu bonito macho, decirle que te acordaste de él y pueden irse a la mierda los dos, ya no me preocupare por ti, ¿para que sigas recordando lo que haces con mi primo en la cama? ¡¡No gracias!! Si en tu vida he sido tan poco importante para ti no necesitabas decírmelo… o peor, ¡¡demostrármelo!! , pero ahora que lo sé, no te molestare mas, de verdad que no lo hare, así que puedes seguir recordando todo el sexo que quieras sin mí, de nada por cierto por hacerlo posible.

 El se quedo mirándome boquiabierto pero no esperaría una réplica, no lo soportaría. Salí de su cuarto cerrando su puerta con un golpe, me fui al mío y me quite los pantalones de una patada, me calce unas deportivas y me puse pantalones cortos, no sabía si me tocaba patrulla esta noche, así que el hacer desaparecer unos cuantos herraduras en mi estomago estaba fuera de cuestión, pero necesitaba distraerme, por mi vida que lo necesitaba, así que iría al gimnasio, y sacaría toda la mierda ahí.

 Una vez listo salí con la cabeza palpitando y un gran dolor en el pecho del recuerdo fresco… pero evite pensar en ello hasta que llegue al gimnasio… primero fui directamente hacia una trotadora, la encendí y la puse a todo lo que daba, comencé a correr como si el diablo viniese detrás, cerré mis ojos y automáticamente aparecieron unos azules frente a los míos… “No eras tú, era Saxton…” sus palabras fueron mucho peor que si me hubiesen arrancado las entrañas a sangre fría, una emoción desconocida para mí se abría paso en mi pecho, una que aun no sabía lo que era, pero que no era nada agradable. Continué corriendo cada vez mas fuerte tratando de borrarme de las retinas la imagen de Blay durmiendo totalmente excitado recordando….  A mi primo. Corrí más rápido y de pronto, un sonido, un fuerte olor y caí de culo al suelo… -¡¡¡jodeeeer!!!!- y ahí se fue una trotadora, había quemado a la muy cabrona, el olor a plástico quemado se esparció por el gimnasio y me levante maldiciendo, tome lo que quedo de trotadora y con frustración la lancé a un lado estrellándola contra la pared, ya me importaba una real mierda que escuchara alguien, pero ya no lo aguantaba, necesitaba sacar toda la mierda fuera y quitarme el jodido dolor que se había arraigado en mi pecho… camine hacia la pared que seguía intacta y mi frustración aumento, volví a tomar la jodida cosa y la lancé hacia el mismo punto con más fuerza dejando ahora una abolladura pequeña que levanto algo de polvo, repetí la acción un par de veces haciendo la abolladura cada vez más grande hasta que sentí unos fuertes brazos aprisionándome y tirando hacia atrás hasta mandarme de culo nuevamente, luche y me retorcí intentando ponerme de pie para continuar, pero nuevamente unos pesados brazos me tomaron y ahora me guiaron a una pared cercana aprisionándome ahí intentando inmovilizarme, me retorcí fuertemente gruñendo pero quien quiera que fuese era más fuerte que yo y logro mantenerme quieto con los brazos atrás besando la pared.

 -Hey crío, no tengo todo el jodido día así que o te calmas o te disloco la jeta- lanzo una voz en mi oído seguida de un gruñido, su voz la reconocí de inmediato, ronca y baja, sin gritar, solo una advertencia que sin duda seria cumplida…. Zsadist.

 -Ahora te voy a soltar, pero si sigues destruyendo el gimnasio no habrá segunda oportunidad- dijo mientras seguía manteniéndome de cara a la pared con los brazos sujetos, yo intente respirar hondo y asentí despacio.

 El lentamente me soltó y yo sentí que mis fuerzas me abandonaron por completo, mis piernas no pudieron sostenerme y toda la ira que sentía al principio se transformo en un intenso pesar y una extraña opresión en el pecho reemplazo al dolor haciéndome sentir débil, caí al suelo y tape mi rostro con mis manos, tome aire y sin importarme una mierda que Z o cualquiera estuviese ahí grite con todas mis fuerzas hasta que no quedo rastro de aire en mis pulmones…

 Me quede así sentado en el suelo del gimnasio y quieto por lo que me parecieron horas, lentamente baje mis manos para acomodarme y note que Z aun estaba ahí, de pie a mi lado con la vista perdida en un lugar muy lejos de aquí, al ver que me moví, salió de su especie de trance y me miro con sus ojos totalmente negros, desprovistos de humanidad…

 -Escúchame, no voy a preguntar qué te pasa por que me importa una mierda, pero intenta no destruir la jodida mansión con tus ataques de ira- me dijo mirándome a los ojos, bien, al menos no fue V quien me encontró porque ya tendría el 90% de mi cuerpo frito… Z se agacho hasta quedar a mi altura y me quemo con la mirada.

 -Mira, solo te diré esto una vez- dijo con su voz fría, haciendo que un escalofrió subiera por mi espalda- por muy jodido que estés, a veces la solución está más cerca de lo que parece,  tienes que estar con la mierda hasta el cuello para ver tus errores… - dirigió su mano a su chaqueta y saco algo del bolsillo, acercó su mano en un puño hacia mí y la abrió dándome un pequeño ponny color rosa probablemente de Nalla, yo sin entender lo mire y él me hizo un movimiento de cabeza para que lo tomara, con manos torpes tome el ponny entre mis dedos y lo mire despacio.

 -No es el fin del mundo, yo pase por peores y no destruí la mansión, utiliza lo que te está pasando y aprende de ello, créeme, a veces la recompensa es más grande que el sacrificio- sus ojos se volvieron del más puro ámbar cuando dijo esto último, se puso de pie y salió del gimnasio dejándome solo con el pequeño ponny de Nalla en las manos.

 Mire el ponny y por algún extraño motivo las palabras de Z me quedaron dando vueltas en la cabeza… me puse de pie despacio sin soltar en ningún momento el pequeño juguete de Nalla  y pase mi mano libre por mi cabello… joder, necesitaba un trago, y esta vez no me importaba si tenía patrulla o no, iría a por él.


Blay:

 -Lo… lo siento… - odie el sonido de mi voz, odie el retumbar de la puerta, odie mis recuerdos y odie mis sentimientos.

Estaba en un cuarto desconocido, en una cama que no reconocía y sintiéndome mal por herir a una persona que no conocía

 -Saxton… - el nombre era familiar en mis labios y su recuerdo era vivido, pero… no estaba bien. Me miro las manos, las sabanas y el cuarto ¿Qué hago aquí?

 Contraigo las piernas y apoyo la cabeza en mis rodillas, mis manos recorren mi pelo e intento con todas mis fuerzas contener el torrente de lágrimas que hay en mis ojos. Joder… ¿Qué mierda es esto? Me llevo una mano al pecho y presiono justo sobre mi corazón.

 Dolía… dolía mucho hacerle daño a ese macho. Sus palabras fueron como dagas y me dolía mucho mas el no saber el ¿Por qué?

 -¿Quién eres Qhuinn? – la pregunta salió como un susurro y mi voz se quebró al pronunciar su nombre.

  Joder, siquiera sabía en qué momento de mi vida había descubierto que era gay ¿Por qué soy gay verdad?  Oh mierda… ¿qué pasa con mi mente? No soporto más est…

 -Blaylock, cariño ¿estás bien?

 -Si Mahmen, no te preocupes

 -Si deseas puedes salir un momento, solo recuerda llegar antes de la comida – miro a mi Mahmen y sonrío, ella siempre se daba cuenta cuando yo no quería seguir en algún lugar y la fiesta de papá me estaba aburriendo bastante.

 -¡Gracias Mahmen! –le di un beso en la mejilla y Salí entre el gentío con rumbo a la piscina del patio trasero.

 Hoy mi padre estaba celebrando una reunión con otras familias de la Glymera y yo odiaba este tipo de eventos, por lo cual siempre me escapaba al patio trasero de la casa para poder evitar al gentío.

 -¡¿Cuántas veces te tengo que decir que no salgas sin el permiso mío o de tu madre?! – estaba llegando a los arbustos que rodeaban la piscina cuando escuche la voz de un hombre mayor. Su tono daba mucho miedo, así que me escondí tras un arbusto y observe la escena – vuelve a la casa inmediatamente y no salgas de tu cuarto ¿oíste?

 -Pero… - era la voz del niño al que tenía tomado fuertemente del bazo y al que le estaba gritando. No lograba ver su rostro por la oscuridad y también porque el tenia la mirada baja.

-¡NO ME CONTRADIGAS Y VETE A CASA!

 -Papá, te juro que no haré nada, solo quiero estar con ustedes. Yo… - el estruendo da la bofetada fue horrible, me tape la boca para esconder mi reacción y que no me encontraran. Los hombros del niño comenzaron a temblar y una de sus manos tocaba su mejilla golpeada

 -Vete, no quiero repetirlo – fue lo último que dijo el hombre antes de retirarse a la fiesta nuevamente.

 El niño no hablo, solo se quedo de pie mirando al suelo y con sus hombros temblando. El debería tener la misma edad que yo y no podía creer que su padre lo golpeara. Yo siempre hacia travesuras y papa jamás me había golpeado, si me regañaba, pero Mahmen siempre estaba para calmarlo.

 Me acerque a la piscina a pasos de donde estaba él y creo que no se dio cuenta porque no se movió ni un centímetro en todo momento.

 -¿Estás bien? – él se sobresalto al escucharme. Sin levantar la cabeza se giro y comenzó a caminar para marcharse – NO, espera – estire mi mano para detenerlo, pero él se encogió como si tuviera miedo y eso me detuvo – yo… yo soy Blaylock hijo de Rocke – espere por su nombre o alguna respuesta, pero él no dijo nada.

 Me quede parado y esperando por un largo tiempo, pero aun así no hablo. No sabía qué hacer, él aun miraba el suelo y su cara debía de dolerle… junto con ese pensamiento recordé algo que mi Mahmen siempre hacia cuando me lastimaba. Sin pensarlo dos veces tome la mano del niño y lo guíe a una de las sillas que había cerca de la Piscina, le indique que se sentara y tome mi pañuelo del bolsillo del esmoquin. Lo moje con el agua de la piscina y volví junto a él.  Me arrodille, quite su mano de la cara y coloque el pañuelo húmedo en su mejilla roja.

 Él levanto su vista sorprendido y yo quede impresionado. Tenía… tenía un ojo verde y el otro azul, su cabello era negro y tapaba un poco sus ojos de lo largo que estaba, su mejilla estaba marcada por el golpe y la sorpresa se reflejaba en todo su rostro.

 -Tus ojos… - se puso tenso en cuanto nombre sus ojos y una máscara sin expresión se apodero de su cara, pero jamás bajo la mirada. Era como si esperara una reacción en específico y al mismo tiempo estaba decidido a no mostrar debilidad – ¡tus ojos son geniales!
 La sorpresa volvió a llenar su rostro y una emoción extraña de removió en mi cuando lo vi sonreír. No pude evitar el devolverle la sonrisa, la cual se hizo más grande cuando lo escuche hablar

 -Qhuinn, mi nombre es Qhuinn

Cuando volví a enfocar mi mirada estaba aun sobre la cama, desnudo y con el cuerpo helado. Caí como peso muerto, mirando el techo y sin poder creer todo lo que mi mente estaba recordando…

 -¡Qhuinn! No es justo ¿por qué siempre eres tu el que va de los primeros? – estábamos todos sucios, a gatas en el suelo y nuevamente en el patio trasero de mi casa. Nos veíamos casi de la misma edad que en el recuerdo anterior, pero Qhuinn era completamente diferente.
 En este recuerdo lo veía gritar de sorpresa, regañarme por no seguirlo, reír de alegría y enojarse por mis quejas. Ya no era ese niño silencioso y que miraba al suelo, el siempre me miraba directamente cuando abalaba y jamás bajaba la mirada cuando estaba conmigo, pero aun no podía ocultar la forma instantánea de protegerse ocultando sus reacciones faciales, aun habían momentos en que me miraba esperando un rechazo de mi parte. El cual nunca llegaría, yo jamás lo rechazaría por sus ojos, no lo dejaría solo y siempre estaría con él. Esos eran mis votos hacia mi amigo y como un macho jure cumplirlos…

 -Yo soy el primero, porque si nos atacan al que tendrán será a mí y así tu puedes escapar -  sus respuestas siempre eran similares, aun cuando era un juego él siempre era el primero y el blanco fácil.

 Cuando era pequeño no entendía su afán de protección y ninguno de los dos sabía lo que eso produciría.

Los recuerdos de nuestra infancia juntos, del entrenamiento como novatos, nuestra amistad con John y todo lo que habíamos pasado después de la transición llenaron mi mente. Llego todo de golpe, como si mi cabeza hubiera sido golpeada por un bate de béisbol y como si fuera poco junto con los recuerdos, el dolor en mi pecho se intensifico. 

 Recordar nuestra discusión, noches atrás en el Iron me molesto, pero la rabia ya se había disipado y en su lugar solo quedaba resignación y vació  Yo estaba listo, decidido y convencido… ok, quizás no tan convencido, pero no intentaría. Esta vez quería mantener mi promesa y olvidarme de Qhuinn pero…

 Me toque los labios que aun permanecían hinchados por el beso de Qhuinn. Todo lo que había pasado desde que me desperté en la enfermería hasta ahora me confundía y no podía permitir  que eso pasara…

 -Ya tomaste una decisión, no puedes cambiarlo – me dije a mi mismo en voz alta, necesitaba oírlo para infundirme valor – esta es la última vez.

 Sin cuestionamientos ni arrepentimiento, debía hacer lo correcto aun cuando dolía.
Me levante y tome una ducha rápida, tome lo primero que estuvo a mi alcance y Salí del cuarto para buscar a Qhuinn… cuando por fin lo encontré ya había recorrido casi toda la mansión buscándolo, había llegado a pensar que se había ido fuera, pero gracias a la Virgen Escriba no había salido. Estaba en el bar de espaldas a mí, con la cabeza apoyada en una de sus manos y la otra sosteniendo un vaso. No se debe haber dado cuenta en el que llegue, porque cuando apoye mi mano en su hombro y le hable se sobresalto.

 -¿Qhuinn?

 -¿Qué? Vienes a refregarme tus recuerdos con el chupapollas de mi primo -  su tono era hostil y ronco.

-Qhuinn – esta vez cuando dije su nombre le di un leve apretón en el hombro y le di un tono de seguridad que espera reconociera.

 -Vete, no quiero verte ahora – sus palabras dolieron, haciendo que el frio que sentía en el pecho se intensificara.

 “esta es mi disculpa y mi despedida… amigo” lo tome por la nuca e hice que girara su cara. Solo me detuve una fracción de segundos al ver sus ojos hinchados y rojos, pero no era el momento, aun no.

 Lo bese. Lo hice con dolor, pena y rabia. Lentamente primero y luego más intenso, espere que él no respondiera, o mejor dicho, no esperaba nada, pero Qhuinn me respondió solo que su beso transmitía puramente desesperación… “te amo Qhuinn, ¡joder! te amo desde el maldito primer momento en que te vi sonreírme, te amo por tu estúpido afán de protección con los demás y que me condenen si no te amo por tus ojos dispares… te amo… y por lo mismo te dejo” las palabras que jamás diría en voz alta, pero esperaba el entendiera.

 - Es malditamente irónico que te recuerdo en el preciso momento en que me mandas por un tubo – sonreí sin humor y lo mire directamente a los ojos – Cuídate Qhuinn… - este es mi adiós al “enamoramiento estúpido”


Qhuinn:

 Parado junto al bar de la mansión aun las palabras que Z me había dicho aun rondaban en mi mente, no sabía qué hacer, estaba totalmente perdido y me sentía solo… y quizá nuevamente, vulnerable, pero pensé en las palabras de Z de nuevo intentando ahora encontrarle significado dentro de mi propia mierda… pensé y pensé mientras miraba el vaso que me había servido, no era tequila, era una botella de un vodka que estaba junto a los goose de V, era algo extraña pero me basto verle la graduación alcohólica para decidirme a beberlo, unas copas de esto y quedaría completamente borrado, que era lo que buscaba… bebí el vaso completo sintiendo como quemaba mi garganta pero no me importo, lo volví a llenar y continúe dándole vueltas a las palabras de Z, pero todo lo que había en mi mente era Blay….

 Cerré mis ojos momentáneamente dejando que las cosas llegaran a mi mente solas, el alcohol ya hacia efecto en mí y me sentía un poco mareado, pero aun así me deje llevar por mis propios pensamientos, esperando que el reproche y las imágenes de lo que había sucedido hace unas horas me inundaran de nuevo, pero para mi sorpresa, fueron otras las imágenes que se proyectaron en mi cabeza… nos encontrábamos en el Zero, teníamos libre y habíamos ido por unas coronas, yo para variar me había ido a follar a los baños con una de las chicas de Rhev, y al volver, con el pelo desordenado y oliendo a sexo, Blay me esperaba de espaldas… me acerque a él y este volteo a mirarme… solo una cosa quedo en mis retinas… su mirada, ojos azules mostrando un anhelo que no había visto antes, un deseo oculto de ser él y no la chica, con quien yo había follado, y la profunda resignación de que jamás seria así… luego lo mire fijamente y le dije fingiendo una sonrisa… “un buen polvo siempre me alegra la noche”…  volviendo al presente pase mis manos por mi pelo y cerré fuertemente los ojos disipando el fuerte ardor en ellos… fui un idiota… un real idiota, todo esto era por mi jodida culpa y la virgen sabia que lo tenía bien merecido, al final… solo recibo lo que yo mismo di.

 -¿Qhuinn? – siento la voz demasiado familiar a mi espalda y aprieto mis puños con fuerza… fuese como fuese con o sin memoria no quería que me viera en este estado… no él.

 -¿Qué? Vienes a refregarme tus recuerdos con el chupapollas de mi primo -  nuevamente las palabras salieron antes de pensarlas… pero no pude evitar decírselo ya que aun dolía…

 -Qhuinn – su voz cambio y ahora dijo mi nombre con total seguridad, como siempre lo había hecho… o estaba fingiendo muy bien… o ya recordaba todo, mierda, yo estaba confundido, pero no era un buen momento, no quería verlo.

 -Vete, no quiero verte ahora – las explicaciones se las daría luego, ahora solo necesitaba estar solo un rato mas, ya no sentía ira, porque sabía que en el fondo de todo, la culpa la tenía yo por ser un HDP todo este tiempo, pero la herida estaba fresca, y el rechazo aun era como una patada en las pelotas…


 Yo esperaba que se fuera, realmente lo esperaba, pero a cambio de eso con brazos firmes me giro dejándome frente a él, y por un breve momento me miro a los ojos, sus ojos mostraban determinación algo que pocas veces había visto en ellos, lo cual me intrigo e hizo que un escalofrió subiera por mi espalda pero luego se apodero rápidamente de mi boca dejándome atónito.

 El beso que me dio me dejo sin sentido, por unos segundos no supe que hacer pero luego la realidad me golpeo como un mazo en la cabeza, este beso… tenía un significado… al fin me había perdonado por mis actos, por mi comportamiento y por como lo trate todo este tiempo, rápidamente abrí mi boca devolviéndole el beso que era cada vez más intenso, se lo devolví con fervor, con desesperación, y cosa que no espere el tomo el control de la situación batiendo su lengua con la mía apoderándose de mi boca, no me lo esperaba de él, pero solo me deje llevar… hasta que abruptamente el beso ceso, me miro con dolor en su rostro y yo no entendía su expresión, me dijo algo que no alcance a escuchar seguido de un “Cuídate Qhuinn” se dio la vuelta y se fue dejándome más confundido que en toda mi vida.

 Parado como un idiota vi como Blay se fue y mi mente se hizo un torbellino, él no venía con intención de arreglar las cosas “cuidate Qhuinn”…. Santa mierda… abrí los ojos como platos, el no venia aquí para perdonarme ni nada, el venia a despedirse… la determinación en su mirada no era para los propósitos que yo pensaba, de pronto mi corazón comenzó a latir rápidamente y comencé a sudar frio… despedida, esto no podía ser, justo cuando me recordaba, cuando finalmente me recordaba y podríamos haber comenzado de cero el decidía marcharse y dejarme así, sintiéndome como la peor escoria que ha pisado la tierra, desesperado comencé a tirarme del cabello y pensar, no sabía qué hacer, me sentía perdido, el único amigo que tuve, la única persona que me ha importado en mi vida, y uno de los pocos que he llegado a querer venia aquí a decirme lo que yo dije miles de veces a personas que no importaron más que un centavo… “cuidate” sinónimo de: “adiós, fue un gusto follar contigo pero no te veré mas por qué no me importas en lo más mínimo” fue como un puñal frio clavado en el pecho,  en este momento era cuando me daba cuenta que nada en la vida estaba asegurado… lo único bueno que me ha pasado en la vida se va caminando, alejándose de mí para siempre… por MI culpa.

 De pronto las palabras de Z hicieron eco en mi mente “tienes que estar con la mierda hasta el cuello para ver tus errores”, yep, tenía la mierda hasta el cuello, y la certeza de que tenía que hacer algo… no lo perdería, esta vez haría las cosas bien y no me quedaría parado como idiota viendo como se iba una de las personas más importantes para mí.

 No me di cuenta como sucedió ni en qué momento pero mis pies se movieron solos corriendo a través de la mansión, pasando a algunos hermanos reunidos en la sala listos para salir de patrulla, subiendo las escaleras a la habitación de Blay, estaba tan cansado que solo la determinación me mantenía en movimiento para poder recuperar lo que era mío….  MIO, la palabra retumbo en mi mente al tiempo que con el brazo abría estrepitosamente la puerta del cuarto de Blay y entraba con la respiración agitada y el corazón en la mano, el estaba con una mano cerrando una maleta y con la otra sosteniendo el teléfono.

 -Si mama, todo está bien, solo los extraño y quiero pasar unos días con ustedes porque…-se detuvo cuando me vio abrió sus ojos y yo cerré la puerta atrás de mí, acercándome a él rápidamente.

 -No iras a ningún lado-le quite el teléfono de la mano, finalice la llamada y lo lancé lejos- tu lugar está aquí, conmigo –sin dejarlo responder esta vez fui yo quien lo tomo de la nuca y empujándolo hacia la cama me apodere de su boca mientras caíamos y rebotábamos en el colchón.

 Lo bese desesperadamente, tomándolo del rostro apoderándome de su boca como si ahí estuviese la solución a todos mis problemas, el tardo unos segundos sin hacer nada, pero luego respondió con un largo suspiro aferrándose a mis hombros lo que me provoco una punzada en el pecho pero esta vez no de dolor sino de tranquilidad… por primera vez en meses me sentía tranquilo, continúe besándolo concienzudamente, transmitiéndole sin palabras que esta vez estaba dispuesto a todo con tal que me perdonara, que no se fuera y se quedara conmigo aquí, simplemente disfrutando el uno del otro.

 -Qhuinn- Blay gimió entre mis labios separándose unos centímetros de mi boca, lo que me hizo sentir un repentino vació – ¿por qué ahora Qhuinn?, ¿por qué esperaste a las últimas instancias para venir por mi…?- pregunto en susurros apenas audibles y un dolor completamente nuevo se apodero de mi… la culpa.

 -yo… no se…  lo siento.- no sabía cómo explicarle toda la mierda que tuvo que caerme encima para darme cuenta que estaba asumiendo al fin que… lo quería más que a  un amigo- solo espero me puedas perdonar por todo, fui un jodido estúpido y un HDP lo sé, pero juro cortarme la polla antes de hacerte daño otra vez, esta vez hare las cosas bien, por la virgen que lo haré.

Blay:

 Un sueño, esto era un sueño. Qhuinn no estaba aquí, disculpándose, besándome o jurando lo que mis oídos escuchaban. Esto debía ser una maldita broma de mi mente…

No lo creería, no me ilusionaría y no esperaría nada, pero que me condenen si no tomaba esta broma de mi mente y la disfrutaba por última vez.

"es la despedida Blay" fuera realidad o ficción, esta sería mi despedida, mi regalo final y podría marcharme… no, debía marcharme. Por el bien de Qhuinn y por el mío, después de todo, esto jamás llegaría a buen puerto, en algún momento algo lo impediría "disfruta y luego márchate" eso era lo que tenía en mente y lo que pensaba hacer. Mañana estaría en casa de mis padres y volvería a mi antigua vida, seguiré en contacto con la hermandad, si el rey me lo permite, y ayudare en lo que me pidan, pero ya no volvería a este lugar…

 Un gemido me saco de mis pensamientos y me sorprendí más al notar que provenía de mí. Qhuinn tenía una batalla entre su lengua y la mía, una de sus manos estaba sosteniendo con fuerza mi pelo por la nuca y la otra estaba justo sobre mi corazón. Sabía que él podía escuchar perfectamente el ritmo acelerado de mis latidos, porque cada vez su beso se volvía más exigente tratando de conseguir el mismo ritmo.

 Mis labios hablaron por sí mismos y preguntaron lo que mi mente tanto quería saber, pero oír la respuesta…  ESA RESPUESTA QUE TANTO ESPERE de sus labios casi me llevo al abismo, quería rendirme, desesperada y absolutamente… rendirme. Tenerlo así por fin era un sueño, el mejor de los sueños y la tortura más grande al mismo tiempo.

 Sabía que esto sería temporal, que solo duraría el tiempo en que Qhuinn volviera a la realidad y se diera cuenta que “esto” no es lo que busca. Tomaría sus cosas, se marcharía y me dejaría a mi recogiendo lo poco que queda de mi estúpido corazón enamorado.
 -"soy un completo estúpido" aun cuando esto no duraría, no podía evitar desearlo. El primero en rendirse fue mi cuerpo, luego mi mente y finalmente mi corazón. El dolor no pararía, pero no empeoraría… eso esperaba.

 - JODER… Qhuinn… - no recordaba cómo había pasado, pero estaba completamente desnudo en la cama. Qhuinn estaba recostado en mi estomago, su lengua jugaba con uno de mis pezones, su torso estaba desnudo, sus piernas se enredaban con las mías y lo único que llevaba eran sus pantalones deportivos. Una de sus manos sostenía firmemente mi cadera, logrando que mi erección quedara exactamente en la parte baja de su vientre. La fricción que provocaban sus movimientos me tenía al límite y más que erecto.

Necesitaba más, lo quería más cerca, esto no era suficiente. Enrede mis dedos en su nuca y tire de él, necesitaba consumirlo, tenerlo, probar su sabor en mi boca. Tome posesión de su lengua mordiéndola y tomando cada hilo de sangre que emanaba. Le mordí el labio y explore cada rincón impregnándome con su sabor, como jamás lo había hecho…

Como si esto no fuera suficiente para hacerme creer que era un sueño, de pronto un aroma impregno la habitación completamente... era... el aroma a especias de Qhuinn.






No hay comentarios:

Publicar un comentario